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LA OPINION DE LOS BANQUEROS, SEGUN UNA ENCUESTA DE ABA
La recesión todavía va para largo

El 66 por ciento de los banqueros considera que la economía todavía tardará en salir de la recesión, por lo menos, siete meses más.

El 66 por ciento de los banqueros considera que la economía todavía tardará en salir de la recesión, por lo menos, siete meses más. 


t.gif (862 bytes) Los guiños que tanto el presidente Fernando de la Rúa como el ministro de Economía, José Luis Machinea, prodigaron a los banqueros de ABA, ratificando en sus discursos que el Gobierno no se moverá del sendero del ajuste, no parecen haber bastado para cambiar el humor del establishment financiero. Según una encuesta realizada entre los hombres de negocios reunidos en el Sheraton, el 66 por ciento de los consultados cree que la economía tardará en salir de la recesión más de siete meses. Más aún, habitualmente insaciables en sus reclamos, la gran mayoría de los banqueros �el 70 por ciento para ser más precisos� consideran que el Gobierno no hizo �los ajuste necesarios para reactivar la economía�. 
Anteayer, el presidente De la Rúa recibió un fuerte respaldo del titular de la Asociación de Bancos Argentinos, Eduardo Escasany, quien habló de la �valentía� del Gobierno al haber reducido los salarios y evitado �respuestas demagógicas�. Un día después, Machinea fue el agasajado en el cónclave de ABA, donde ministro y Presidente se preocuparon por defender �en otra señal a los �mercados�� al cuestionado titular del Banco Central, Pedro Pou, hombre mimado de la banca extranjera.
Sin embargo, tanta sintonía con la banca concentrada de poco le sirvió al tándem De la Rúa-Machinea a la hora de auscultar la opinión de los banqueros respecto de la salud de la economía. Como es habitual en estos encuentros, la consultora Eduardo D�Alessio realizó una encuesta entre los participantes de la Asamblea, cuyos resultados cayeron como un balde de agua fría entre los funcionarios del Palacio de Hacienda. Los principales datos son los siguientes:
El 35 por ciento de los encuestados considera que la economía argentina tardará todavía en salir de la recesión entre siete meses y un año. 
El 18 por ciento estima que se tardará todavía más tiempo en volver a despegar: entre uno y dos años.
Un 13 por ciento considera que la economía seguirá sumergida en depresión por los próximos dos años y recién después comenzará una recuperación importante. 
De otro modo: el 66 por ciento de los consultados cree que recién se saldrá de la recesión, por lo menos, después de siete meses, es decir, en los primeros meses del año próximo.
Sólo el 15 por ciento piensa que la recesión se terminará entre cinco y seis meses. Apenas un 8 por ciento cree que ocurrirá antes: entre dos y cuatro meses. Y un ínfimo 1 por ciento respondió, con optimismo, que la reactivación llegará antes de dos meses.
El consultor de la city, Miguel Angel Broda, también tomó distancia de los pronósticos oficiales y expresó no coincidir con Machinea en cuanto a que en la segunda mitad del año habría un crecimiento sostenido, como dijo el ministro.
Semejantes resultados echan sombras sobre el camino del equipo de economía. Primero, porque revelan que incluso el sector del poder económico que más avala la política de ajuste fiscal a rajatabla aplicada hasta el momento descree que la reactivación esté a la vuelta de la esquina, como se esfuerzan en promocionar Machinea y sus laderos. Segundo, porque si la salida de la recesión es tan lenta como prenuncian los banqueros, entonces Machinea se verá enfrentado a un dilema de hierro muy difícil de resolver. Si la recesión se prolonga durante todo el año, la recaudación tributaria seguiría planchada y entonces el déficit fiscal volvería a alejarse de la meta pautada con el Fondo Monetario. Ante ese escenario, el Gobierno se vería ante la disyuntiva de volver a ajustar el gasto público, lo cual calentaría aún más el ya caldeado clima social, o de renegociar metas más flexibles con el FMI, con lo cual se correría el riesgo de un nuevo desplante de los mercados financieros. 

