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MENEM SE MATRICULO COMO ABOGADO EN LA CAPITAL
A merced del tribunal de ética

En una ceremonia reservada, el ex presidente quedó matriculado en el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal. Así consta en el tomo 70, folio 301 de la entidad. Sus nuevos deberes.

El ex presidente Carlos Menem llegó al Colegio con una decena de amigos y algunos guardaespaldas. 


Por Irina Hauser

t.gif (862 bytes) Bajó en la puerta del Colegio Público de Abogados de Capital Federal, en Corrientes 1441, y entró al edificio sin que le abrieran paso ni le tendieran una alfombra roja. Subió por el mismo ascensor que todo el mundo, acomodándose la solapa de su saco azul. Algunos curiosos intentaron seguir el trayecto de sus inconfundibles patillas. En el cuarto piso, en una ceremonia privada, el ex presidente Carlos Menem juró ayer para ejercer como abogado en Buenos Aires y quedó matriculado en el tomo 70, folio 301, de los libros de la entidad. 
�¿Y qué va a hacer con la política? �le preguntó Angel Bruno, el vicepresidente de la institución, en una charla que todos se empeñaron por dotar de un tono artificialmente distendido. 
�Claro que no la voy a dejar �contestó el ex mandatario con una sonrisa que dejaba a la vista la totalidad de su blancos dientes. 
También dijo que continuaría con la actividad privada de sus bodegas familiares, pero que nada de eso le impedirá ejercer la profesión en Capital Federal con el título que le concedió la Universidad Nacional de Córdoba. Tal como lo hizo en La Rioja, antes de ser gobernador, junto a hombres como el actual presidente de la Corte, Julio Salvador Nazareno, su hermano Eduardo y Hugo Grimberg. 
En la pequeña jura, que se celebró a las 12 y que tiene carácter privado sólo en casos excepcionalísimos, Menem estuvo rodeado por una decena de amigos y amparado por sus guardaespaldas. Antes del acto saludó a todos los presentes con la cordialidad que lo caracteriza y después escuchó las recomendaciones del presidente del Colegio, Atilio Alterini, quien le recordó que como abogado matriculado tiene derechos, pero también obligaciones tales como someterse al tribunal de ética en caso de que se lo soliciten. 
Con cierto esfuerzo, los directivos de la entidad de los abogados, que son simpatizantes de la Alianza, trataron de limitar la charla posterior a cuestiones relativas a la abogacía. Vale recordar que el Colegio tuvo durísimos enfrentamientos con el gobierno de Menem, especialmente en la etapa en que fue conducido por el ex presidente de la Corte Suprema Jorge Bacqué, conocido también por haber renunciado a su cargo en el máximo tribunal cuando Menem amplió su número de integrantes de cinco a nueve. Lo cierto es que los abogados no sólo cuestionaron ferozmente la reelección. También criticaron la invasión del poder político en el Poder Judicial y el consiguiente nacimiento de una Justicia adicta, las resoluciones de la vieja mayoría automática (leal al ex mandatario) de la Corte, y las privatizaciones, entre otras cuestiones. 
La tensión del evento quedó en evidencia cuando Menem fue convidado a dar un paseo por los diferentes pisos de la institución y contestó con un diplomático �no gracias, estoy apurado�. Después de jurar que trabajará como Dios manda, fue a sacarse una foto para su carnet al entrepiso y se fue, con la sonrisa intacta.

 

 

opinion
Por Ariel Colombo y Alberto Binder *

Democracia participativa

El Proyecto de Iniciativa Popular que la CTA se propone presentar al Congreso para que se sancione una ley que garantice que ningún hogar quede por debajo de la línea de pobreza que establece el Indec �mediante el establecimiento de diversos mecanismos de política económica y no como una simple aspiración �ética� como sostiene la visión consumista y economicista que se ha adueñado de nuestro presente� es profundamente innovador tanto en la forma como en el contenido.
En el contenido, porque implica un paso hacia el ingreso ciudadano básico, un derecho fundamental que debería y puede materializarse ya no sólo a través del incremento de la productividad (abandonando las políticas recesivas), sino también a través de cambios cualitativos en la cultura y en el consumo. En el actual contexto intelectual y político dominado por supuestos cánones de �prudencia�, �seriedad�, �pragmatismo�, �viabilidad� �que apenas disimulan lo pusilánime� y, sobre todo, el fundamentalismo utópico de la gobernabilidad de corto plazo, la iniciativa de la CTA es una propuesta módica, pero prometedora e impulsora del debate sobre el objeto central de una política económica y los límites sociales del crecimiento.
Es innovadora en la forma, ya que recurre al derecho constitucional de la iniciativa popular de presentar un proyecto a través de la recolección de firmas �que todo ciudadano que conserve algo de sensibilidad hacia el sufrimiento de sus compatriotas debe apoyar� y que el Congreso está obligado a tratar dentro del año de su presentación.
Es, por último, una iniciativa alentadora en un país que ha reiniciado el ciclo de la violencia y ve cómo gran parte de la dirigencia política cree que ese ciclo se controla inyectando más violencia desde el Estado, con una mezcla de fatalismo, complicidad e ingenuidad que suelen pagarla los mismos de siempre.
La iniciativa de la CTA interpela a la democracia en dos de sus promesas fundamentales: una, que sirva para construir un país donde todos podamos vivir dignamente; otra, que la violencia no sea el único camino para hacerse escuchar realmente por los gobernantes. Hoy, millones de argentinos no viven con esa mínima dignidad y otros tantos saben que si no cortan rutas no tienen ninguna posibilidad de hacerse escuchar. Por eso, frente al fatalismo interesado de los �pragmáticos� hay �como ésta� muchas otras iniciativas populares que inventar.

* Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales.

 

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