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EUROCOPA: ESPAÑA CLASIFICO EN EL DESCUENTO
La tienda de los milagros

Perdía 3-2 y lo dio vuelta 4-3 en cinco minutos, sacando de la Copa a Noruega. Holanda venció 3-2 a Francia en un gran partido y ganó su grupo.

Los españoles festejan su repentina clasificación.
Con goles de Mendieta y Alfonso dieron vuelta el partido.


t.gif (862 bytes) Con dos goles durante los cinco minutos de tiempo de descuento, España dio vuelta el partido, le ganó 4-3 a Yugoslavia y se clasificó de manera histórica para los cuartos de final de la Euro 2000, mientras que Holanda venció 3-2 a Francia y se adjudicó el grupo D. En los otros encuentros de la jornada, República Checa derrotó 2-0 a Dinamarca y Noruega empató 0-0 con Eslovenia, aunque los cuatro equipos quedaron eliminados. Ahora en cuartos de final se enfrentarán Holanda-Yugoslavia y España-Francia. 
Con el 2-3 del marcador y el tiempo adicionado ya en marcha, un penal convertido por Gaizka Mendieta puso una luz de esperanza para los españoles, que tenían ya medio pasaje de regreso en el bolsillo. Pero dos minutos después, Urzáiz bajó de cabeza una pelota y Alfonso cruzó un zurdazo que se metió abajo, junto al palo derecho de Kralj, para evitar la eliminación española. Mientras tanto, en Arnhem, los jugadores noruegos pasaban de la euforia a la decepción, ya que el empate 0-0 ante Eslovenia que habían logrado les estaba dando el paso a los cuartos. Claro que todo cambió con el gol de Alfonso y el punto ya no servía de nada a pesar de sumar los mismos puntos que los yugoslavos.
Yugoslavia se había puesto en ventaja con un cabezazo de Savo Milosevic, aunque Alfonso alcanzó el empate nueve minutos más tarde. En el arranque del segundo tiempo, Ivika Govaderica volvió a adelantar a los balcánicos, pero Pedro Munitis logró la paridad en el ataque siguiente. Pese a que se quedaron con diez hombres por la expulsión de Slavisa Jokanovic, los yugoslavos aprovecharon un error del fondo español para ponerse 3-2 por intermedio de Komljenovic. Parecía que ése sería el resultado final hasta que llegó el milagro español, que de esa manera evitó una nueva frustración en un torneo internacional.
En Amsterdam, Holanda se quedó con el grupo D tras vencer 3-2 a Francia, que presentó un equipo con mayoría de suplentes. Patrick Kluivert, Frank de Boer y Boudewijn Zenden convirtieron los goles de los locales, mientras que Christophe Dugarry y David Trezeguet marcaron para los franceses. Holanda dejó en claro por qué es uno de los grandes candidatos a quedarse con el torneo al brindar una demostración de juego, a pesar de que estuvo dos veces en desventaja. Con esta victoria, Holanda consiguió mantenerse en su país hasta el final del torneo. En el otro encuentro del grupo, la República Checa se despidió del certamen con un claro triunfo 2-0 ante Dinamarca con dos goles de Vladimir Smicer.


opinion
Por Diego Bonadeo

Como en el Mayo Francés

Estaban Fontaine y Kopa, traspolados desde los tiempos del Mundial de Suecia. También el espíritu de Kovacs y el de Rinus Michels, y el de Ajax y Feyenoord llevando al fútbol las entrañables y casi bucólicas consignas del Mayo Francés, para que poco después Johann Cruyff, Rep, Neeskens y los otros hicieran posible que, también desde la pelotita, la imaginación al poder fuera una utopía posible. También jugaron Rocheteau, Platini y Giresse. Y para Holanda, Ruud Gullit y Van Basten. Estaban todos, pero con otros nombres.
Y se desmayaron los tecnócratas. Los profetas del resultadismo pincharon con alfileres retratos y fotografías de Helenio Herrera, de Bilardo, de Javier Clemente, de Juan Carlos Lorenzo. La gente bailaba en las calles de Amsterdam alrededor de hogueras alimentadas con pizarrones, fichas magnéticas, caseteras y videos con telebeams que repetían patadas y posiciones adelantadas. Los necios reservaban pasajes aéreos, ferroviarios y fluviales para huir rápidamente de tanta belleza, de semejante orgía de fútbol.
Fueron abolidos de todos los repertorios futboleros las frases de los profetas del odio. A todo aquel que pronunciara o escribiera �todos los rivales son difíciles� o �hay que tomar precauciones� o �el mejor resultado es cero a cero� se lo someterá en todo el territorio del mundo del fútbol a una �probation� de dos horas de caños, sombreros, rabonas, wines que llegan al fondo, centrales que salen jugando y gambeteadores que gambetean encarando, y a la lectura de Fútbol a sol y a sombra de Eduardo Galeano.
En Holanda y en Francia se instituyó la Gran Orden del Paladar Negro para todos, jugadores, árbitros, directores técnicos, espectadores, organizadores, periodistas, dirigentes e inclusive para la Reina Beatriz de Holanda �sentada en el palco cerca de Cruyff� que hayan presenciado el partido. Sin embargo, se comenta en algunos mentideros europeos que hubo quienes, oscurecidos y entristecidos por tanto resplandor, decidieron por precaución �decían también que la alegría futbolera es peligrosamente contagiosa� devolver la condecoración.
Todos los diarios y noticieros del mundo omitieron por olvido el resultado del partido y, por consenso, decidieron un título único: �Futbolistas holandeses y franceses jugaron, cantaron, bailaron, divirtieron y emocionaron�.

 

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