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GERARDO SOFOVICH VOLVIO A CANAL 7 PARA SER REPORTEADO
“Yo fui amigo de Alfredo Yabrán”

Majul lo entrevistó fuera de los estudios del canal, por seguridad. El ex zar aseguró que perdió plata durante el menemismo.

t.gif (862 bytes)  El ex interventor de ATC Gerardo Sofovich volvió a aparecer ayer por primera vez en la pantalla estatal para jurar su inocencia y que no teme ir preso. Sofovich debe presentarse el viernes ante el juez federal Carlos Liporaci, quien lo citó a declaración indagatoria en la causa en la que se investiga una defraudación al canal estatal por un monto de 36 millones de dólares. Sin embargo, ayer aseguró que durante el menemismo perdió plata y que –verdadero latiguillo del menemismo– sufre una persecución. También hubo lugar para las confesiones: “Yo también fui amigo de Alfredo Yabrán”, contó.
Sofovich se presentó anoche en el programa “La Cornisa” que conduce en Canal 7 –ex ATC– el periodista Luis Majul. En rigor, la emisión tenía que realizarse dos semanas atrás pero lo impidieron las protestas del Sindicato Argentino de Televisión (SAT) que agrupa a los empleados del canal estatal y que adelantó que no respondía por lo que pudiera sucederle a Sofovich si volvía a la emisora. Majul postergó la emisión y cambió de escenario para garantizar la seguridad física de Sofovich. En vez de los estudios del canal, el programa de ayer se emitió en los estudios del Picadero, en la cortada Discépolo y Corrientes. El ex interventor llegó media hora antes junto a su abogado Oscar Salvi y un custodio.
Antes del comienzo de la emisión y antes del fin del programa, apareció en pantalla con fondo negro una leyenda en la que las autoridades y los trabajadores de Canal 7 expresaban que la presencia de Sofovich se debía “exclusivamente a la voluntad del conductor y a la defensa irrestricta de la libertad de prensa que este canal ejerce”. El cartel dio lugar a la respuesta enojosa del ex interventor. “Ese cartelito es como refregar en la cara que son democráticos”, sostuvo.
En el primer bloque Majul se esforzó en probar –tomando argumentos utilizados por la Oficina Anticorrupción en la causa– que si bien Sofovich se desvinculó formalmente de ATC en 1992 siguió manejando el canal desde las sombras hasta 1995. En ese período, sólo reconoció haber realizado una “gestión oficiosa” para que ATC se quedara con la transmisión de los Juegos Panamericanos de Mar del Plata, un negocio que le terminó dejando al canal estatal una pérdida de 10 millones de pesos.
“Confío en mi propia honestidad”, afirmó Sofovich. Y dijo que sólo podría terminar preso si se cometía “una injusticia”.
–¿No teme terminar como Víctor Alderete? –le preguntaron.
–No –respondió.
El ex animador contó que no fue al cumpleaños de Menem en Anillaco porque no tenía ganas de movilizarse. “Además, no me hace falta. A Menem lo veo todas las veces que quiero”, se jactó.
Con el correr de los minutos, Sofovich fue ganando en confianza. Hasta se animó a reconocer que fue amigo del fallecido empresario Alfredo Yabrán y que posee una sociedad uruguaya en la que tenía inscriptos algunos bienes. Luego de la presentación de encuestas ampliamente desfavorables -casi un 60 por ciento de los sondeados lo consideró culpable–, Sofovich repuntó con los cuatro llamados de televidentes a su favor. “Esta es la diferencia que hay entre la opinión pública y la publicada”, se floreó repitiendo un sonsonete del ex secretario general de la Presidencia Alberto Kohan. Entre sus enemigos, identificó al secretario de Comunicación, Darío Lopérfido, y aunque sostuvo que De la Rúa lo defraudó en lo personal, aseguró que reza todos los días por su salud. Fuera de cámara, luego explicó que la referencia era a la sucesión presidencial. “El vicepresidente Carlos Alvarez tiene una persecución hacia mí”, respondió.

