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DE LA RUA RESPALDO AL CUESTIONADO PRESIDENTE DEL BC, PEDRO POU
Siete vidas del último menemista

Ruckauf había reclamado, en el reportaje que le hiciera Página/12 el domingo pasado, la remoción de Pedro Pou. De la Rúa y José Luis Machinea salieron a defender al titular del BCRA. Apoyo de los banqueros al rumbo económico del Gobierno.

Por Claudio Zlotnik
t.gif (862 bytes)  “Mi gobierno respeta la independencia de la autoridad monetaria”, aseguró Fernando de la Rúa. “A mí me parece que hay que respetar tanto las instituciones como las leyes”, opinó José Luis Machinea. De esta manera, el Gobierno salió a respaldar a Pedro Pou al frente del Banco Central. Lo mismo hicieron los principales banqueros del país, cuando Página/12 los consultó sobre el reclamo que Carlos Ruckauf hizo a través de este diario de unir fuerzas entre el PJ y la Alianza para echar a Pou del Banco Central. El propio Pou pronunció una encendida autodefensa en su discurso frente al auditorio de más de un millar de banqueros que lo escuchaban en la Reunión Anual de ABA (Asociación de Bancos de la Argentina). “Tenemos que sentirnos orgullosos como nación de que la independencia del Banco Central haya sido plenamente respaldada y respetada”, dijo, saliendo así al cruce a la ofensiva del gobernador bonaerense y, a la vez, cuidando su sillón.
En un reportaje publicado por este diario el domingo pasado, Ruckauf se mostró partidario de disminuir los encajes bancarios (dinero que las entidades financieras están obligadas a inmovilizar) y destinar esos fondos a medidas reactivantes de la economía. “Si no cambia la política (monetaria), cambiemos al presidente del Banco Central”, propuso el mandatario provincial (ver aparte).
En la sesión inaugural del encuentro de ABA, los dichos de Ruckauf fueron la comidilla de los banqueros. A ellos, la figura de Pou les merece confianza y respeto. Y lo defienden contra viento y marea. De alguna manera, se entiende. Fue él quien les cuidó el negocio durante eltormentoso efecto Tequila y las sucesivas crisis financieras internacionales. Y, al mismo tiempo, fue quien impulsó una política que propició la concentración del sistema financiero. “El respeto a las instituciones no es sólo un valor esencial para la vida republicana, sino también condición necesaria para avanzar hacia el desarrollo económico”, juzgó ayer Pou, jugando de local en el colmado salón Libertador del Hotel Sheraton, una audiencia que le aplaudió vivamente su discurso. Durante su exposición criticó a los funcionarios del Gobierno que “hacen declaraciones que ponen en duda la voluntad de honrar nuestros compromisos”.
Pero las cualidades que los banqueros ven en Pou son, justamente, los aspectos más rechazados por políticos y economistas críticos del proceso de concentración y extranjerización del sistema, sean éstos del PJ o de la Alianza. La política monetaria encarada por el mandamás del Central -obligando a los bancos a inmovilizar uno de cada cinco pesos de sus depósitos– terminó perjudicando a las pequeñas y medianas empresas. En la actualidad, las entidades poseen 19.000 millones de pesos depositados en el exterior como requisitos mínimos de liquidez. El mismo perjuicio significó el masivo ingreso de bancos extranjeros al sistema financiero argentino y la estricta normativa que utiliza el BC para calificar a las empresas endeudadas.
Pou, economista ortodoxo, fundador del CEMA junto al ex ministro Roque Fernández, se negó una y otra vez a flexibilizar la política del organismo rector que dirige. Y ayer no fue la excepción. Frente a De la Rúa, Machinea y el propio Carlos Alvarez, insistió: “Los requisitos de liquidez deben ser significativamente mayores en la Argentina que en los países industrializados. No tenemos un colchón de liquidez excedente y tratar de usar (esos fondos inmovilizados) sería un grave error”. Incluso se animó a más, cuando recomendó “una mayor flexibilidad de precios, incluyendo los salarios, compatible con la rigidez de nuestro esquema cambiario”, como una de las tareas pendientes para el Gobierno. De la Rúa, sentado a pocos metros de la tarima ocupada por Pou, tomaba apuntes de cada concepto.
La posibilidad de disminuir los encajes bancarios para inyectar esos fondos a la economía interna fue el centro del reclamo de Ruckauf. Incluso, asumió que, si Pou se negaba a hacerlo, habría que buscarle reemplazante (ver aparte). Pero tanto De la Rúa como Machinea desecharon en forma tajante esa posibilidad. “Yo soy partidario de que se cumpla la ley”, afirmó el ministro, en referencia a la estabilidad de la que goza Pou en su cargo, por mandato del Senado, hasta el 2004. “Me pareció extraño” (la declaración de Ruckauf), añadió. De la Rúa argumentó en el mismo sentido, aunque eludió pronunciarse sobre la gestión del banquero. “Con el presidente del Banco Central no se está conforme ni disconforme”, dijo.
Pero el fuerte rechazo que Pou despierta en la Alianza y el PJ no se limita a su trabajo eminentemente técnico. El funcionario es protagonista en media docena de causas judiciales, todas ellas referidas a polémicas liquidaciones de entidades financieras, como el Banco Integrado Departamental, el Medefin, el Basel y el Austral. También está sospechado de haber favorecido al banquero menemista Raúl Moneta en su condición de dueño de los bancos República y Mendoza. Y se encuentra procesado por el juez Gabriel Cavallo, en una causa en la cual se investiga la quiebra de los bancos Patricios y Mayo.
Por ahora, Pou ha logrado sortear las presiones. El propio equipo económico, que antes de asumir en el Palacio de Hacienda era crítico de la gestión del banquero, ha decidido mirar para otro lado y respaldarlo. Aun cuando se trate de uno de los ideólogos de la dolarización de la economía, un fantasma que más de una vez debió ser ahuyentado por Machinea. Pero Pedro Pou resiste. Sus espaldas no sólo están protegidas por el establishment financiero. También lo respaldan los organismos financierosinternacionales, en especial su amigo Claudio Loser, uno de los pesos pesado del Fondo Monetario.

