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�ROMEO Y JULIETA�, POR PURO GRUPO
Obra en construcción

Ideal para niños mayores de diez años, la puesta de Pablo Di Felice propone una visión atípica del clásico de William Shakespeare: la de una compañía que debe representarla sin recursos de ningún tipo. 

Pablo Di Felice y Mónica Spada, Romeo y Julieta de emergencia.
A través de la historia, los actores muestran el detrás de escena.


Por Inés Tenewicki

t.gif (862 bytes) Esta versión de Romeo y Julieta, a cargo del grupo Puro Grupo, sorprende al espectador desprevenido que espera ver un edulcorado Shakespeare para chicos. No se trata de una adaptación con anestesia de la impresionante tragedia de los amantes de Verona, sino de una versión disparatada, un juego teatral entre dos personajes que dan vida a un par de actores resignados y desesperados, sin dirección ni recursos para actuar, que echan mano a la imaginación para poblar un escenario vacío y representar como pueden la obra quizá más conocida de William Shakespeare. 
Dos actores, Mónica Spada y Pablo Di Felice, protagonizan esta interpretación desfachatada, absurda y plena de gags humorísticos de Romeo y Julieta, que es en realidad la búsqueda de un lenguaje determinado por la falta de materiales (todos los necesarios en una obra de teatro) que hace de la escasez no sólo una situación a superar, sino una condición maravillosa que favorece la agudización del ingenio. Romeo y Julieta (una obra en construcción) va hilando por fragmentos la historia de Montescos y Capuletos �sin eludir temas como el odio o la muerte� a partir de otra historia, casi tan arriesgada como la que pensó Shakespeare: la improvisación de un espectáculo sin vestuario, ni escenografía, ni actores secundarios ni guión: sólo algunas telas, una escoba, una escalera, unas bolsas y otros elementos propios de una obra en construcción, sumados a la habilidad de los actores con el baile, el canto y rutinas de acrobacia, entre otros recursos. 
Sin embargo, esta versión necesitaría un anclaje más explícito con el texto shakespeareano. Sin un conocimiento previo de la historia, la obra de Puro Grupo no se comprende en toda su dimensión, sobre todo teniendo en cuenta que se dirige a chicos pequeños. La acción del relato que se presenta en la sala de Liberarte parte en la ficción de un accidente ocurrido en el marco de un festival de teatro: un grupo de veintitantos actores, escenógrafos, vestuaristas, músicos y técnicos que representan a la Argentina y que van a interpretar Romeo y Julieta en un estudio de TV queda varado a doscientos kilómetros del canal. Frente a esta noticia, recibida cinco minutos antes de la función, el director decide pese a todo presentar la obra con los únicos dos actores presentes y con los pocos elementos que puedan conseguir y reciclar. 
Los dos protagonistas acatan el desafío y ponen el cuerpo �literalmente� para no contrariar a un director que impone que �el show debe continuar�. Claro que el resultado es otra obra, diferente a la que alguna vez concibió el autor inglés: la que devela los mecanismos íntimos de una puesta teatral y presenta los principios de construcción de una obra como tema más interesante. Así, por ejemplo, los actores de ficción se valen frente a la emergencia de sus manos para imitar un par de gafas, un lampazo para simular el sombrero del papá de Julieta o una escoba para componer la cabeza de la madre. Con unas bolsas elásticas sobre sus cabezas representan a otros miembros de las familias, y un biombo improvisado separa las escenas, que serán resueltas en medio de efectos bufonescos. Como la del baile, a la que la ausencia de una dirección musical condena a la ridícula sucesión de minué, tango y cha cha chá. O la alternancia de parlamentos dramáticos, fieles al texto de Shakespeare, enmarcados por un clima de solemnidad como �oh, luna envidiosa...� o �¿por qué el amor odia y el odio ama?� con otros como �es una payasada lo que estamos haciendo�. 
La obra de Puro Grupo, en definitiva y a pesar de que debería dirigirse a un público mayor de nueve o diez años, resulta interesante y a la vez divertida, los actores son plásticos y habilidosos y están a la altura de lo que se postula como un producto básicamente actoral. Puro Grupo se define como un equipo que se unió con la necesidad de expresarse con un lenguaje y una consigna que es la búsqueda de su propia identidad. Entre sus obras se encuentra Alto Colon, una comedia musical infantil; La morisqueta, comedia dramática presentada el año pasado en el teatro Palermo; Piantados, un espectáculo de sainete, circo y musical realizado en 1996, y De parientes y parientelas, un show musical de humor presentado en 1999 en Necochea.

 

Para ir

Saltimbanquis, comedia musical dirigida por Mario Martínez. Reestreno en La Casona del Teatro, Corrientes 1979, sábados, domingos y feriados a las 16.
Papando moscas, rock para chicos, en el Hard Rock Café, los sábados de junio y julio a las 16.30 en Pueyrredón 2501, Bs. As. Design ($4)
Soltando amarras, por el grupo La Fiaba, para chicos desde 6 años. Sábados y domingos a las 17.30 en la Casona del Teatro, Corrientes 1979 ($7)
Cuentopos para el recreo, espectáculo de juglar, sábados y domingos a las 17.30 en el Auditorio UPB, Ciudad de la Paz 1972 ($6).

 

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