El País de Madrid
Por Manuel Délano
Desde Santiago
La Cámara de Diputados en Chile aprobó ayer miércoles con votos a favor de todos los partidos el proyecto de ley que establece el secreto profesional de las fuentes por las que los militares y religiosos reciban información sobre el paradero final de los detenidos desaparecidos. Esta ley era parte del acuerdo al que llegaron la semana pasada abogados de derechos humanos y militares en la Mesa de Diálogo. Según sus partidarios, el acuerdo permitirá conocer el destino de los detenidos desaparecidos por la dictadura de Augusto Pinochet. Quienes se oponen, incluyendo las asociaciones de familiares de las víctimas, aseguran que creará una suerte de �Punto Final encubierto� que garantizaría la impunidad de los represores. Las protestas de estos últimos en el Congreso fueron tan vehementes que la policía tuvo que desalojarlos de las tribunas públicas.
La votación de los diputados anticipa la casi segura aprobación del proyecto en el Senado. Esto ocurre a pesar del rechazo frontal de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos �AFDD�, cuya directiva fue recibida ayer durante una hora en el palacio de gobierno por el presidente Ricardo Lagos. Ayer, unos 60 familiares se manifestaron contra la ley desde las gradas de la Cámara de Diputados. Uno de ellos gritó que �la información (sobre los desaparecidos) la tienen todos los militares y la derecha es su cómplice�. Una de sus pancartas decía simplemente �traición�. Los manifestantes exclamaron repetidas veces que el proyecto de ley �impide hacer justicia y consagra la impunidad�. Y luego comenzaron a lanzar monedas contra los diputados. Fue demasiado para el presidente de la Cámara, el diputado del Partido por la Democracia Víctor Barrueto, quien ordenó a la policía desalojar las gradas. La orden fue cumplida con violencia: algunos familiares fueron literalmente arrastrados para removerlos del recinto. La sesión pasó suspendida durante casi media hora hasta que se reanudó para el debate y votación del proyecto. La ley fue aprobada con 105 votos a favor contra cuatro abstenciones.
Por primera vez en los más de diez años de transición a la democracia �y no obstante su inmenso peso moral�, la AFDD se quedó aislada frente al apoyo que el proyecto recibió de todos los sectores políticos y de la Iglesia, las Fuerzas Armadas y el Poder Judicial el acuerdo alcanzado por la Mesa de Diálogo la semana pasada. El documento acordado deja en manos de los militares, con un plazo máximo de doce meses, la búsqueda de los restos de los desaparecidos en la dictadura de Augusto Pinochet. La Mesa de Diálogo operó bajo la ficción de que actualmente los militares no poseían esa información. Debían buscarla. Y sus fuentes �como garantizó la ley aprobada ayer por los diputados chilenos� permanecerán en el más estricto anonimato. Lagos envió el proyecto de ley al Congreso con la máxima urgencia. Pero previamente los comités de todos los partidos con representación parlamentaria, incluyendo la derecha, ya se habían comprometido a apoyarlo, por lo que es seguro que será ley hoy o en los próximos días.
Mientras la ley era votada en la Cámara de Diputados, el presidente recibió en el Palacio de La Moneda a la directiva de la AFDD. La presidenta de esa agrupación, Viviana Díaz, planteó su preocupación de que se piense �más en cuotas de verdad y no en justicia�, y su temor de que aplique la Ley de Amnistía de 1978 una vez que sean ubicados los restos o el destino final de los desaparecidos. Esos hallazgos cerrarían las investigaciones judiciales, dado que su base es que las desapariciones son �secuestros agravados� (dado que no hay cuerpos). Lagos enfatizó ante Díaz que �lo único que estamos haciendo es lo que siempre he dicho: quiero que aparezcan los desaparecidos; si el procedimiento (acordado en la Mesa de Diálogo) nos conduce a ello, en buena hora�. Al término de la cita, ambas partes mantuvieron sus discrepancias y Lagos reiteró que su objetivo es que sean encontrados los cuerpos de las víctimas y no interferir con la Justicia. El mandatario censuró los incidentes en el Congreso: �No se justifica en un país donde hay diálogo, donde se conversa�. Y aseguró que �aquí no ha habido �perdonazos�; el proyecto facilita la búsqueda de las víctimas; lo demás sigue igual y los tribunales seguirán sus procesos�.
Por Mario Acuña *
Reencuentro cívico-militar
El proyecto de ley que se aprobó en la Cámara de Diputados fue votado en forma prácticamente unánime, con sólo cuatro votos de abstención y el resto de los parlamentarios a favor. Esto nos da la gran posibilidad de enfrentar el futuro con optimismo, para finalmente poder conocer la realidad y el destino de los detenidos-desaparecidos durante la dictadura en nuestro país.
