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COMPROMISO POLITICO FUERTE DE LOS PAISES DEL MERCOSUR AMPLIADO
Paso a paso avanza la integración

El documento final de la Cumbre de Presidentes del Mercosur precisó que Chile se incorporará al bloque en forma gradual. Se acordó en autos y se superaron las divergencias con el Arancel Externo Común. Sigue la puja por el azúcar.

t.gif (862 bytes)  En la Cumbre de Presidentes del Mercosur, que finalizó ayer, se consolidó la voluntad política de los países miembros y asociados de avanzar más intensamente hacia una integración regional plena. El documento final con la firma de los presidentes de Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Chile, más el canciller de Bolivia, agregó también el compromiso para enfrentar en forma conjunta “los problemas sociales más agudos de la región”, entre ellos “la erradicación de la pobreza y todas las formas de discriminación”. La incorporación de Chile será selectiva y gradual, en tanto que en el plano estrictamente económico se acordó la política automotriz regional y se establecieron algunas pautas para eliminar gradualmente los aranceles en el comercio intrazona.
Las declaraciones de todos los ministros y presidentes durante la Cumbre de Buenos Aires no dejaron dudas sobre la importancia política y estratégica que el mentado “relanzamiento” tiene para los países de la región. Ante cada pregunta por las divergencias económicas o los conflictos sectoriales los integrantes de las delegaciones de todas las naciones del “Mercosur ampliado” recurrieron a los mismos argumentos. A saber: que el Mercosur es una opción estratégica para insertarse en la globalización; y que los conflictos sectoriales o las diferencias arancelarias no deben interferir en esta estrategia.
La voluntad política, una vez más con prescindencia de las diferencias en materia de estrategias comerciales propias, también se manifestó en el establecimiento de un cronograma para la incorporación gradual de Chile como socio pleno, un objetivo que el actual presidente trasandino, Ricardo Lagos, había anunciado incluso desde su campaña electoral. No obstante el logro de haber conseguido la definición de plazos de integración –el canciller, Adalberto Rodríguez Giavarini, habló del próximo semestre–, las dudas no fueron completamente despejadas. El ministro extraordinario de Brasil para el Mercosur, José Botafogo Gonçalves, se mostró escéptico al destacar que Chile “no está dispuesto a conversar sobre una convergencia arancelaria” y “habría que preguntarle si tiene interés en conformar un mercado sudamericano”. Sin embargo, también quedó claro que nadie pensó en ningún momento en pedirle a Chile que suba sus aranceles, una opción “completamente fuera de discusión”, como se encargó de reafirmar el ministro de Hacienda trasandino, Nicolás Eyzaguirre.
En la declaración final de los presidentes se avanzó en el fortalecimiento institucional del bloque comercial, en especial se acordó en el Arancel Externo Común (AEC), en los plazos para la armonización de estadísticas y la coordinación macroeconómica, en los mecanismos para la resolución de controversias y en la progresiva eliminación de incentivos y subsidios a las inversiones. Pero en dos cuestiones sensibles, la políticas automotriz y azucarera, los avances fueron relativos.
Brasil y Argentina limaron rápidamente sus asperezas en el tema automotor y superaron a principios de semana los desacuerdos sobre la inclusión en el intercambio compensado de las maquinarias agrícolas, ómnibus y vehículos de carga. Pero el nivel del AEC continuó generando tironeos durante toda la semana con Paraguay y Uruguay, especialmente con este último. Las distintas realidades de estos dos países, el primero sin producción propia y el segundo sólo con un pequeño sector autopartista, motivaron los sendos rechazos a aceptar aranceles de importación altos para una industria de la que no participan y cuyos productos mayoritariamente importan. Finalmente, se resolvió un régimen, que comenzará a regir el 1º de agosto próximo hasta el 1º de enero del 2006, que contará con tres acuerdos: uno bilateral entre Argentina y Brasil y otros dos que contarán a estos dos países incluyendo uno a Paraguay y otro a Uruguay.
En el sector azucarero, rubro en el que Brasil es el primer productor mundial y posee un régimen especial de subsidios, mientras que en Argentina es el principal sustento de las economías de algunas provincias del NOA, se decidió a buscar mecanismos para llegar a un libre comerciointrazona manteniendo algún AEC. Ante la exigencia de Brasil por la baja de aranceles Argentina consintió futuras bajas graduales, con acuerdo de las provincias productoras para que puedan reconvertir sus economías.

 

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