Por Patricia Chaina
La mujer sonríe delante y detrás de cámaras.
Posa para las fotos y bebe, despacio, una copa de agua mineral. Se la
ve confiada en el cambio de perfil que ha decido. Siete años
de hacer Causa común fueron más que suficientes,
reconoce María Laura Santillán, la mujer que sonríe.
Mirtha Legrand hay una sola y yo tenía ganas de hacer otras
cosas, concretamente algo periodístico, y si era posible de rigurosa
investigación, agrega la conductora que ya no bailará
con Julio Bocca, ni pondrá su simpatía al servicio del público
femenino que consume talk shows cada tarde. Periodista y no animadora,
se ocupa de aclararlo, Santillán encabeza desde pasado mañana
miércoles a las 23, el equipo que dará vida a Telenoche
investiga, el programa. Con Juan Miceli como coconductor y la participación
de Miriam Lewin, Luis Otero y Sergio Elguezábal -responsable del
diseño del ciclo, la sección que durante seis años
fue una figura estelar del noticiero central de Canal 13, se independiza.
Durante los próximos cinco meses el ciclo emitirá en veinte
programas -en vivo, el resultado de investigaciones que toman como
base la denuncia del telespectador. En el site de Internet que ya generó
la producción del programa .www.telenocheinvestiga.com. se reciben
entre 30 y 40 denuncias por día. Se clasifican en cuatro rubros
y se desarrollan las investigaciones con cámaras ocultas o expuestas.
Esa característica de trabajar sobre denuncia y prueba, dice la
conductora, equiparará el suyo a programas como Día
D, Punto Doc, y Hora clave. Son los
ciclos que han recuperado horarios centrales para lo periodístico
en los canales de aire, analiza. Pero la competencia no será
con programas afines, sino con los que están en su misma franja
horaria, entre ellos Viva la diferencia y La guerra
de los sexos. ¿Nos verá la gente a las 11 de
la noche?, se pregunta.
¿Cómo nació la idea de que usted condujera
este ciclo?
Nació como una linda coincidencia, yo tenía ganas
de hacer algo netamente periodístico y si era posible de investigaciones
rigurosamente probadas. Telenoche y el canal tenían
ganas de convertir la sección en programa, y Juan (Miceli) también
quería cambiar de proyecto. Nos metimos en esto y acá estamos.
Cinco meses es el planteo inicial. Soy de las que piensan que si estos
veinte programas salen bien, estoy hecha. Que sorprendan, que sean lo
que la gente está esperando, que se vean. Y creo que si un canal
de aire le da un lugar a las investigaciones rigurosas para mí,
poder estar ahí ya es un lujo, si sigue será un plus.
¿Cómo se estructuran los rubros de investigación
en el programa?
No hay reglas fijas, hay secciones que le ponen un título
a las investigaciones, todas parten de una denuncia de las ganas de saber
lo que no se ve, lo que no se conoce, lo que está oculto: Ecología,
Consumo y laboratorio, Historia y Reinvestiga. No significa que salgan
todos los miércoles, el programa no tiene una estructura fija.
Hay investigaciones muy pesadas que no dan lugar a casi nada más,
que tiene repercusiones inmediatamente. Algunas las iremos dando en el
programa en vivo, y otras irán creciendo incluso cuando el programa
termina.
¿Qué temas elige para sus investigaciones?
Me gusta el trabajo con algunos personajes de la historia que siguen
haciendo de las suyas. Porque más allá de las denuncias,
la mayor parte de las investigaciones surgen al ir a ver qué pasa.
También da miedo porque cuando vamos a la entrevista ya hicimos
la investigación, y sabemos quién tenemos enfrente. Es muy
fuerte.
¿Por qué decidió terminar su talk show?
En mi naturaleza está cambiar. El programa duró siete
años, más que la secundaria, y eso fue un tema. Cuando ya
se estaba hablando del octavo año, me pareció mucho. Creo
que Mirtha Legrand hay una sola. Yo necesito cambiar. Me gusta no saber
qué pasa el año que viene. Aunque haya gente ala que eso
mismo le provoque mucha inseguridad, a mí me produce adrenalina:
delante de mí tengo un mundo abierto.
¿Este cambio en su perfil también puede verse como
antesala a su ingreso a la conducción de Telenoche,
el noticiero?
Trato de amoldarme a lo que hay, y no hay ningún proyecto
más adelante. No puedo hablar de otra cosa, y no tengo el gran
sueño de conducir rubros que no hice. Creo que en TV hay dos posibilidades:
mantener la tensión por si esto se termina, y la otra vivirlo relajadamente.
Después se verá cómo sigue el camino. Ahora, me muero
si tengo que estar encerrada en un estudio.
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