Por Fernando Cibeira
Lo que pasó anoche podría compararse a una invitación a una chica linda a tomar un café que luego se apareció a la cita acompañada de sus primas feas. Algo así deben haber experimentado los senadores radicales que la semana pasada le pidieron al presidente Fernando de la Rúa una reunión para resolver sus planteos internos y su relación con el vicepresidente Carlos �Chacho� Alvarez. De la Rúa dijo que sí pero comenzó a cambiar la esencia del encuentro. Primero invitó al propio Chacho para que participe. Ayer, antes de salir de la Rosada hacia Olivos, siguió con los convites. Al final, terminó en algo muy parecido a una reunión de Gabinete y la sangre no llegó al río, como quería el Presidente.
De la Rúa hizo su interpretación antes de que comenzara el encuentro. �Agradezco el apoyo que me trae el bloque, que es algo natural porque somos de la misma fuerza política, la misma causa y la misma lucha�, dijo el Presidente. A su lado, el jefe de la bancada, el riojano Raúl Galván, asentía. �Venimos a expresar nuestro apoyo a los esfuerzos que hace el Gobierno para sacar adelante el país�, afirmó el senador.
La rueda de prensa previa buscó desactivar la tensión creada alrededor de la cena. Por un lado, por los planteos en cuanto a las medidas económicas que los senadores habían adelantado que llevarían a Olivos. Por otro, el clima enrarecido que quedó flotando luego de que Alvarez acusara a algunos miembros del bloque de la UCR de no defender al Gobierno con la suficiente convicción.
Por eso, antes de escuchar lo que venían a decirle los senadores, De la Rúa no sólo destacó el apoyo del bloque sino que se mostró contento porque hacía instantes habían acordado con el bloque del PJ el tratamiento de las leyes de emergencia económica, pymes, hidrocarburos y reforma a la Carta Orgánica del Banco Nación. También descartó que el encuentro tuviera que ver con internas y reproches. �Alguien lo imaginó, no es el clima de esta reunión�, respondió. Hasta improvisó un chiste: �Esta reunión se gestó porque Galván prometió traer dos cabritos de La Rioja, pero Meneghini (Javier, senador santiagueño) trajo cinco cabritos de Santiago del Estero�, contó De la Rúa.
Entre los invitados del Presidente estuvieron el jefe de Gabinete, Rodolfo Terragno; el ministro del Interior, Federico Storani; el de Trabajo, Alberto Flamarique y el presidente de la Cámara de Diputados, Rafael Pascual, entre otros. Los senadores radicales llegaron en dos minibus sin hacer declaraciones. Poco antes, el rebelde Leopoldo Moreau había anticipado que en el encuentro �va a haber un respaldo al Presidente, al vicepresidente y al Gobierno en general�.
En rigor, el encuentro se había motivado en una reunión anterior, exclusiva del bloque radical, en el que se habían cuestionado algunos puntos del ajuste y se habían planteado algunas medidas económicas alternativas para llevarle a De la Rúa. El otro punto de discordia era el repetido enfrentamiento de Alvarez con el mayoritario bloque justicialista que, en la opinión de la conducción de la bancada, entorpece la negociación por las leyes.
Cuando Chacho se enteró de lo discutido en ese encuentro reservado redobló la apuesta: acusó a los justicialistas de ser una banda de extorsionadores y a algunos radicales de ser tibios a la hora de defender lo hecho por el Gobierno. Además, la cena no lo amilanó. Minutos antes de salir para Olivos, sus colaboradores repartieron la lista de empleados de la Cámara alta, con datos que no sólo complicarían a los justicialistas sino también a algunos legisladores radicales.
Para la cena se separaron en mesas de a cinco. �Todo transcurre en la más absoluta paz y tranquilidad�, contó un vocero de Presidencia. Además, contaba que el cabrito asado estaba muy rico y que no creía que el encuentro se extendiera por mucho más. Para él, lo más importante ya había pasado antes, cuando Presidente y jefe de bloque se tiraron rosas en público. Los trapitos se ventilan en privado.
LA OFICINA ANTICORRUPCION NO INVESTIGA A SANTIBAÑES
Paso al costado a favor del juez
La Oficina Anticorrupción decidió ayer que no intervendrá en una causa en la que está comprometido Fernando de Santibañes. Sin embargo, no se trata de una buena noticia para el golpeado jefe de la SIDE. �La causa se halla en pleno trámite, destacándose la diligencia del juez interviniente, como así también la intensa actividad desarrollada por el representante de la parte querellante�, sostuvo ayer la oficina.
