Por Fernando Almirón
El peronismo bonaerense busca candidatos creíbles para las elecciones a senador nacional del 2001. Eduardo Duhalde, aferrado a las riendas de la conducción del PJ provincial, encargó una encuesta a la consultora Ricardo Rovier y Asociados que midió el grado de aceptación de una docena de dirigentes. Según los resultados, el vicegobernador Felipe Solá se ubicaría en el cuarto lugar entre las preferencias, después de Duhalde, Raúl Alfonsín e Hilda �Chiche� Duhalde. �No pretendo ser senador�, asegura Solá, que de todos modos no evita difundir la consulta. �Duhalde es el mejor candidato y el líder del peronismo bonaerense�, dice mientras toma distancia del apoyo que Carlos Ruckauf le brinda a la política económica del gobierno nacional. �No podemos ser meros administradores de la exclusión social�, afirma el ex secretario de Estado de Carlos Menem que impulsa una �dura autocrítica del peronismo� que �no debe depender de los barones territoriales�, tal como denomina a los gobernadores José Manuel de la Sota, Carlos Reutemann y el propio Ruckauf.
�¿Cómo se lleva con Ruckauf?
�Ruckauf es flecha veloz. Es impresionante. De los defectos que tiene no voy a hablar. Pero voy a mencionar una virtud: él siente que no es de nadie. Y se banca eso. Se lo banca bien. Dotó al gobierno de la provincia de una gran visibilidad. Su, digamos, permanente aparición en los medios ha puesto la mirada de la gente sobre los miembros del gabinete provincial. Hoy los funcionarios se sienten observados por la gente, y esto hace que se esmeren más.
�No fue el caso de Aldo Rico.
�Bueno, hubo algunos ministros que no contribuyeron, aunque llamaron la atención de la gente y los medios. Pero Ruckauf es muy inteligente. Parece que no, pero tiene todo bajo control. Se da tiempo para tomar una decisión, pero cuando lo hace tira para adelante con mucha energía.
�Un tanto vedettista.
�Sí, pero de un vedettismo exitoso, no es el caso del vedettismo sin éxito de Rodolfo Terragno.
�Solá, ¿se va a presentar como candidato a senador?
�No. Me halaga que me midan pero me parece que hay un figura que ha mantenido su vigencia entre la gente: Eduardo Duhalde. Creo que él debe ir como candidato. Duhalde es quien hoy conduce el interior del peronismo bonaerense. Lo maneja y mira desde arriba. Por ahora es el líder.
�Según esta encuesta (que muestra el vicegobernador a Página/12), el binomio Duhalde y su esposa es el que recoge mayor apoyo entre la gente.
�No creo que sea una buena alternativa. Ya hay un antecedente en el peronismo, y que me perdone Chiche por la odiosa comparación: se trata de la fórmula Juan Perón-Isabel Martínez de Perón. Chiche hizo un gran trabajo social en la provincia y eso le dejó un enorme rédito político. Yo admiro mucho su trabajo. Pero la lanzaron a la arena política pese a que ella no quería.
�¿El peronismo no se debe un debate interno?
�El peronismo tiene un debate interno postergado desde antes de la derrota electoral de octubre. Es un bache que tenemos que llenar. Las pertenencias políticas a distintos jefes geográficos y las historias que a todos nos caben hacen que este bache nos obligue a un debate duro.
�¿Cuáles serían los ejes de ese debate postergado?
�Así como nadie duda de que en los primeros años de su gobierno Menem fue irreverente, heterodoxo, hay que reconocer que hizo cosas que se tenían que hacer en la economía del país. A lo mejor las hizo mal, pero las hizo. Cuando el peronismo sacralizó a nivel de dogma ese modelo económico, no tuvo más respuestas. Se abrazó a eso y cuando nos comenzó a ir mal, Menem siguió abrazado al dogma. El problema para muchos peronistas que respaldamos el primer gobierno de Menem, aunque no tanto el segundo, es reconocer que su gestión dejó pobres que ahora son más pobres y ricos que son más ricos. Ese es el tema.
�¿Usted cree que el peronismo debe recuperarse de su etapa neoconservadora y volver a sus fuentes históricas?
�No, yo no puedo decir: �Discúlpenme muchachos, diez años, fue un mal rato, ya se me pasó. La nena se desvió y quedó embarazada�. Tendremos que hacer una digestión profunda de este período.
�¿Ahora que son oposición el modelo económico menemista ya no sirve?
�No es así. Hubo un proceso electoral en el que Duhalde representó la rebelión al modelo y Fernando de la Rúa representó la rebelión al estilo con que manejaba el modelo. Duhalde lo dijo siempre. Cualquier ajuste por duro que sea se lo lleva por delante una modificación de medio punto en la tasa de interés de la deuda externa. Por eso, en el 2001 el problema serán los pobres y los ricos. Y los peronistas o hacemos la digestión o no seremos creíbles en el 2001.
�Hay tres dirigentes de peso en el peronismo: Ruckauf, Reutemann y De la Sota. Lo curioso es que pese a lo que usted dice, ellos acompañan la política económica de De la Rúa.
�El problema es que los candidatos nacionales�entre comillas� del peronismo que usted menciona son a la vez administradores. Y como administradores conviven con la crisis y tienen la misma dependencia que el gobierno nacional. La actitud de uno y otro tiene matices según el nivel de endeudamiento internacional de sus provincias.
�¿Usted no cree que a la gente se le está agotando la paciencia con los políticos?
�Sí, hay un descreimiento general. Los representantes no tienen la suficiente entidad, y ése es el espacio que encuentra Hugo Moyano. Moyano aparece seguro de lo que dice, al menos más seguro que el gobierno nacional. Pero Moyano debe entender que si no hay una propuesta concreta detrás de la protesta nos vamos a ir agotando. El sabe que lo respetamos y creo que ha hecho un trabajo muy importante, pero ahora hay que darle espacio a la política.
�¿Y cuál debe ser la respuesta de la política?
�No es sólo una gestión eficiente de la acción social, porque esto es bajar los brazos y resignarse a que este modelo produce exclusión y sólo nos queda administrar la exclusión con eficiencia. Esta idea de que lo social se controla con eficiencia acaba de morir. No creo que tenga legitimidad ni aún entre aquellos que necesitan de la ayuda social. Opino que el tema en el 2001 es la distribución del ingreso. Y ahí es donde Moyano se anticipa y acierta. Y donde debe estar la respuesta política.
�¿El peronismo está a las puertas de una nueva renovación?
�Sacando las internas que hay entre mi gobernador y los demás, que son anticipos de internas, estoy pensando en los militantes que tienen que saber a qué partido pertenecen, no a qué personas pertenecen. Dónde están parados. Una cosa es tener muchas internas en un partido que no sabe quién es, y otra cosa es tener pocas internas, sacando la de los Barones (se refiere a los gobernadores) en un partido que sabe quién es. Y en este sentido hay una posición que no comparto. La que dice que el peronismo siempre sabe quién es. El peronismo no siempre sabe quién es.
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