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MENSAJE DE CHACHO A EMPRESARIOS EUROPEOS Y CRIOLLOS 
�Haremos lo que no se hizo�

En el Foro Argentina-Unión Europea, Alvarez reconoció �una determinada continuidad� con el gobierno de Menem. �No planteamos volver a empezar�, dijo. La Globalización y el tren de la historia.

Alvarez expone frente a empresarios europeos, argentinos y funcionarios en Puerto Madero.


Por Eduardo Tagliaferro

t.gif (862 bytes) Distendido, locuaz, intentando seducir con las palabras y con los gestos a su auditorio, el vicepresidente Carlos �Chacho� Alvarez, desde el atril del Foro Argentina-Unión Europea en el Hotel Hilton, reconoció que el equilibrio fiscal es simplemente la base necesaria para el crecimiento económico. Para Alvarez la Alianza inició una nueva cultura política en la Argentina, una cultura que no desecha todo lo realizado por el gobierno anterior. �Nosotros no planteamos volver a empezar. Reconocemos una determinada continuidad, con el compromiso de profundizar lo que se hizo bien y hacer lo que no se hizo�, dijo.
�¿Qué me irá a pedir después el doctor Jorge Aguado?�, fue la pregunta que Alvarez se hizo en voz alta cuando subió a la tarima desde la cual se dirigiría a los más de trescientos representantes de grupos económicos, nacionales y extranjeros, ex funcionarios de países europeos y legisladores argentinos, que sentados a las mesas del almuerzo seguían sus palabras como en misa. Sin moverse.
Es que las palabras con que Aguado había presentado a Alvarez fueron algo más que aduladoras. �Hace política desde los 14 años, está casado con una mujer política y coordina (sic) cinco hijos�, dijo Aguado, y señaló que tiene �una profunda admiración intelectual y personal� por Chacho. 
�No ver la globalización como una oportunidad nos lleva a una pérdida de tiempo, al mero debate teórico (...). El tren ya partió, el tema es cómo países como el nuestro se suben a ese nuevo tren de la historia�, dijo Chacho, en el mismo momento en que los mozos servían los primeros platos del almuerzo: una terrina de calabazas y espinaca.
Sentados a la mesa principal se encontraban el diplomático inglés Tristan Garel Jones, presidente de la Fundación Euroamérica que auspició el Foro Argentina-Unión Europea; el ex ministro de Economía de España, Carlos Solchaga; el ex ministro de Finanzas del Reino Unido, Niguel Lawson; la ministra de Desarrollo Social, Graciela Fernández Meijide; el secretario de Empleo, Horacio Viqueira; el secretario de Hacienda, Mario Vicens; el secretario de Financiamiento, Daniel Marx, y Aguado, en su condición de titular de IDEA.
Dispersos en otras mesas estaban los diputados aliancistas Darío Alessandro, Jesús Rodríguez y Nilda Garré. De los grupos empresarios locales sobresalía la figura de Santiago Soldati, que compartió su mesa con uno de los autoproclamados consultores preferidos por la City, Miguel Angel Broda.
La necesidad de equilibro fiscal fue una idea defendida con fuerza ayer por Alvarez. �Esto no es de izquierda ni de derecha, esto no es progresista o es conservador, éste es uno de los principales desafíos que tiene cualquier país que quiere ser competitivo en el nuevo escenario económico internacional�, dijo Alvarez en su discurso.
El cambio de cultura política fue la definición con la que Alvarez encaró uno de los momentos más vidriosos de su exposición de ayer: cuando reconoció la continuidad de determinados aspectos de la gestión aliancista con el gobierno de Carlos Menem. Para el vicepresidente, que defendió enfáticamente la convertibilidad monetaria, la competitividad y la solidaridad social no son temas que los inversionistas extranjeros pueden pasar por alto. Alvarez dio a los representantes de los capitales europeos, presentes en el encuentro de ayer, todas las garantías que éstos querían escuchar: transparencia, competitividad, reforma del Estado y defensa de la convertibilidad. 
Después de tantas señales, Alvarez se dio el gusto de insistir con algunos reclamos que viene reiterando el gobierno aliancista, como el descenso de las barreras arancelarias. �Les queremos decir que inviertan, sabemos cuántas inversiones han hecho los distintos países de la Comunidady quiero aprovechar este foro para transmitirles, no el agradecimiento porque ganan mucha plata, pero sí quiero reconocer este flujo de inversiones y la confianza en el país�, fueron las últimas palabras de Alvarez, ante un auditorio que ya desesperaba por atacar el primer plato de comida.
Los aplausos fueron sobrios. No tan sobria fue la voracidad de los comensales por el segundo plato: pechugas con arroz. Todo regado con vino o champagne, según la elección. Antes de los postres, el vicepresidente comenzó su retirada y, al igual que el novio en su fiesta de casamiento, acompañó su salida con fotos que iba realizando en cada una de las mesas. 


El pequeño Alvarez ilustrado

�La globalización es un hecho de la realidad, les quedará a los sociólogos, a los politólogos, a los economistas de la historia discutir cuánto se parece a otras etapas de la historia... Muchos que quieren decir si ya en el siglo XVI con la expansión del imperio español asistíamos a la globalización, si luego la hegemonía del imperio inglés también remite a procesos de globalización. Para alguien que gobierna un país el desafío es cómo se inserta competitivamente en este nuevo mundo globalizado.�
�Esto (la continuidad de determinadas políticas de Carlos Menen) muestra a una Argentina en términos políticos muy confiables, es un país altamente confiable desde la perspectiva del afianzamiento de la democracia, desde la perspectiva del sistema de (alternancia) democrática.�
�A nosotros nadie de afuera nos impone una política muy firme de solvencia fiscal intertemporal. Esto lo votamos los diputados y senadores cuando decidimos autónomamente votar una ley de solvencia fiscal.�
�Tampoco creemos que la solvencia fiscal es un objetivo en sí mismo. Nosotros tenemos que reinstalar en la Argentina lo que hemos reinstalado en el círculo virtuoso de la solvencia fiscal, las inversiones, el crecimiento, el empleo y la cohesión social.�
�No podemos entender la relación de Estado como unidad de negocios o Estado empresario como se la entendía en Argentina hace muchos años atrás, como el que hace mejores negocios es el que más capacidad de lobby tiene para alterar las reglas de juego.�
�No vamos a salir de la convertibilidad, vamos a defender el régimen porque tiene consenso nacional. No se entendería la convertibilidad si no se ve cuánto la defiende la gente como estabilidad monetaria.�

 

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