 

Lo que dijo Carlos Ruckauf

El domingo pasado, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Carlos Ruckauf, dijo en un reportaje exclusivo a Página/12 que “hay que sacar a Pedro Pou” del Banco Central. Estas fueron sus principales definiciones:
“Hay que hablar con De la Rúa, los gobernadores y los bloques de diputados y senadores, y ponernos de acuerdo en un paquete de medidas reactivadoras”.
“Discutamos la baja de encaje”.
“La política de encajes la fija Pedro Pou”.
“Para modificar esa política hay que sacar a Pou”.
“Si no cambia la política, cambiaremos al presidente del Banco Central. Se puede hacer con dos tercios del Senado”.
“¿Quién se negaría ante la opinión pública, en un acuerdo entre la Alianza y el PJ, a modificar la política del Banco Central si eso implica bajar cinco o seis puntos la tasa de interés? ¿Quién puede decir que no?”
“No estoy proponiendo bajar el encaje del 22 al 2 por ciento. Pero cada vez que uno libera un punto del encaje hay 800 millones de dólares que se mandan al mercado”.
“De la Rúa está de acuerdo en bajar las tasas de interés pero que considera que el Poder Ejecutivo no debe inmiscuirse en el Central. Y está bien eso: yo propongo un acuerdo político entre el PJ y la Alianza para una nueva política monetaria”.
“Si hacemos un acuerdo para reactivar nadie se podrá poner del otro lado, porque cada gobernador tiene el problema que tiene De la Rúa y que tengo yo: hay miseria, hay deudas que no se pueden refinanciar”.

