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Por Santiago Rodríguez Hasta que Aníbal Ibarra no empezó a llamar a sus elegidos para ofrecerles formalmente que lo acompañaran en su gabinete, nadie se rebeló. Pero ayer, no bien levantó el teléfono, surgieron algunos problemas: el actual jefe de Gobierno de la ciudad, Enrique Olivera, fue a ver a Fernando de la Rúa Olivos para pedirle por la continuidad de Mario Giannoni en Educación, mientras que Edgardo Trivisono movió cielo y tierra para tratar de que se lo designara al frente de Salud. Cecilia Felgueras apuntaló el esquema ya acordado con Ibarra, que asegura al Frepaso y a la UCR la misma cantidad de lugares en la primera línea de la futura administración porteña, y ofició de freno a los reclamos de sus correligionarios. Al cierre de esta edición, Ibarra y Felgueras estaban cenando juntos, decidiendo si anuncian hoy, antes de que el frepasista viaje a Europa, la nómina de quienes serán sus colaboradores o lo hacen a su regreso. Olivera no tuvo casi participación en la discusión por el reparto de los espacios de la futura gestión. Al actual jefe de Gobierno porteño lo espera a partir del próximo 6 de agosto la vicepresidencia primera de la Legislatura. Casi todos los radicales coinciden, de todos modos, en que Olivera aspira a un lugar en la administración nacional (ver aparte). No fue ése el pedido con el que Olivera fue ayer a Olivos, sino con el de que Giannoni siga en Educación, donde Ibarra nombrará al candidato que tuvo desde un primer momento: el peronista Daniel Filmus, a quien resiste también buena parte del radicalismo. Le propuso a De la Rúa que la UCR se quedara con Educación y que se designara a un hombre del Frepaso al frente de Salud, lo que además daba por terminados los problemas que planteó dentro del radicalismo la designación del titular de esa secretaría, explicó un legislador a Página/12 sobre el fracasado intento de Olivera. Salud es el casillero que Ibarra y Felgueras más tardaron en cubrir. En la conversación sobre el gabinete que mantuvo el lunes pasado con el frepasista, De la Rúa le mencionó a Trivisono, actual subsecretario del área, como una posibilidad, pero después Felgueras habló con el ministro de Salud de la Nación y nexo del Presidente con los médicos, Héctor Lombardo, y acordó llevarle a Ibarra otro esquema: designar secretario a Marcos Buchbinder y mantener a Trivisono en el cargo donde está. Trivisono apeló a su aceitada relación con los jóvenes del entorno presidencial y movilizó a buena parte del delarruismo pero no consiguió su ascenso. El otro tema saldado es Descentralización, que dependerá directamente de la Jefatura de Gobierno. En esa subsecretaría que así tendrá una jerarquía casi similar a la de una secretaría irá Daniel Siciliano, mano derecha de Felgueras y actual subsecretario suyo en Desarrollo Social. El socialista Norberto La Porta continuará en Medio Ambiente. Ibarra y Felgueras les aclararon a sus secretarios que pueden pensar en nombres para cubrir las subsecretarías, pero que serán ellos quienes resuelvan. De todos modos, dieron orden de no alentar discusión alguna -tampoco para cubrir cargos en la Legislatura hasta tanto el frepasista no vuelva de su gira por Berlín, Londres y Barcelona.
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