La causa, que se encuentra en manos del juez federal Gabriel Cavallo, fue revelada hace siete meses por Página/12. En 1989, la empresa Inducuer había pedido un crédito para comprar maquinaria por 75 millones de pesos, en el que el Banco Nación (BN) actuó en aval de la operación. Desde entonces el BN tuvo que pagar siete cuotas del préstamo, hasta que el 15 de marzo de este año la empresa se declaró en quiebra. Santibañes era el vicepresidente de una empresa que controlaba el 20 por ciento de Inducuer. Según sostiene el jefe de la SIDE, él renunció tres meses antes de que se concretara la operación y no se encuentra imputado en la causa.
El viernes pasado, la oficina había solicitado tener acceso a la causa por presunta defraudación al Estado. Pero ayer, luego de haber revisado el expediente, el organismo informó que no intervendrá. Aunque en principio pareció un aval a la defensa esgrimida por De Santibañes, la oficina aseguró que su decisión se debió a que tanto el juez como la querella (el Banco Nación) se encuentran trabajando en el tema. Los intereses del Estado están �debidamente resguardados�, explicó la oficina en un comunicado difundido ayer.
Mientras, continuaban los rumores sobre el alejamiento de De Santibañes de la jefatura de la SIDE. Dos semanas atrás, este diario informó que, deprimido por los cortocircuitos generados por sus declaraciones, De Santibañes le habían presentado la renuncia a Fernando de la Rúa, quien la había rechazado.
opinion
Por Pablo Bergel |
Quien quiera oír que oiga
Entre febrero y marzo pasados, más de 2500 ciudadanos pertenecientes a organizaciones sociales de base, ONG, sindicales, empresarias, eclesiales, académicas y también gubernamentales participaron de una de las mayores experiencias de diálogo social multisectorial realizadas hasta ahora en el país, con una extensa agenda que involucró los temas centrales del debate nacional. Con un costo que rondó los 70.000 pesos, se realizaron cinco jornadas o foros consultivos regionales (NEA, NOA, Centro, Patagonia y Buenos Aires), convocados y financiados por el Banco Mundial, a instancias y con la cooperación de una red de ONG que se dedican a hacer el seguimiento crítico de las actividades de esa institución. El conjunto de documentos y relatorías producidas, en las que no se ahorran fuertes críticas al modelo y al propio BM (como promotor o corresponsable del mismo), y también claras demandas y propuestas en temas sectoriales, regionales y nacionales, son de libre disposición pública; si bien las recomendaciones de los foros no son vinculantes para el Banco Mundial, sus autoridades se comprometieron a responder por escrito acerca de éstas, en un plazo que está próximo a cumplirse. Entre todas esas demandas, una de ellas merece destacarse, a la luz del actual debate nacional: shock de equidad, distribución y producción.
Esta demanda surge de la constatación de que la pobreza no es un �desvío� o resultado paradojal del modelo, sino un componente sistémico de éste. Un país con 9000 dólares de ingreso per cápita, se afirmó, no es un país pobre ni inviable, sino que es un país injusto y socialmente insustentable. Se debe dejar de lado, entonces, el asistencialismo posfacto y la retórica del �combate a la pobreza�, para pasar a una profunda redistribución del ingreso ya disponible, y un efectivo �combate a la inequidad�. Es necesario invertir el apotegma conservador de �hacer primero crecer la torta para después distribuirla�; en cambio, es necesario �distribuir primero, ya mismo, para poder crecer�, expandiendo la demanda interna y estimulando el desarrollo productivo y el empleo a través de las micro, pequeñas y medianas empresa. Esta redistribución, punto disparador de un nuevo círculo virtuoso de crecimiento, sólo será posible mediante una férrea voluntad política socialmente sustentada y articulada, que implante una profunda progresividad impositiva, y ataque los privilegios y la impunidad de las grandes corporaciones y los sectores de altísimos ingresos. La pregunta subsecuente, ¿cómo organizar y operativizar esa voluntad social y política?, condujo a los foros a plantear otra fuerte demanda: la participación y la profunda reforma democrática de las instituciones y de la política. Las conclusiones precedentes fueron informadas hace tres meses, en una jornada que fue inaugurada por el vicepresidente y la ministra de Desarrollo Social. Vale recordar ahora, cuando se convoca a nuevos diálogos sociales que es esto lo que dice �la gente�; lo viene diciendo hace rato y de mil maneras, en foros consultivos, en las marchas, en los piquetes, en las propuestas sindicales y legislativas �rebeldes�. El que quiera oír.... |
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