 

GALEANO FIJARA LA FECHA PARA INDAGAR A MARIA JULIA
Las cinco preguntas cruciales

Por Irina Hauser
María Julia Alsogaray está en plena cuenta regresiva porque sabe que el juez Juan José Galeano fijará entre hoy y mañana una fecha para tomarle declaración indagatoria como sospechosa de enriquecimiento ilícito y, además, ordenaría el embargo de todos sus bienes. El interrogatorio, que podría derivar en su procesamiento, probablemente se concrete en agosto. Los fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia sospechan que durante sus diez años de funcionaria el patrimonio de la ex secretaria de Recursos Naturales creció unos 2 millones y medio de pesos. Hay al menos cinco preguntas cruciales que tendrá que contestar ante la Justicia en este expediente, que es sólo uno de entre una veintena de denuncias en su contra.
1 ¿Cómo explica que la suma reportada en sus declaraciones impositivas haya aumentado casi 2 millones y medio de pesos en sólo una década sin haberse ganado la lotería?
Según consta en los papeles de la DGI, en 1990 María Julia declaró bienes por 10 mil pesos, mientras que en su última constancia admitió dos millones y medio. Los investigadores creen que con su sueldo de funcionaria difícilmente haya podido tener semejante capacidad de ahorro, más aún considerando su elevado nivel de vida. Tendrá que explicar, entonces, cómo hizo para pagar su mansión de Junín 1435 valuada en 900 mil dólares, su piso frente al Central Park de Nueva York por el cual abonó una cifra similar, varios departamentos pegados a su petit hotel, una bóveda en el cementerio de la Recoleta, inversiones, autos, viajes de hasta 30 mil pesos, una fiesta por sus 47 años que costó 200 mil, hasta gastos con tarjeta de crédito por unos 10 mil pesos mensuales.
2 ¿Por qué y cómo incorporó en forma directa a su patrimonio 300 mil pesos provenientes de fondos reservados del gobierno si nadie lo autorizó?
María Julia había justificado parte del incremento de su riqueza alegando haber recibido 300 mil pesos de fondos secretos que cobró entre 1993 y 1998. Sin embargo, el Congreso elevó al juez Galeano un informe que dejaba en claro que ni la Cámara de Diputados ni la de Senadores habían habilitado esa partida a la Secretaría de Recursos Naturales.
3 ¿Cómo hizo para cobrar 500 mil pesos de Astilleros Alianza, una empresa quebrada, en concepto de supuestas tareas de asesoramiento?
El ingreso de medio millón de pesos le serviría a la ex secretaria para fundamentar parte de su frondosa riqueza. Sin embargo, la firma Astilleros Alianza que le entregó esa cifra por supuestos trabajos de asesoramiento como ingeniera estaba en quiebra y no registraba en sus libros contables el pago en cuestión. El dueño de la empresa, el menemista Arnaldo Martinenghi –el mismo que el año pasado alojó al ex golpista Lino Oviedo cuando escapó de Paraguay–, también sería llamado a prestar indagatoria.
4 ¿Cómo explica el retiro de 400 mil pesos de ganancias de la empresa familiar Pincar, una firma que hasta 1996 no registraba ganancias superiores a 10 mil pesos anuales?
La empresa Pincar recibió en 1996 un ingreso de 500 mil dólares provenientes de Uruguay. Ese mismo año, el 98 por ciento de las acciones quedó en poder de María Julia. La Justicia investiga si la inyección de 400 mil pesos al bolsillo de la ex funcionaria, posterior a aquellas operaciones, fue otra maniobra para transparentar su enriquecimiento.
5 ¿Por qué su padre dejó sentado en una escritura pública que le había donado 800 mil pesos dos años después de haber concretado la donación?
El desfasaje de fechas llama la atención de los investigadores. También el hecho de que el padre de María Julia, Alvaro Alsogaray, concretó la operación mediante tres transferencias de dinero realizadas desde Uruguay. Las cuentas en el exterior de la ex secretaria y su familia están en la mira del juez y de los fiscales. En el país vecino, el juez Alvaro Franca accedió a fines de abril a levantar el secreto bancario sobre las cuentas de los Alsogaray y deberá terminar de confeccionar un informe en los próximos días. En Estados Unidos, un fiscal analiza dos cuentas -denunciadas por el diputado de la Alianza, Juan Pablo Cafiero– que la ingeniera tendría en las Islas Caimán y que habrían registrado ingresos de unos 180 millones de dólares.

 

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