 


 

CRECEN LAS FINANCIERAS QUE ESTAN FUERA DEL SISTEMA
Los bancos pierden clientes

Los bancos no sólo compiten entre sí para ganar clientes. Fuera del sistema, en un mercado informal, existe una suerte de �régimen financiero paralelo� que recorta una buena tajada de los negocios tradicionales de las entidades. Miguel Arrigoni, de la consultora Deloitte & Touche, calcula que por cada peso que prestan los bancos a sus pequeños clientes, hay otro peso que es prestado por las compañías financieras y agentes informales. �Si no fuera por ese sistema, muchísima gente no tendría acceso al crédito. Si el Banco Central no flexibiliza sus normas, los bancos tradicionales van a seguir echando clientes hacia la informalidad�, aseguró Arrigoni.
Las 8300 compañías financieras informales que existen en todo el país atienden un nicho de mercado bien definido: aquellas personas que necesitan dinero en efectivo de un día para otro o que no dan con el perfil para ser cliente de un banco tradicional. En total, estas financieras prestarán unos 30.000 millones de pesos este año, a los que se suman otros 3000 millones de la banca marginal (las cuevas), un monto similar a los créditos otorgados por las 118 entidades del sistema financiero, si se exceptúan los préstamos superiores al millón de pesos.
Para Arrigoni, el éxito de la banca informal se debe a varios factores: por un lado, los bancos tradicionales dejaron de atender muchos pedidos de créditos de parte de clientes pequeños. �En los últimos años, vimos que los depósitos aumentaron pero las entidades prefirieron prestarle dinero al Gobierno y satisfacer sus necesidades de financiamiento. Pero no volcaron dinero al sector productivo.� Por otro lado, el florecimiento de la informalidad es una reacción a la desaparición de los bancos regionales tras el efecto Tequila.
Durante su exposición en la Reunión Anual de la Asociación de Bancos de la Argentina, Arrigoni les dejó a los banqueros un advertencia sobre el futuro. �Nadie puede afirmar que el sistema financiero adolezca de salud. Pero no crece. Y la calidad no es sinónimo de crecimiento. Si no se flexibilizan las normas (del BC), a los bancos les va a costar crecer. Tarde o temprano, esta situación va a desmejorar la salud del sistema�, apuntó el especialista.
De alguna manera, la advertencia de Arrigoni, una de las personas que más conoce sobre el negocio bancario, puede leerse como una crítica al propio Pedro Pou. El titular del Banco Central se niega a flexibilizar las reglas que los bancos deben cumplir para poder operar. Y durante su mandato alentó la concentración de la banca. Pero la crítica de Arrigoni, a diferencia de otras que pasan por el tamiz político, apunta claramente al funcionamiento del mercado bancario. �Con cada regulación que saca, el Banco Central echa clientes a la informalidad�, precisó. Y los datos que maneja el experto son alarmantes para los banqueros: en zonas del interior del país, la banca informal crece a un ritmo de entre 30 y 50 por ciento anual. �Hay que integrar a esas compañías al sistema formal. Pero esta inserción se lograría si se le dan regulaciones especiales�, dijo mirando al auditorio.


Economía pagó tasa más alta

La colocación de Letras del Tesoro por 250 millones de dólares que realizó ayer Economía implicó una tasa levemente más alta que la emisión anterior. La tasa de corte por los títulos a 91 días fue de 7,55 por ciento, contra el 7,39 por ciento de la colocación del mes pasado. A la vez, el spread sobre la tasa Libor fue de 92 puntos básicos, lo que representa un incremento del 22 por ciento con respecto a la licitación anterior, cuando se había fijado en 72 puntos básicos. En tanto, la Reserva Federal (banco central estadounidense) inició ayer su reunión para decidir la política monetaria. Hoy anunciará si mantiene la tasa de corto plazo en 6,5 por ciento o decide alguna modificación. Los analistas coinciden en que no habrá cambios.

 

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