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Por L.V. La propuesta de Carlos Ruckauf de impulsar un pacto entre la Alianza y el PJ para cambiar la política monetaria y remover a Pedro Pou del Banco Central generó opiniones discordantes en el bloque de senadores del oficialismo, donde nadie oculta su antipatía por el banquero, pero donde algunos se apuraron en recordarle al gobernador bonaerense que su destitución es, ante todo, una decisión política que deben tomar el presidente De la Rúa y su ministro de Economía, José Luis Machinea. Creo que efectivamente Pou no debe permanecer en el cargo porque ni siquiera confía en la moneda argentina, dijo ayer a Página/12 sin asomo de dudas el senador Leopoldo Moreau. Con sólo repasar su prédica en favor de la dolarización, la permanencia de Pou se hace insostenible. Pero, mucho más cautos, sus pares José Genoud y José María García Arecha condicionaron el aspecto institucional de la remoción es decir, la posibilidad de que el PJ, con mayoría en el Senado, ponga sus votos para conseguir los dos tercios necesarios a sus consecuencias sobre la política económica. Y subrayaron que, si bien en lo formal alcanza con los dos tercios del Senado, nadie debería levantar su mano sin la previa aprobación del Ejecutivo. Genoud remarcó que hemos tenido diferencias públicas y notorias con Pou, pero estamos alineados con las decisiones del Presidente y su ministro de Economía, por lo que no basta con la decisión del Senado. En el mismo sentido, García Arecha agregó que cualquier medida que afecte a la política económica tiene que ser resuelta por el Presidente y el ministro del área. Y aprovechó para recordarle a Ruckauf que, aunque apoyamos la necesidad de la concertación, ésta no puede partir de cuestiones puntuales impuestas por quienes no les ha tocado la responsabilidad de gobernar. En un reportaje exclusivo publicado ayer por Página/12, el gobernador justicialista propuso abrir el diálogo entre las dos principales fuerzas para modificar la política monetaria. Discutamos la baja del encaje bancario, ejemplificó. En la Argentina tenemos 22 por ciento de encaje, mientras que en España es del dos por ciento. Esto significa que en la caja de los bancos hay una monstruosa inamovilidad de dinero, justo cuando lo que hace falta es bajar las tasas de interés. Cuando se acotó que tal política de encaje fijada por el presidente del Central, Ruckauf respondió: Si no cambia la política, cambiemos al presidente del Banco. Se puede hacer con los tercios del Senado. Pou fue nombrado por el ex presidente Carlos Menem, tiene mandato hasta el 2004 y viene resistiendo en su cargo a pesar de haber sido procesado por su presunta responsabilidad en la caída de los bancos Patricio y Mayo. Poco antes del cambio de gobierno estuvo a punto de ser desplazado, a punto tal que, por iniciativa de un grupo de senadores de la Alianza, se formó una comisión especial parlamentaria para investigarlo. La medida tuvo el apoyo de varios legisladores del PJ. Cuando asumió De la Rúa la continuidad del funcionario fue un punto de fuertes fricciones internas. Básicamente porque durante la gestión anterior el banquero había sido cuestionado con dureza desde la oposición, ahora devenida en oficialismo. Había número para removerlo, aseguró ayer un hombre del Parlamento, pero (el ministro de Economía José Luis) Machinea sostuvo que no era el momento adecuado y que echarlo sería una pésima señal para los organismos de crédito. Este criterio fue apoyado, según los consultados, por Fernando de Santibañes y acatado por los senadores de la Alianza por cuestiones de disciplina interna, que incluyeron un llamado del Ejecutivo para moderar el tono de las críticas. Pero dentro del bloque oficialista hay unanimidad en que el mandato de Pou no debería extenderse por mucho más. El tema fue reflotado por los senadores aliancistas el miércolespasado, durante un retiro espiritual en que debatieron los pasos a seguir. Pou fue defendido ayer en soledad por Alberto Kohan, quien se preguntó qué sentido tendría sacarlo y criticó los gestos de acercamiento de Ruckauf hacia el Gobierno. El PJ es un partido frentista, pero a mí jamás se me ocurriría hacer un frente con la Alianza, apuntó. Habrá que ver qué dicen de la propuesta de Ruckauf Eduardo Menem, Augusto Alasino y Eduardo Bauzá, tres de los senadores que sostuvieron a Pou ante cada una de las embestidas en su contra. Hasta ahora, con infalible éxito.
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