|
Por A. M. Los ex funcionarios menemistas siguen desfilando por los tribunales federales y dicen ser perseguidos. El ex interventor de Argentina Televisora Color (ATC) Gerardo Sofovich se presentó ayer en el juzgado de Carlos Liporaci para informarse de la causa en la que está imputado por presunta defraudación al Estado durante su gestión en el canal oficial, y en la que fue citado a indagatoria para el próximo viernes. El animador aseguró que esa convocatoria responde a un tema personal con alguien del Gobierno a quien no identificó. Cuando los periodistas le preguntaron por qué no decía a quién se refería, Sofovich respondió desafiante: ¡Porque no se me da la gana!. Ese alguien según él lo está haciendo objeto de una persecución personal. Mientras bajaba la escalinata del edificio de Comodoro Py 2002 afirmó que estaba tan tranquilo de conciencia como siempre. Una cronista le dijo que a Alderete también se lo veía tranquilo pero quería saber cómo se sentía él realmente por dentro. No me compares, le pidió el infaltable acompañante de Carlos Menem en las animadas noches de Olivos. Pero enseguida trató de aclarar que no tiene ningún problema con el ex presidente del PAMI. Y, ojo que yo no tengo nada contra el doctor Alderete, quien todavía no fue juzgado, agregó. Aunque Sofovich no quiere mirarse en el espejo de Alderete, aseguró ser un perseguido tal como hizo él desde que el juez Adolfo Bagnasco lo metió preso. Sin embargo, Sofovich dice que el hostigamiento que sufre es personal, mientras que Alderete lo calificó de político. Sofovich concurrió a los tribunales de Retiro acompañado por su abogado, Alejandro Novak, del estudio de Oscar Salvi. No pidió ver al juez Liporaci y la prosecretaria lo atendió por la ventanilla. Aseguró que quería interiorizarse sobre la imputación en su contra y estuvo revisando algunas partes del voluminoso expediente. Su defensor pidió algunas fotocopias del último informe de la Sindicatura General de la Nación y de los balances de ATC. En realidad, su aparición fue vista como un acto de presencia dado que su citación a indagatoria había tomado estado público. Otros fueron más enigmáticos y creyeron leer un mensaje en las declaraciones que hizo. Lo cierto es que la mayoría de los funcionarios involucrados en causas similares mandan a sus abogados a conocer los expedientes. Liporaci convocó a Sofovich para el 7 de julio a dar explicaciones sobre su gestión al frente del canal estatal. Está acusado de haber cometido una defraudación contra el Estado de 36 millones y de haber realizado presuntos negocios incompatibles con su cargo. Deberá responder sobre los contratos que ATC habría firmado con su productora televisiva Wainot. Tras la feria judicial podrían ser citados los ex interventores Horacio Frega y Germán Kammerath, actual intendente de Córdoba. La investigación del caso fue realizada por los fiscales federales Carlos Rívolo y Claudio Navas Rial, que ya en setiembre de 1999 habían pedido a Liporaci la indagatorias de trece ex funcionarios de ATC. La causa se inició en 1997 con la denuncia de la jueza comercial María del Carmen Uzal, por la gran cantidad de irregularidades que habían detectado los síndicos del proceso concursal de la emisora. Tras su paso por allí, Sofovich dejó una deuda de 50 millones. Ayer imploró ante los periodistas que terminen con ese mito de los millones. El creador de La noche del domingo exageró al decir que lo de la deuda lo expliqué 80 mil veces. Y puso especial énfasis en recordar que fue sobreseído en dos causas, una de ellas del fuero penal económico por evasión impositiva. El otro sobreseimiento se lo dictó el juez federal Jorge Ballestero. Dirigí ese canal durante ocho meses y renuncié porque es imposible sostener esa estructura sin los recursos, se defendió.
|