Por José Natanson
Luego de tanto ajuste, Carlos �Chacho� Alvarez parece decidido a cambiarle el tono político a la gestión de la Alianza. Ayer, el vicepresidente anunció que el Gobierno estudia la implementación de un Plan Nacional de Empleo. Un proyecto que apunta a subsidiar a pymes para que contraten a jefes y jefas de hogar desocupados y que implicaría centralizar partidas sociales gestionadas por diferentes ministerios. �Sería la nave insignia de las políticas sociales�, sostuvo el jefe del Frepaso, quien ya charló del tema con Raúl Alfonsín y Federico Storani y tiene previsto hacerlo con Fernando de la Rúa en los próximos días.
�Para nosotros es un tema fundamental del diálogo político �aseguró ayer Alvarez a Radio Mitre�. Un Plan Nacional de Empleo que es más que los planes alimentarios que hay que tener para los sectores sociales más indigentes.�
Lo dijo al pasar, pero lo cierto es que la iniciativa fue plasmada en un paper elaborado por técnicos del Ministerio de Trabajo. De acuerdo al proyecto, el Plan Nacional de Empleo tendría algunas características básicas:
Unificaría todos los programas de empleo transitorios, como los Trabajar, y algunas de las partidas destinadas a ayuda social que manejan los diferentes ministerios en un solo sistema, cuyo eje vertebrador será el trabajo.
Se distribuiría según un registro único, elaborado juntamente con las provincias y los municipios para evitar superposiciones.
Apuntaría a generar empleo privado, subsidiando a las pymes para que contraten trabajadores.
Se focalizaría en los jefes o jefas de hogar desocupados.
Es, en realidad, un proyecto que el jefe del Frepaso comenzó a estudiar hace un par de meses y que decidió reflotar en los últimos días. El fin de semana pasado conversó sobre el tema con Raúl Alfonsín en un encuentro en el departamento del ex Presidente en Barrio Norte. En esa oportunidad, el jefe radical le comentó un proyecto similar, denominado Plan de Empleo Social, que había elaborado hace un tiempo.
El lunes pasado volvió a tocar el tema en un una reunión que mantuvo en la Casa Rosada con el ministro del Interior, Federico Storani. Allí, los dos dirigentes, los más visibles del ala política del Gabinete, se comprometieron a sumar fuerzas para conseguir la implementación del Plan y coincidieron en que es una buena iniciativa para presentar en la demorada mesa de diálogo social propiciada por el Gobierno.
La decisión de jugar a fondo para concretar el Plan Nacional de Empleo se explica por la compleja situación política que atraviesa Alvarez. Hasta el momento, el jefe del Frepaso respaldó todas las movidas conflictivas del Gobierno: el impuestazo, las tres represiones policiales, el voto contra Cuba, el ascenso de los militares cuestionados en el Senado y el último ajuste. El cuadro se agravó con las disidencias internas y los cortocircuitos con el PJ y el sindicalismo, y quedó reflejado en las últimas encuestas, que marcaron un descenso de la popularidad de la Alianza. Además, podría profundizarse el mes que viene, cuando se conozcan los nuevos índices de desocupación.
En este contexto, Alvarez ha decidido reorientar sus energías políticas. La semana pasada, un grupo de asesores escuchó de boca de su jefe una frase que Página/12 publicó el viernes. �No puede ser que nuestro único objetivo sea bajar el déficit fiscal�, había dicho el jefe del Frepaso, como parte de un planteo sobre la necesidad de buscar iniciativas que permitan darle un sentido político más nítido a la gestión de la Alianza.
Una de ellas es la decisión de pelear en el gabinete por la implementación del Plan. Un proyecto de largo plazo que, además de contribuir a cumplir la promesa electoral de bajar el desempleo, apunta a darle un tono más social a la gestión aliancista. Pero, más allá de las intenciones, lo cierto es que la iniciativa presenta algunos problemas básicos.
El primero es la resistencia del Ministerio de Economía. Aunque el vicepresidente llegó a conversar sobre el tema con algunos asesores de José Luis Machinea, el equipo económico aún no recibió una comunicación oficial. En principio, en el Palacio de Hacienda sostienen que la iniciativa presenta dificultades en la focalización de los beneficiarios, porque la existencia de un mercado laboral en negro muy amplio impide determinar si la empresa subsidiada está contratando a una persona desocupada. Cerca de Machinea agregan que esta dificultad no existe en los actuales programas de empleo transitorio: trabajar ocho horas por un sueldo inferior a los 200 pesos es una decisión que sólo toman las personas sin trabajo. Según Economía, los Planes Trabajar, por ejemplo, tienen la ventaja de autofocalizarse. �Una persona que trabaja 8 horas por doscientos pesos evidentemente no tiene otro trabajo�, explican en Hacienda.
El segundo inconveniente es más político. El proyecto del jefe del Frepaso contempla centralizar los planes sociales que gestionan diferentes ministerios en un comando único. La tarea, que hoy está a cargo de Rodolfo Terragno, podría trasladarse naturalmente a Alberto Flamarique en caso de que se implemente un plan único basado en el empleo. Esto implicaría modificar espacios de gestión y podría generar roces en el gabinete.
Finalmente, el Plan Nacional de Empleo debería coordinarse previamente con las provincias, algunas de las cuales ya han puesto en marcha programas similares. En el Ministerio de Trabajo señalaron que en Córdoba, por ejemplo, existe actualmente un programa denominado �Volver al Trabajo�, que subsidia la totalidad de los sueldos para empresas que contraten personas desocupadas.
|