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Por Fernando Cibeira Estaban hablando por teléfono y el presidente Fernando de la Rúa preguntó: ¿Por qué no venís y seguimos charlando acá?. Así fue que el ex gobernador Eduardo Duhalde hizo ayer una visita fuera de agenda a la Casa Rosada para llevar propuestas de los sectores productivos de la provincia, según relató. Más allá de eso, a Duhalde el encuentro le sirvió para volver a la política pública y, al mismo tiempo, mostrarse como otro de los posibles interlocutores peronistas para el diálogo que viene explorando el Gobierno. El ex gobernador quedó tan conforme con la visita que, a la salida, pintó al Presidente como el único salvador posible para el país. De la crisis que vive Argentina se sale con una sola persona y esa persona es Fernando de la Rúa, sostuvo. El Presidente me había dicho que siempre que tuviera alguna cosa importante para decirle no dudara en llamarlo y eso fue lo que hice, explicó Duhalde a Página/12. Lo que tenía para contarle el ex gobernador a De la Rúa eran las propuestas elaboradas por sectores agropecuarios e industriales de la provincia con quienes se reunió en los últimos días. Son sectores que están en ebullición y tienen necesidad de políticas activas, explicó el ex gobernador. El Presidente aceptó enseguida. Es que antes que el diálogo oficial que viene organizando a paso lento el Ministerio del Interior, De la Rúa ha preferido los contactos esporádicos con algunos dirigentes justicialistas con peso distrital. Por ejemplo, con gobernadores como Carlos Ruckauf o con ex gobernadores como los hoy diputados Ramón Puerta, Arturo Lafalla o Jorge Busti. Ayer, Duhalde calificó al diálogo político como indispensable en estos momentos. Pero agregó que no sólo debían incluir a los partidos políticos sino también a los sectores productivos, a quien el ex gobernador parece aspirar a representar. Hay que poner más que paños, sábanas de agua fría, hay que bajar la tensión, hay demasiada violencia en la sociedad como para que haya actitudes de intemperancia, ya sea del oficialismo o de la oposición, advirtió Duhalde. Cuando le preguntaron cuáles eran esas actitudes agresivas puso como ejemplo la decisión del Gobierno de intervenir las obras sociales de casualmente los dos jefes de la CGT, en referencia a Rodolfo Daer y Hugo Moyano. En los últimos meses, Duhalde se había reunido al menos dos veces con el ex presidente Raúl Alfonsín para explorar la posibilidad de abrir un espacio común. Como primer paso, la alternativa sería unirse ante el enemigo que representa el FMI y sus reclamos de ajuste tras ajuste. El encuentro, que provocó escalofríos tanto en la Rosada como en el justicialismo, no pasó de las formalidades. Casualmente, Duhalde y Alfonsín se mencionan como posibles candidatos a senadores en la provincia de Buenos Aires para las elecciones del año que viene. Igual, Duhalde aclaró a Página/12 que no fue a la Rosada en calidad de nada. Tengo buena relación con el Presidente y quiero ayudar. No hay ningún interés ni ninguna posibilidad de un cargo en el medio, puntualizó. A la salida de la reunión que no duró más de media hora, Duhalde hizo algunas declaraciones que sorprendieron por el tono elogioso hasta en la propia Rosada. De esta crisis se sale conducidos por el Presidente de la República o no se sale, sentenció.
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