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Dos cuestiones parecen consolidarse tras las reuniones de cancilleres y ministros de Economía del Mercosur �ampliado�. Por un lado se afirma la voluntad política de consolidar la unión regional hacia afuera, como marca para negociar en el mundo, y por otro, la brecha que separa intereses económicos de voluntades políticas es más inelástica de lo esperable. En materia de estrategias de integración económica crece la bilateralidad negociadora entre Brasil y Argentina. En tanto Chile no da muestras de resignar, ni tan sólo parcialmente, su política arancelaria para aproximar convergencias y posibilitar su incorporación como socio pleno. Hoy se concretará la Cumbre de Presidentes, con el saldo de una declaración que enfatizará el relanzamiento del Mercosur. La creciente bilateralidad entre los dos socios mayores se refleja también en los mutuos halagos que se brindaron ayer los presidentes de Argentina, Fernando de la Rúa, y de Brasil, Fernando Henrique Cardoso. Luego de un almuerzo mantenido en la quinta de Olivos y de un paseo en helicóptero sobre la zona de Tigre, los mandatarios se mostraron optimistas por los avances en la integración de la Unión Aduanera y por el crecimiento económico de los dos países (sic). En particular, los presidentes destacaron el incremento de los flujos comerciales. Por ello, en la amistosa reunión, los dos Fernandos prefirieron dejar de lado los asuntos espinosos y hablar de temas más distendidos, por ejemplo, de impulsar el �Merconet�, una propuesta para información y negocios del Mercosur en Internet. Sin embargo, aunque las diferencias para la Política Automotriz quedaron atrás �fuentes de Argentina y Brasil indicaron a Página/12 que el acuerdo se firmará con o sin el consentimiento de Uruguay�, aún restan muchos conflictos comerciales pendientes. Entre ellos, el más sensible es el referido al azúcar. Después de una semana de negociaciones preparativas para el �relanzamiento del Mercosur�, que concluirá hoy con la declaración de la Cumbre de Presidentes, algunos resquemores previos continuaron inamovibles según quedó demostrado en las declaraciones de los ministros del Consejo del Mercado Común. El canciller brasileño, Luiz Felipe Lampreia, expresó que hubo �una larga discusión por los temas comerciales�. El diplomático criticó las �supuestas medidas antidumping�, que atentan �contra la liberalización comercial y el libre comercio intrazona�. Pero la discusión principal fue el tema del azúcar, insumo del que Brasil es sobreproductor debido a su régimen especial para la producción de alcohol de caña con destino a alconaftas. En Argentina, en cambio, el azúcar es la base de muchas economías provinciales del castigado NOA y por ello fue objeto de aranceles especiales para su importación. Sobre el particular Lampreia fue taxativo: �Superados los desacuerdos sobre política automotriz, es evidente que la cuestión del azúcar no podrá quedar como un régimen especial y aislado, algo de esto figurará en la declaración de los presidentes�, especificó. El canciller argentino, Adalberto Rodríguez Giavarini, quien ante cada pregunta de la prensa se preocupaba por solicitar las opiniones de los ministros de las restantes delegaciones, insistió en que estratégicamente el Mercosur iba más allá de las diferencias puntuales y sectoriales. Su base inicial, al igual que en la experiencia europea, �es la convergencia macroeconómica�. A su turno el ministro de Hacienda de Chile, Nicolás Eyzaguirre, marcó los límites de su país para la integración. Con respecto de la posibilidad de reducir aranceles consideró que �no hay un traje que les calce a todos�. �En el Mercosur cada país tiene la soberanía de decidir sus propias políticas arancelarias y nosotros queremos seguir manteniendo esta autonomía�, concretó. �Los aranceles no son materia de negociación para nosotros�, concluyó. En otro orden el secretario de Energía, Daniel Montamat, propuso fijar una agenda con plazos concretos para el lanzamiento del �Mercosur energético�.
CARLOS RUCKAUF CON PEDRO POU Carlos Ruckauf volvió a reclamar cambios en la política monetaria del Banco Central. Esta vez, lo hizo frente a Pedro Pou, durante un encuentro que ambos mantuvieron ayer en la sede que el Banco Provincia tiene en la city. �Bajar los encajes (dinero que los bancos están obligados a inmovilizar) sería de vital importancia para reactivar la economía�, repitió el gobernador ante el titular del Central. �Habría que tener otra política monetaria�, insistió más tarde durante una conferencia de prensa. Pou rechazó el pedido de Ruckauf, y le dijo que lo más conveniente era mantener los requisitos mínimos de liquidez tal como están.
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