Por Victoria Ginzberg
 El procurador general de la Nación, Nicolás Becerra, rechazó por �improcedente� el pedido de la subsecretaria de Derechos Humanos, Diana Conti, para que impulse a través del Ministerio Público un recurso de revisión a favor de los presos de La Tablada. De cualquier manera, la medida será presentada hoy ante la Cámara de Casación por los abogados defensores de los miembros del MTP que están hace 24 días en huelga de hambre. Mientras esperan una solución judicial, los organismos de derechos humanos siguen reclamando la sanción de una ley que permita que los detenidos salgan en libertad. Dos diputados brasileños se reunieron ayer con los miembros de la Comisión de Derechos Humanos y con Conti para pedir la liberación de los huelguistas.
Becerra contestó a Conti mediante una carta de una carilla en la que, tal como publicó ayer Página/12, argumentó que no tiene atribuciones para impartir órdenes puntuales a los fiscales. El procurador aclaró además que las comunicaciones entre él y el Poder Ejecutivo debían realizarse a través del ministro de Justicia y Derechos Humanos, Ricardo Gil Lavedra. También el jefe del Ejército, Ricardo Brinzoni, opinó sobre la libertad de los miembros del MTP, a quienes calificó de �delincuentes�. �No me agrada�, fue su respuesta.
Los abogados de los presos del MTP concretarán hoy la medida negada por Becerra y presentarán ante la Cámara de Casación un pedido de revisión del fallo que condenó a los asaltantes del cuartel de La Tablada. Sin embargo, Martha Fernández, una de las representantes, mostró su enojo al señalar que �es inaudito que desde el Estado se endilgue la responsabilidad de la libertad de los detenidos a la defensa�. Más allá de la cuestión de fondo �es decir si la condena es impugnada o no�, los defensores pedirán la excarcelación de los presos en cuanto se les conceda la revisión (si esto ocurre) ya que consideran que los detenidos pasarían a ser procesados sin sentencia firme y, entonces, les correspondería el beneficio del dos por uno (el cómputo de dos días de condena cumplida por cada uno de prisión).
�El problema es del pueblo. Cualquier cosa que pase, como una enfermedad incurable o la pérdida de una vida, sería una mancha oscura para la democracia. No queremos decir lo que tienen que hacer sino que estamos juntos en la búsqueda de una solución�, dijo a el diputado brasileño Roque Zimermann. Alfredo Bravo, presidente de la Comisión de Derechos Humanos, se comprometió junto con otros miembros de la comisión, a visitar mañana a los huelguistas de Devoto. La legisladora Marta Ortega de Aráoz, única representante del Partido Justicialista en la reunión, manifestó su �solidaridad, desde el aspecto humano� pero repitió la postura de su bloque, que decidió no apoyar el proyecto que propone la derogación de la Ley de Defensa de la Democracia �con la que se juzgó a los miembros del MTP�. �Debería estudiarse la instancia del indulto�, manifestó Aráoz.
�Vemos que hay un ida y vuelta de la pelota y no se toma el toro por las astas para resolver esta situación. La huelga entró en un estado crítico y éste es un problema institucional que deben resolver los tres poderes�, dijo el pastor José De Lucca, del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos. Por su parte, Horacio Ravenna, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, aclaró que aunque no se vote el proyecto elaborado por el diputado frepasista Ramón Torres Molina, la Ley de Defensa de la Democracia �que impide la revisión de una condena por un tribunal superior� debe ser derogada porque viola el Pacto de San José de Costa Rica, que es una norma internacional incorporada a la Constitución.
Una detenida más se sumó ayer a la huelga de hambre. Se trata de Claudia Acosta quien no se había plegado antes a la medida porque comparte su cautiverio con Isabel Fernández y su hija de un año y medio. Los detenidos del MTP consideraron que la situación de tensión que genera la huelga podría tener efectos negativos en la niña. Acosta manifestó en una carta que la falta de decisión por parte del Estado hizo que decidieraincorporarse a la huelga. Según los informes recibidos por la Subsecretaría de Derechos Humanos, el estado general de los huelgistas es �bueno�, salvo el de Enrique Gorriarán Merlo y Roberto Felicetti, que es �regular�.