 

Las pymes tampoco lo quieren

Decenas de cámaras sectoriales que reúnen a pequeñas y medianas empresas agrupadas en la Confederación Económica de la Provincia de Buenos Aires realizaron ayer una inédita demostración ante cada uno de los senadores. Le dejaron en sus despachos un reloj despertador (importado, porque nacional no hay) para que traten la Ley Pyme, que ya tiene media sanción en Diputados. Pero además de solicitar un rápido tratamiento a esa norma, los empresarios pymes reclamaron la remoción del presidente del Banco Central, Pedro Pou. “Es imprescindible que sea reemplazado el responsable de la aplicación de la Resolución 2180 y Complementarias del Central y responsable de los desmedidos encajes que debilitan la fluidez de la plaza e incrementan los intereses”, afirmó el presidente de dicha confederación, Aladino Benassi. Y agregó: “El doctor Pedro Pou es quien con orejeras tira del carro de la misma, sin querer darse cuenta de que con sus ruedas ha aplastado a vastos sectores del quehacer productivo del país y los ha condenado a la muerte civil sin posibilidades de recuperarse por años”.

 

AVAL DE ESCASANY A LA POLITICA DE AJUSTE FISCAL
“Vamos por el camino correcto”

“Creemos firmemente que avanzamos por el camino correcto y que muy pronto se verán los frutos de la acción del Gobierno, que usted encabeza. Frutos que se reflejarán en un mayor crecimiento, empleo y bienestar para todos”, dijo Eduardo Escasany, titular del Banco de Galicia y de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), ante la mirada satisfecha del presidente Fernando de la Rúa, en el acto de inauguración de la Reunión Anual de banqueros.
“Señor Presidente, queremos manifestarle nuestro firme respaldo a su gestión del gobierno por haber eludido el fácil camino de la demagogia”, completo Escasany para regocijo del Presidente. Durante su exposición, Escasany exhortó a perseverar en la reducción del gasto público y también en la sanción de una nueva ley de Coparticipación Federal de impuestos, este último tema incluido en la agenda oficial de la Reunión. Y, al igual que Bill Clinton días atrás, calificó de “valiente” la actitud del Gobierno por haber decidido una rebaja en los salarios de los empleados públicos para achicar el déficit fiscal.
Escasany tampoco dejó pasar por alto la oportunidad para enviar un mensaje de advertencia al ala política de la Alianza, que en las últimas semanas ha comenzado a inquietarse ante la prolongación de la recesión y el descontento social que generó el último ajuste. “El país enfrenta una difícil situación económica y social, con su inevitable impacto político. Frente a estas dificultades parecen perfilarse en la sociedad dos opciones para enfrentarlas y superarlas”, explicó el banquero. Y prosiguió: “Por un lado están los que aspiran a una política de manos libres en materia cambiaria y fiscal, lo que implica en el caso de nuestro país, y dada su historia de las últimas décadas, un rápido retorno a la hiperinflación. Esta receta viene acompañada de la resurrección de prácticas proteccionistas e intervencionistas”, afirmó. En tanto, dijo que “existe otra actitud ante la crisis y es la de consolidar, con prudencia y firmeza, la integración del país en la economía mundial. Hemos avanzado por este camino en el década del ‘90, desordenadamente, tanto en lo que hace a la transparencia como a la solidaridad social. Hoy se impone continuar por este último sendero, despojándolo de estas deficiencias y profundizando las reformas estructurales, que nos permitan competir en la economía mundial”, concluyó.

 

“Generan incertidumbre”

Pedro Pou sigue cosechando amigos. A las drásticas afirmaciones del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Carlos Ruckauf, sobre la necesidad de removerlo del cargo de presidente del Banco Central debido a su ineficiente política para alentar el crédito, ayer se le sumó el senador de la Alianza Leopoldo Moreau. Pero no se limitó a Pou en sus críticas. Para el legislador Pou y los economistas Miguel Angel Broda y Guillermo Calvo “generan incertidumbre” en el exterior con sus declaraciones. Consultado sobre si una eventual remoción del titular del BCRA causaría una perturbación en los mercados. “De ninguna manera”, contestó Moreau. “La peor señal que podemos dar es la contradicción entre este discurso que yo comparto y el del presidente del Banco Central”, señaló. Agregó que “eso sí puede crear incertidumbre porque Pou, Broda y Calvo, desde afuera, generan incertidumbre porque anuncian una dolarización que les hace pensar a los inversores que no está todo dicho en la Argentina y que vale más la opinión de ellos que la del propio presidente”.

 

 

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