Por Javier Lorca y Cecilia Sosa
 Los diputados del PJ pretenden cambiar las reglas de juego en las universidades nacionales. En la Comisión de Educación de la Cámara baja, impulsan un proyecto para que los rectores, decanos y demás titulares de órganos unipersonales de gobierno sean elegidos por el voto directo de los integrantes de la comunidad universitaria. �La iniciativa pretende democratizar los sistemas de elección, y que los alumnos y docentes sean la clave de la nueva universidad�, señaló la autora del proyecto, Cristina Fernández de Kirchner. Entre varias críticas, la propuesta es rechazada por la conducción del movimiento estudiantil. Mientras la Universidad Nacional de San Luis se apresta a aprobar un sistema muy similar (ver aparte), aquí se abre el debate.
La idea de los legisladores justicialistas es modificar la Ley de Educación Superior. El PJ quiere agregar en su artículo 54 que los rectores o presidentes de las universidades, al igual que otros cargos, deben ser �elegidos por votación directa, doble vuelta y mediante el voto universal, secreto e igual de quienes resulten electores de los integrantes de los órganos colegiados de gobierno�. El voto de cada claustro sería ponderado de acuerdo con los casos y, si ninguno de los postulantes alcanza el 50 por ciento de los sufragios, se iría a un ballottage entre los dos candidatos más votados.
Dada la composición de la Cámara de Diputados, el proyecto tiene pocas chances de prosperar. Por eso, su mentora aseguró que �lo más importante es abrir la discusión�.
Hasta hoy, como la ley no dice nada, cada institución resuelve cómo elegir a sus autoridades. De hecho, en la mayoría de ellas, esas elecciones son indirectas. Como ejemplo, vale el caso de la UBA: los alumnos, docentes y graduados eligen a sus representantes para los consejos directivos de cada facultad, quienes a su vez eligen al decano. Los consejeros, también, votan a sus representantes en el Consejo Superior. Luego, todos, consejeros directivos y superiores, más los decanos, eligen al rector. �Actualmente, son los representantes de los claustros quienes eligen a los titulares de los cargos ejecutivos y, cuando una voluntad delega en otra su derecho a la elección de sus gobernantes, se corre el riesgo de la pérdida de representatividad y, por ende, de legitimidad�, argumentó Fernández de Kirchner.
Desde el movimiento estudiantil, conducido por la Alianza, sólo hubo críticas. �Los diputados justicialistas no entienden cómo se maneja la universidad, donde no hay un sistema ejecutivo de representación, ni decretos. Son las asambleas, los consejos directivos y los superiores los que deciden, no el rector ni los decanos�, dijo Guillermo De Maya, titular de la FUBA. Su correligionario de la FUA, Manuel Terrádez, opinó que la propuesta vulnera la autonomía universitaria: �Algunos legisladores del PJ repiten el error de cuando sancionaron la Ley de Educación Superior, intentando de manera reglamentarista y prepotente legislar sobre lo que es potestad de la comunidad académica�. Para Ernesto Brunetto, secretario general de FUA, �el sistema indirecto permite que tanto las facultades más chicas como las más grandes puedan incidir por igual en los resultados de la elección. En cambio, en la elección directa, suelen imponerse más los aparatos y las campañas publicitarias que pueda organizar cada candidato incluso por fuera de la universidad�.
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opinion
Por Horacio González * |
| El cuerpo de la universidad
Hemos visto una exuberante publicidad de UBAnet, que juega con la idea de desnudez. El que no se capacita, nos dice, queda desnudo. En verdad, lo que preocupa es hasta qué punto esa publicidad es la que está desnuda de ideas, previsiones y compromisos respecto a lo que es el conocimiento. El proyecto UBAnet, con su chispeante llamamiento, reviste inusitada gravedad.
En primer lugar, sustituye la idea de conocimiento por la de capacitación, con su promesa ilusoria de absorción laboral. En segundo lugar, su concepto publicitario incorpora los iconos del mercado, no para innovar lenguajes, sino para mostrar sumisión a una mezcla de absolutismo y oportunismo de imágenes, ingresando simplemente en la trivialidad metafórica. �Sin capacitación estás así�, dice el aviso con el envidiable tórax del efebo desabrigado. Es el engañoso tuteo de un mercado que, con sus lenguajes coloquiales, sabe ser perfectamente cruel.
En tercer lugar, UBAnet significa una asociación con empresas internacionales de telecomunicación. Esa presencia de las grandes economías informáticas, con sus ufanos pectorales, no deja esperanzas respecto al ya maltrecho autogobierno universitario. El aviso conjuga el logotipo de una de esas compañías con el viejo escudito de la UBA, que muestra la arcaica dama insinuante y pensativa, sugestivamente semidesnuda en su candor ya inútil. No es difícil conjeturar que esta asociación sitúa a la Universidad como torpe proveedora de mano de obra intermedia, dentro de un procedimiento que contribuye a forjar un mercado laboral rápido y devaluado.
Esta desmañada trata, paso avanzado hacia la Universidad Agencia de Mercado, permitiría entender mejor la �rotación en la gestión� propuesta para los institutos de Filosofía y Letras. No se quiere renovar nada, en cuyo caso cualquier argumento es atendible, sino desembarazar a la universidad de profesores que mantienen la memoria crítica de un mundo cultural anterior. El actual son esas �cajas torácicas� que no ven la sociedad en su historicidad de profesiones y saberes, sino como un mercado con brumosas dádivas �in pectore�.
* Sociólogo, profesor de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA) |
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