Por Dario Pignotti
Desde México D.F.
Vota México: 58,8 millones de ciudadanos están habilitados para elegir este domingo a su primer presidente del milenio. El Partido Revolucionario Institucional (PRI), afincado en el gobierno desde 1929, llega a los comicios en virtual empate técnico con el Partido Acción Nacional (PAN), que lidera la Alianza por el Cambio. Hay unanimidad en México al considerar que las de hoy son elecciones históricas, acaso las que consolidarán una transición democrática todavía vacilante. O acabarán de frustrarla.
Aunque la campaña preliminar no degeneró en violencia y magnicidio como la de 1994 (cuando el candidato oficialista Luis Donaldo Colosio fue asesinado), el PRI es todo menos un partido respetuoso de las reglas democráticas. Su aparato continúa siendo idóneo para adulterar elecciones (ver recuadro). Inclusive las de hoy, que vienen precedidas de denuncias de sobornos y coacciones estatales en favor de su candidato, Francisco Labastida Ochoa, ex ministro del Interior y siempre hombre del aparato. Labastida ha prometido al electorado �un nuevo PRI�, pero sólo en el futuro. Por ahora, admite, �la premisa es alcanzar la victoria�. En esa confesión, el candidato reconoce que su candidatura sólo tiene chances de ganar mientras la �sagrada familia� priista se mantenga unida. Para decirlo de otro modo, el precio a pagar por la victoria es convivir con la corrupción y el narco enquistados en el Estado priista, especialmente en algunas gobernaciones, cuyos aparatos sirvieron a la causa una vez más. En compañía de personajes como, por ejemplo, Hank González (autor de la frase �el político pobre es un pobre político�), revela candor el creer que Labastida realmente cobija un plan de saneamiento del sistema político mexicano que aplicará en caso de que gane las elecciones.
De todos modos, es improbable que este domingo haya un fraude clamoroso como el de 1988, cuando quedó acuñada la frase ya legendaria �se cayó el sistema�, y 5 millones de votos desaparecieron. Sin embargo, hasta 1 millón de votos podría ser fraguado sólo con manipular algunas de las 113.000 casillas electorales, especialmente las instaladas en provincias pobres en infraestructura y ricas en población vulnerable, tales como Tabasco o Campeche, según informó el Centro Carter de observadores internacionales. Ese �pequeño� volumen de fraude bastaría para que el oficialismo se quedara con las victoria si el resultado fuera muy apretado (ver entrevista con Jorge Castañeda aparte). Y el editorialista Guillermo Almeyra agrega que, además, �hay otro fraude, del que no se habla: la militarización de las provincias de Guerrero y Chiapas, donde el ejército cercó a las comunidades indígenas rebeldes para disuadirlas de votar y en las otras compró el voto a cambio de un corte de pelo o cosas así�. Al menos estos comicios ya no estarán bajo jurisdicción del Poder Ejecutivo, sino que estarán a cargo del Instituto Federal Electoral (IFE), un organismo independiente con presupuesto propio y credibilidad entre los partidos políticos.
Si la paridad fuera estrecha, las tendencias firmes recién aparecerían en la madrugada del lunes, cuando esté contabilizado, por lo menos, el 50 por ciento de los votos. El primer informe oficial del IFE se conocerá a las 20 (22 de Argentina), pero ya advirtieron desde el PRI que esa información estará viciada y no sería representativa, dado que estará cargada con los votos urbanos, donde se concentran los panistas.
A juzgar por los climas reinantes en cada entorno, los priistas se ven mejor. La gente de Labastida transmite triunfalismo, creen que Fox ya no se recuperará de sus errores del último tramo de campaña y hablan de unadistancia de entre 5 y 6 puntos. En el cuartel de Vicente de Fox predomina la cautela. Quienes conocen la intimidad de ese equipo dicen que las últimas pesquisas no fueron alentadoras. Pero en ambos cuarteles y en el del centroizquierdista Cuauhtémoc Cárdenas, la atención gira en torno a la cifra del 15 al 20 por ciento de votos indecisos, que tal vez no lo sean tanto, sino votos �callados�, es decir los que no se confiesan.
Si el PRI no es muy respetuoso de las reglas democráticas, la Alianza para el Cambio no es ni tan alianza ni tan cambio. Tiene poco de alianza desde que fracasó en su estrategia de integrar en una sola candidatura a todo el arco opositor, desde el conservador PAN hasta el Partido de la Revolución Democrática (PRD) de Cárdenas. Tal vez ese acuerdo hubiera asegurado el triunfo de Vicente Fox Quesada. Pero al ex gerente de Coca Cola y ranchero lo traicionó su fuste autoritario. Cometió la torpeza de tratar con la izquierda política y social mexicana como si se tratara de un potro al que debía domar. Quiso ponerla de rodillas conminando a Cárdenas a renunciar a su candidatura. Ese fracaso no se traduce automáticamente en derrota, pues todavía falta esperar qué nivel de acatamiento hay entre los electores progresistas y el hijo de Lázaro Cárdenas. La vocación de Fox por el cambio es también dudosa: �Fox es eficaz, ignorante y un temerario que puede prometer cualquier cosa a quien sea, un tipo que representa la venganza católica integrista contra el Estado laico que consagró la Revolución Mexicana, es un hombre de la restauración�, resume Guillermo Almeyra.
Ciertamente, un gobierno de Fox será el primero de la alternancia que dejaría atrás el monopolio priista. El candidato de botas tejanas que paseó a la Virgen de Guadalupe como fetiche electoral simbolizará el fin del régimen. Pero sin ofrecer más que eso, Fox no podrá garantizar la democratización de una nación de volcanes que, según dicen, están aquí para recordar que la calma sólo es momentánea.
Labastida hizo ¡plop!
Como bomba. Así cayó en el entorno del candidato presidencial priista Francisco Labastida la denuncia sobre desvío de fondos públicos hacia la campaña ordenado personalmente por el gobernador de Michoacán Víctor Tinoco Rubi, también del PRI. Ayer Labastida convocó a rueda de prensa reservada a corresponsales extranjeros en el Hotel Presidente del Distrito Federal bajo compromiso de no reproducir ninguna de sus declaraciones, pues rige veda política. El acuerdo será respetado por este enviado. La denuncia de la maniobra del gobernador michoacano fue publicada en tapa del diario Reforma y reproduce parte del diálogo telefónico de Tinoco con su ministro del Interior. �Métete a (trabajar) en eso del partido, que te den las listas de los presidentes de los comités municipales, (será) importante apoyarlos con un recurso extraordinario�. El diario ofrece una versión sonora del diálogo en su edición electrónica.
Luego de la conferencia de Labastida, que acabó absorbida por el tema, un representante de los corresponsales, Joaquim Ibarz, de La Vanguardia de Barcelona, tomó contacto desde el mismo Hotel Presidente con el gobernador de Michoacán. Tinoco inicialmente desmintió todo pero, dos preguntas más tarde, cuando se le informó que su voz estaba grabada, relativizó el tono. Labastida hizo declaraciones sobre el tema que no se reproducirán aquí, aunque su gesto recordó aquellas caricaturas cuando el personaje hace �¡plop!� y cae de espaldas. |
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