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Con una excelente actuación de Luis Figo, la selección portuguesa volvió a desarrollar un juego de alto vuelo y se convirtió en el primer clasificado para las semifinales de la Euro 2000 al derrotar 2-0 a Turquía con dos goles de Nuno Gomes. De esta manera también se terminó el sueño de los turcos, que por primera vez se habían clasificado para esta instancia y que a pesar de la derrota se fueron muy conformes con su rendimiento. Ahora Portugal se medirá en semifinales con el vencedor del partido que jugarán hoy España y Francia. Mucho le costó a Portugal dominar a Turquía debido a la concentración en defensa que pusieron los dirigidos por Mustafa Denizli. En el primer tiempo, los portugueses sólo crearon ocasiones con pelota parada. En sendos tiros de esquina que no supo resolver la defensa turca, Costinha se quedó solo ante Rustu, pero remató al cuerpo del arquero a los 19 minutos y desvió otro a los 43 minutos. Claro que la expulsión del central Alpay por agredir a Fernando Couto cuando promediaba la etapa forzó a la defensa turca a desdoblarse para disimular la inferioridad numérica. Pero todo el esfuerzo de Turquía lo derrumbaron entre Luis Figo y Nuno Gomes, al final de la primera parte y en el arranque de la segunda etapa. A los 44, un pase de Figo al centro del área fue aprovechado por Nuno Gomes para adelantar a su equipo, con un cabezazo cruzado, en una jugada en la que la selección de Mustafa Denizli extrañó al central expulsado. Claro que la respuesta turca fue casi inmediata. Cuando ya se jugaba tiempo de descuento, Arif ingresó al área por la izquierda, Fernando Couto se tiró para barrer al corner, pero aunque no pareció falta el árbitro sancionó el penal. Sin embargo, Vitor Baia adivinó el lanzamiento del delantero y terminó por enterrar las esperanzas turcas. En el inicio del segundo tiempo, la fórmula portuguesa se repitió para liquidar el partido. Figo le dio otro pase a Nuno Gomes para que anotara el segundo gol, tras una gran jugada por la derecha. A partir de allí, Turquía bajó definitivamente los brazos ante un rival que comenzó a florearse como lo había hecho en los partidos anteriores. Apareció el toque, la movilidad y la rotación de sus jugadores para crear innumerables situaciones de peligro frente al arco turco. Sólo la impericia en el momento de la definición de los atacantes portugueses y la sobresaliente actuación del arquero Rustu impidieron que se consumara una goleada. El ritmo que impuso el equipo de Humberto Coelho se prolongó hasta el final, ante un conjunto turco que se despidió con dignidad de un torneo en el que hizo historia. Ahora Portugal va por lo suyo.
Italia es semifinalista haciendo lo justo Italia cumplió con su papel de favorito al derrotar 2-0 a Rumania, y de esta manera se clasificó para las semifinales de la Euro 2000, en las que se enfrentará al vencedor de Holanda y Yugoslavia. El equipo de Dino Zoff exhibió su habitual juego basado en una gran organización defensiva, hizo los méritos justos para ganar, para lo que se aprovechó de los constantes errores de colocación de una defensa rumana totalmente reorganizada ante las bajas de los sancionados Cosmin Contra y Dan Petrescu, y del lesionado Gica Popescu. De esta manera, las mejores ocasiones italianas llegaron al romper con una facilidad asombrosa los defectuosos intentos de la zaga rumana de dejar a sus rivales en fuera de juego. Así marcó Italia los dos goles con que Francesco Totti y Filippo Inzaghi sentenciaron el partido en la primera mitad y así dispuso el propio Inzaghi de otras dos clarísimas oportunidades en la segunda parte, pero uno de sus disparos dio en la base del poste y el otro salió fuera por poco. El partido tuvo una primera media hora soporífera, en la que la contención y el respeto mutuo primaron sobre el juego ofensivo, pero se rompió tras el gol conseguido por Totti en el minuto 32, tras recibir una gran asistencia por alto de Fiore. Rumania pudo empatar con un globo de Hagi, pero el toque del astro rumano rebotó en el poste. La segunda parte estuvo casi demás, ya que Italia se limitó a defenderse y Rumania se mostró impotente para generar peligro.
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