El partido ZANU-PF del presidente Robert Mugabe, que desde 1980 gobierna
en Zimbabwe, la nación del Cono Sur de Africa, sufrió una
derrota sin precedentes en las elecciones celebradas el fin de semana. Así
lo revelaron los primeros resultados dados a conocer en la capital Harare.
De los primeros 13 distritos escrutados, el Movimiento para el Cambio Democrático
(MDC) del líder laborista Morgan Tsvangirai obtuvo ocho. En los últimos
dos comicios, los partidos de oposición sólo habían
logrado ocupar 3 de las 120 bancas en disputa.
Los observadores señalaron que el MDC, de nueve meses de antigüedad,
y con buenas chances de
ganar la mayoría, podría representar la amenaza de la desobediencia
civil y aun de la violencia abierta para el partido de gobierno si éste
desconoce los resultados. Luego de 20 años en el poder, la popularidad
alguna vez invencible de ZANU-PF se ha derrumbado debido al dramático
empeoramiento de la situación económica para el ciudadano
zimbabuo medio, causado por la corrupción flagrante y la administración
ineficiente. Los analistas también sostienen que el partido además
se vio muy golpeado por la salvaje brutalidad de su campaña en el
campo, apoyada por Mugabe, en donde la denominada guerrilla de los veteranos
de guerra y sus seguidores causaron decenas de muertes en los últimos
cuatro meses, durante sus ataques contra granjeros blancos. Previamente
durante la jornada, la misión de observadores de la Unión
Europea (UE) sostuvo que las elecciones no fueron libres ni limpias por
la violencia ejercida por el partido de gobierno.
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