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opinion
Por Laura Bonaparte * |
| ¿Justicia o venganza?
Todos fuimos testigos de la transmisión del ataque al cuartel militar de La Tablada. Escuchamos al entonces jefe de policía comisario general Pirker decir dolorido: �...con gases lacrimógenos hubiera sido suficiente para detener el asalto�. Y tan era así que las armas que llevaban los atacantes eran de una precariedad tal que ni siquiera sirvieron para defenderse.
Salíamos de la brutalidad de la dictadura militar. De lo espantoso de los testimonios. Todavía no se daba crédito al Operativo Cóndor, donde se demuestra la subordinación a una potencia imperial de los militares argentinos para hacer desaparecer a niños, mujeres y hombres argentinos y de otros pueblos amigos. Era un clima de alta temperatura. Se necesitó una gran convicción democrática para juzgar a los genocidas. Y fuimos el único y el primer país en el mundo que juzgó a sus asesinos. Y tuvimos que testimoniar. Yo había hecho un juicio por asesinato a las FF.AA., jamás tuve contacto con militares genocidas, por la repugnancia que me inspiran. Y porque aún en el gobierno de Isabel Perón deseaba ardientemente que la Justicia existiera. Desgraciadamente fue lo primero que desapareció. Muchos de los sobrevivientes, familiares y amigos de los 30.000 teníamos muy claro que la pena de muerte a los genocidas no iba a solucionar el presente y menos aún el futuro. Pero la que esto escribe tuvo que luchar contra el deseo feroz de hacer justicia con su propia mano. Y ahí me di cuenta que, para cometer genocidio, se necesita una preparación que retrotraiga al que se preste a niveles arcaicos de violencia de la que no tienen regreso. Los genocidas siguen siendo genocidas. Y si no dan testimonio es porque no pueden ponerle palabras a la brutalidad de sus actos. Por esto también es necesario la modificación del Código Penal. No puede juzgarse con la misma ley a un delincuente común que a un genocida.
La SIDE sabía del ataque. Y no lo paró. Había que quedar más o menos bien con los militares que la sociedad había condenado. Ellos tenían todavía el poder de las armas, aunque su patrón imperial los hubiese abandonado. La brutalidad del acto genocida pendía sobre la cabeza de todos los argentinos, incluidas las de sus gobernantes. No fue fácil. No sigue siendo fácil, al parecer. No sé cómo nos olvidamos del bombardeo a la Plaza de Mayo del �55 cuando concurrimos multitudinariamente a la misma plaza, más de 30 años después. ¿Por qué no pudimos enterarnos de que tenían los aviones listos para bombardearnos? Ellos no pueden dejar de matar. La ciudadanía argentina siempre les importó poco a los genocidas. Por eso es que son genocidas. Desde el poder, en lugar de dar vida, la quitan previo un sufrimiento sin nombre.
Si hubieran sido militares con otra historia, probablemente hubieran empleado gases lacrimógenos, como dijo Pirker. Pero eran genocidas que quedaron en libertad. No podían sino matar, matar y matar.
El género humano tiene abismos de crueldad, a veces insondables. El terrorismo de Estado crea laberintos donde la razón se pierde. Escribo esto para recordar y rogarle al presidente doctor Fernando de la Rúa, a la jerarquía eclesiástica que no es la misma que antes se lavó las manos, que no se cuelguen de su cuello la responsabilidad de estas condenas. Que defienda, como lo hacemos los organismos de DD.HH.-, la Justicia. La Justicia es vida. Y se ha dado un veredicto para la liberación de los presos y presas y no se escucha la orden de su libertad. Las y los presos de La Tablada han cumplido once años de cárcel, en las peores condiciones. Los organismos internacionales y nacionales de DD.HH. han pedido su libertad, con las pruebas en las manos. No agreguen un dolor más a los que hemos heredado. Y a los que estamos padeciendo.
* Madre de Plaza de Mayo - Línea Fundadora. |
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