“No pensar con egoísmo”
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NUEVA DEFINICION DEL ALINEAMIENTO INTERNACIONAL
“Estamos en el segundo mundo”

El canciller explicó en El Cairo que la Argentina no es del Tercer Mundo y que todavía le falta para integrar el primero.


t.gif (862 bytes)  La Argentina ya no está en el Tercer Mundo como en los tiempos de Raúl Alfonsín. Tampoco en el primero como autoproclamaba Carlos Menem para justificar su alineamiento automático con Estados Unidos. Ahora, en la presidencia de Fernando de la Rúa, llegamos a la época del segundo mundo, de acuerdo con la definición aportada ayer por el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini. “La Argentina no está en el Tercer Mundo, yo diría que está en el segundo, porque nos faltan ciertas cosas para acceder al primero”, definió el canciller, que acompañó a De la Rúa en la sesión inaugural de la cumbre Grupo de los 15 (G-15) en El Cairo.
La reincorporación a todo trapo de la Argentina en el G-15 obligó al Gobierno a redefinir la estrategia exterior. Es que durante el gobierno de Menem los alineamientos junto a los países en desarrollo como los que componen este organismo fueron dejados de lado en pos del seguidismo a las posiciones de Estados Unidos. A su llegada a Egipto, De la Rúa explicó su presencia en la apertura del G-15 enmarcada en la necesidad de mejorar las relaciones “sur-sur”. También admitió que llegaba con intenciones preponderantemente comerciales porque su deseo era abrir nuevos mercados para los productos argentinos.
Ayer, Rodríguez Giavarini arriesgó la calificación de “segundo mundo” para definir la ubicación argentina comparada con otros países asiáticos y africanos. Agregó que algo parecido ya había dicho el historiador Natalio Botana en la pasada cumbre de la Tercera Vía en Berlín. En los días previos, en Cancillería justificaban la presencia argentina en el grupo de países reunidos en Egipto en que se trataba de sociedades en las que prevalecía la clase media. Con todo, en las discusiones paralelas que llevan adelante los funcionarios que participan de la cumbre, queda en claro que las expectativas de los países miembros no coinciden totalmente.
“En esta cumbre es evidente que los intereses tienen matices importantes”, reconoció el canciller. Y especificó: “En el caso de la Argentina y los países latinoamericanos tenemos un discurso actualizado para lo que son las necesidades para dialogar con el grupo de los 7 países industrializados”. Durante los debates quedó en claro que mientras algunos países del grupo tienen una posición más combativa frente a las naciones desarrolladas, otros, como la Argentina, proponen acercarse al Primer Mundo. “La posición de la Argentina en el G-15 es mejorar tanto el diálogo sur-sur como también norte-sur”, explicó el canciller.
De la Rúa, Rodríguez Giavarini y el embajador argentino en Egipto, Juan Carlos Sánchez Arnau, participaron ayer de la sesión inaugural del G-15, en la que escucharon el discurso del presidente egipcio, Hosni Mubarak, quien reclamó que los países miembros trabajen juntos para alcanzar el objetivo de “incorporar a las naciones en el desarrollo de la economía global” para que el equilibrio entre el Norte y el Sur “no se quiebre”.
Los efectos dañinos de la globalización en las sociedades subdesarrolladas es uno de los temas más debatidos entre los diplomáticos que vienen trabajando en el documento final que se dará a conocer hoy en el cierre de las deliberaciones.
La sesión se desarrolló en el Presidencial Heliópolis Headquarters, el lujoso cuartel central de Mubarak que por estos días luce hipervigilado, con un dispositivo de seguridad que incluye francotiradores en los alrededores. Poco antes de asistir a la cumbre, De la Rúa se reunió con el vicepresidente de la India, Shri Krishan Kant, con quien analizó posibles acuerdos de cooperación. El Presidente no habló en la sesión pero sí posó para la foto oficial del encuentro. Ayer De la Rúa juntoa su esposa, Inés Pertiné se regocijó con el espectáculo de Luz y Sonido en las Pirámides (ver nota aparte) .Hoy, luego del cierre el Presidente subirá al Tango 01 para retornar a Buenos Aires, poniendo fin a la gira que comenzó hace 10 días en Estados Unidos, en el centro de lo que, nadie de lo duda, es el centro del Primer Mundo.