En ese sentido, la Mesa de Diálogo es una instancia que ha recibido el reconocimiento generalizado de la ciudadanía chilena y de la cual han participado importantes abogados defensores de los derechos humanos, que incluso tomaron parte en la redacción de este proyecto de ley, más allá de las opiniones contrarias de los deudos de las víctimas.
Ha quedado establecido claramente en el texto que esto no se trata de una ley de Punto Final ni de ninguna forma de amnistía para los militares. Eso está indicado en el documento y así lo hemos votado. Por otra parte, ésta es la primera vez que las Fuerzas Armadas asumen lo que ellos han llamado un �compromiso de honor y patriotismo� para dar una solución al tema de los detenidos-desaparecidos en Chile, y más concretamente en relación a dónde se encuentran sus restos.
Las condiciones actuales, bajo un gobierno democrático, en que se llegó a este acuerdo de la Mesa de Diálogo son muy diferentes a las que existían hace 15 o 20 años. Por lo tanto, nosotros como parlamentarios no tenemos más que reconocer que con este tipo de iniciativas queremos reencontrar, después de tanto tiempo, a la sociedad civil con las Fuerzas Armadas.
* Presidente del bloque de diputados de la Democracia
Cristiana chilena. |
Por Roberto Garreton *
No impide hacer justicia
La Mesa de Diálogo es una institución importante, que si bien fue convocada por el Ministerio de Defensa, también es posible que haya sido a instancia de los cuadros superiores de las Fuerzas Armadas, que quisieron dialogar porque tenían algo nuevo que decir. Algunos abogados aceptamos participar; otros no, al igual que las más reconocidas y representativas agrupaciones de familiares de las víctimas, que temieron que la iniciativa fuera para traer de vuelta a Chile a Pinochet cuando estaba detenido en Londres. En realidad, luego se demostró que la Mesa de Diálogo no tuvo nada que ver con la decisión del ministro Straw ni con los juicios que se están llevando aquí contra militares implicados en las violaciones de derechos humanos.
La Mesa es una acción dedicada sólo a una parte de esta cuestión. No se está buscando una solución al problema general de los derechos humanos en Chile, sino en relación a un punto preciso. No hace foco en qué pasó con los exiliados, los torturados o los presos políticos, sino en los detenidos-desaparecidos. Y de ese grupo se encarga únicamente de aquellos cuyos restos no han sido encontrados. Yo propuse que se hablara de dos aspectos: tanto de la Justicia como de encontrar los restos; sin embargo, el documento sólo se ocupa del segundo punto, que por otra parte ha sido un clamor de los familiares durante 25 años.
Yo no me atrevo a decir si el mecanismo para lograrlo es bueno o malo, pero sí que es un paso adelante. El mensaje con que se envió el proyecto de ley al Congreso dice expresamente que la Justicia sigue por su lado. Porque las Fuerzas Armadas se comprometieron a recolectar la información que todo Chile sabe que tienen. Lo que piden es que se preserve el �secreto profesional�, pero esto de ninguna manera es una amnistía. Si los tribunales determinan que quien dio información es responsable, serán libres de continuar o iniciar procesos judiciales. Pero este proyecto ni avanza sobre ese aspecto ni disminuye esa capacidad para investigar.
* Abogado especialista en derechos humanos. Miembro de la
Mesa de Diálogo. |
Por Fanny Pollarolo *
Entender a los familiares
La reacción de los familiares de las víctimas resulta absolutamente comprensible y atendible después de haber vivido tanto tiempo continuas dificultades y obstrucciones a su decisión de encontrar la verdad y la justicia. Los parlamentarios socialistas entendemos su rechazo y desconfianza, aunque para nosotros el proyecto de ley y el acuerdo en general significan un avance, modesto pero sin riesgos de que supongan una nueva obstrucción a la Justicia.
De todos modos, es natural que esta tranquilidad que tenemos nosotros no la tengan ellos. Y por eso mismo es muy doloroso y lamentable que se haya producido una situación en la Cámara de Diputados que no deseábamos de ninguna manera. A nuestra bancada y a los representantes de la Concertación nos dolió profundamente que se desalojara a los familiares presentes. Tanto como el hecho de que no se haya podido llegar a un acuerdo conjunto en la Mesa de Diálogo con sus principales agrupaciones.
Esta es una iniciativa compleja a pesar de ser bastante simple, a pesar de que sólo busca que las Fuerzas Armadas, y el Ejército particularmente, se comprometan a entregar información sobre el destino de los detenidos-desaparecidos. Y si la aprobamos es porque creemos seriamente que no hay posibilidades de que vaya a entorpecer el accionar de la Justicia para encontrar la verdad.
* Diputada socialista chilena. Vicepresidenta del partido. |
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