Por Adrián
De Benedictis
El envión futbolístico de River no se detiene. Y el
camino con final de bicampeonato parece cada vez más cerca. Con
mucha contundencia, el equipo conducido por Américo Gallego sumó
ayer una nueva victoria, y todo indica que la obtención de un nuevo
título será cuestión de días. Si River vence
a Racing pasado mañana, cuando complete el encuentro postergado
de la semana pasada, se asegurará el primer puesto y podría
coronarse el próximo domingo apenas con un empate, cuando visite
a Ferro.
Pero más allá de los números, River continúa
marcando diferencias con muy poco. Una vez más, en la tarde de
ayer volvió a sobresalir el trío más codiciado: Aimar-Saviola-Angel.
Y como sucede casi siempre cuando un cuarto se suma a la tripleta, en
esta oportunidad le tocó a Coudet, quien marcó dos goles
(el segundo desde 35 metros, por arriba de Vivaldo). Es decir, con cuatro
o cinco intervenciones de alguno de estos tres jugadores, River sale favorecido
siempre, y luego se dedica a manejar a voluntad los tiempos del juego.
Además, el nivel de sus adversarios no le hace correr peligro en
ningún momento. En el caso de Chacarita, los dirigidos por el profesor
Daniel Córdoba mostraron una preocupante incapacidad técnica
(ni Rubén Capria mostró algo distinto), y no tuvieron la
suficiente inteligencia como para complicarle el trabajo a Bonano.
Si bien es cierto que River sufrió una sola derrota en este torneo
ante Unión, en su propio estadio, queda claro que la supremacía
permanece intacta. Pero siempre de la misma manera, sin desplegar un fútbol
aplastante. Como sucedió también en el triunfo por cuatro
goles ante Gimnasia, en La Plata.
Ante el conjunto de San Martín fueron cinco goles. Cuando el primer
tiempo se iba con sólo un mano a mano ganado por Vivaldo sobre
Saviola, como la chance más clara en esa mitad, Coudet buscó
el arco desde lejos, la pelota se estrelló en el travesaño,
picó en la línea, y de cabeza aseguró el primer tanto.
Además
de contar con ciertos jugadores, otra de las virtudes de este River es
que sabe aprovechar los errores de sus rivales para generar emociones.
Así sucedió a los 16 minutos del segundo tiempo: Carrario
le regaló la pelota a Trotta en la mitad de la cancha, éste
se la entregó a Saviola, quien con otro toque preciso habilitó
a su compinche Aimar para que convirtiera el segundo. A esa altura, la
sensación era que el partido había terminado.
Tres minutos más tarde, el colombiano Angel en su selección
pasa casi inadvertido y en River resulta imparable para sus marcadores
marcó el tercero con un cabezazo entrando por el segundo palo,
luego de un centro de Aimar. La joya de la tarde la puso Coudet, con un
remate largo (Vivaldo había salido a cortar a la puerta del área
y quedó adelantado) para poner el cuarto.
Chacarita logró acercarse al arco de River con un tiro de Capria,
a los 34 minutos de la segunda parte. Y un minuto más tarde, Rosada
remató de derecha, pero se encontró con al palo. Antes del
final, el defensor Hernán Díaz hizo el quinto gol luego
de capturar un rebote que dio Vivaldo.
Midiendo muy bien sus movimientos y sin tanta brillantez colectiva, River
está listo para volver a gritar campeón. Así de simple.
Así de sencillo.
EL EX TECNICO
APARECIO EN LA PLATEA JUNTO A OMAR LABRUNA
Ramón fue por lana y se llevó cinco goles
Por A.D.B.
Apareció
en una de las plateas San Martín junto a su amigo Omar
Labruna. Ramón Díaz volvió a ver a su
River después de su alejamiento como conductor del plantel,
en febrero pasado. El riojano llegó al estadio Monumental
cerca del inicio del partido, e inmediatamente señaló
que su mayor deseo es que River salga campeón.
Además, Díaz remarcó que eligió ir
a ver el encuentro ante Chacarita porque es un momento muy
lindo del equipo.
En relación al buen recibimiento que le otorgó la
gente, el ex entrenador admitió que no lo sorprendió
porque el público tiene reconocimiento. Precisamente,
sobre el sector del estadio donde estaba ubicado Díaz se
pudo ver una bandera con fondo blanco y letras negras que decía:
Ramón 2000-2001.
Díaz había generado mucho malestar en el actual
técnico del equipo, Américo Gallego, y los dirigentes
de River. Primero, el ex delantero había declarado que
Gallego se equivocó en incluir a los jugadores
titulares en el partido ante Newells, cuando en esa semana
debía visitar a Boca por la revancha de los cuartos de
final de la Copa Libertadores. Pero Díaz salió a
escena luego del 3-0 con que el equipo de Carlos Bianchi eliminó
a su eterno rival. Luego, Gallego le respondió al decir
que Díaz no es hincha de River. Quizás,
para demostrarle lo contrario, Ramón asistió ayer
al Monumental.
Díaz también tuvo tiempo para cuestionar al vicepresidente
Alfredo Davicce, de quien dijo que le regaló la Copa
a su amigo Macri (Mauricio, titular de Boca), y que no
quería que River sea campeón de América.
Debido a esto, Davicce está estudiando la posibilidad de
iniciarle juicio al ex técnico. Si bien no aclaró
si seguirá mirando el desempeño de River en la recta
final del campeonato, la presencia de Díaz parece que le
trajo algún beneficio al único puntero del torneo,
a juzgar por el 5-0 de ayer.
|
|