“No pensar con egoísmo”


Desde la calurosa El Cairo, el presidente Fernando de la Rúa le pidió a la oposición “no pensar con egoísmo por temas electorales” y que lo ayude a “resolver los problemas de la Argentina”. “Dije que llevaré al país a un nuevo camino de crecimiento con equidad y sin corrupción y voy a cumplir”, sostuvo el Presidente cerca de la medianoche egipcia, luego de participar de la cena oficial ofrecida por el anfitrión de la cumbre del Grupo de los 15, Hosni Mubarak. “Ya llegará el momento de competir en las elecciones, ahora tenemos que resolver los problemas del país. Nadie me va a apartar del camino porque, para hacer lo que estoy haciendo, he sido elegido”, completó De la Rúa, quien hoy emprenderá el regreso a Buenos Aires.

 

 

DOS LECTURAS SOBRE LA SEGUNDA POSICION

Por Rodolfo Gil*.
“Tiburones y sardinas”

Primero quisiera saber qué es el segundo mundo, porque según todos los trabajos que he leído sobre relaciones internacionales el segundo mundo era el mundo del socialismo real. Y éste desapareció cuando se derritió la Unión Soviética. Ahora, en relación con que nos faltan sólo algunas cosas para pertenecer al Primer Mundo, ésa es una cuestión de puntos de vista. Si nosotros tuviésemos tasas cercanas a las del Primer Mundo en desocupación, calidad de las instituciones, mortalidad infantil, niveles de pobreza, independencia de la Justicia, castigo a las prácticas corruptas en la administración, delincuencia, crecimiento del Producto Bruto, y además un principio de igualdad impositiva, es decir que los que más tienen más pagan y no que el pago de las crisis recae sobre las espaldas de los más vulnerables, quizá podría estar de acuerdo con lo que dice el canciller. Pero como creo que esto no es así, creo que estamos muy distantes de pertenecer a ese tan deseado Primer Mundo. En fin, hasta en la retórica este gobierno empieza a parecerse cada vez más al menemismo.
La revalorización del Grupo de los 15 es auspiciosa porque en la política y en las relaciones internacionales nuestro país tiene que armar asociaciones con países más o menos parecidos en tamaño y situación en el contexto internacional. Lo contrario es repetir la historia del tiburón y la sardina.

* Especialista en Relaciones Internacionales (PJ).


Por Carlos Escude *.
“Un juego de palabras feliz”

La afirmación de Natalio Botana citada por nuestro canciller Rodríguez Giavarini respecto de que la Argentina es parte de un “segundo mundo” me parece un juego de palabras feliz. Antes del colapso de la Unión Soviética se llamaba “Primer Mundo” al mundo desarrollado capitalista. El Tercer Mundo era el mundo subdesarrollado o en vías de desarrollo y quedaba implícito que el segundo mundo eran la Unión Soviética y sus satélites europeos. Con el colapso de la Unión Soviética, desaparece el segundo mundo y pierde sentido hablar del tercero. La Argentina es aliada del bloque occidental y del Primer Mundo pero no es parte del Primer Mundo porque para ello tendría que aumentar por lo menos un 50 por ciento su Producto Bruto per cápita, porque los países del Primer Mundo tienen alta riqueza por habitante. No obstante, para ser un país en vías de desarrollo, la Argentina tiene una riqueza per cápita bastante alta. Está sólo un escalón por debajo del Primer Mundo. Eso está confirmado por el Banco Mundial que hace el punto de corte entre el mundo desarrollado y el mundo en vías de desarrollo con la Argentina. Por consiguiente, este nuevo uso del término “segundo mundo” es absolutamente aplicable a la Argentina. Respecto de la revalorización del Grupo de los 15 anunciada en Egipto, me parece un anuncio totalmente compatible con esta política de Estado en que ha devenido la política exterior argentina. Esa declaración es atinada y no entraña ningún cambio significativo frente al pasado reciente.

* Experto en Relaciones Internacionales. Ph D. en Harvard.

 

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