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�La compra de Aerolíneas fue un 
mal negocio para el Estado español�

Rodrigo Rato, ministro de Economía, aseguró que el gobierno ibérico invirtió 1200 millones de dólares en una empresa que �nunca dio ganancias�. Manifestaciones de trabajadores en Ezeiza.

Aerolíneas Argentinas perdió más que el Estado español: aviones, lockers, rutas y otros activos.


t.gif (862 bytes) El ministro de Economía de España, Rodrigo Rato, consideró que la compra de Aerolíneas Argentinas (AA) fue un mal negocio para el Estado ibérico que �ya lleva invertidos en la compañía 1200 millones de dólares�. Mala inversión atribuida a que la empresa �nunca dio ganancias�, �incluso antes de su privatización�, agregó Rato memorioso. Respecto de los potenciales despidos de personal que prevé el plan de la Sociedad Estatal de Participaciones industriales (SEPI) de España, el ministro optó por la elipsis: �Habrá negociaciones y acuerdos con los sindicatos que permitan que los costos de funcionamiento sean competitivos�, explicó. Aunque desde el gobierno argentino se pidió que la solución para AA se realice �en un clima pacífico�, Rato no quiso entrevistarse con ningún representante de los gremios aeronáuticos, quienes optaron por realizar protestas puertas afuera de las reuniones del ministro español con gobernantes y empresarios locales, cortar la Autopista Ricchieri y retrasar la partida de una aeronave de Iberia.
Aunque se trate de una cifra irrelevante en el total, alrededor de 30 millones de dólares, el ministro Rato olvida que el balance de la compañía presentó un leve resultado positivo en 1998. Y si fue mala la inversión española, peor fue el saldo para la propia empresa, que padeció la pérdida, entre otros muchos activos, de aviones, sucursales y lockers en aeropuertos, de simuladores de vuelo y de rutas. El pasivo actual de Aerolíneas está próximo a los 1000 millones de dólares, mientras que las pérdidas corrientes se estiman en 20 millones mensuales. Según la lectura unánime de los seis gremios aeronáuticos, la firma fue sistemáticamente vaciada.
En la reunión mantenida con el presidente Fernando de la Rúa, Rodrigo Rato le transmitió que su gobierno considera �imprescindible realizar aportes de capital� para solucionar la quiebra técnica de la aerolínea, pero demandó del Estado argentino un �esfuerzo proporcional�. Previamente el ministro, que también es vicepresidente segundo del gobierno de José María Aznar, se había encargado de contrastar los montos involucrados en Aerolíneas con el conjunto y la significación de las inversiones españolas en el país. �En los últimos años se invirtieron más de 30.000 millones de dólares�, que representan el 25 por ciento de las inversiones españolas en Latinoamérica. Se trata, precisamente, del mismo argumento que intenta utilizar el Gobierno argentino para convencer a los españoles de que no dejen caer Aerolíneas: recordarles sus otras inversiones en el país.
En la reunión que Rato mantuvo el lunes con el ministro de Infraestructura y Vivienda, Nicolás Gallo, habría declarado el compromiso de España de �garantizar la viabilidad y el futuro de la empresa para hacerla más eficiente y rentable que en los últimos años�. Una vez más el argumento español fue poner a Iberia como ejemplo de firma en problemas posteriormente saneada. Sin embargo, un caso más análogo a la situación de Aerolíneas Argentinas es el de la venezolana Viasa, una experiencia de gestión que finalmente terminó con la quiebra de la compañía.
Empleados de Aerolíneas realizaron una manifestación en las puertas del hotel donde el presidente argentino cerró, junto con el ministro de Economía español, el foro Argentina-Unión Europea. Alrededor de 500 manifestantes de los gremios aeronáuticos cortaron la Autopista Ricchieri, a 2 kilómetros del Aeropuerto Internacional de Ezeiza, en reclamo del pago de salarios atrasados. A última hora de ayer, personal del aeropuerto se negó a despachar un avión de Iberia provocando una demora de varias horas en su partida.

 


 

REPSOL Y PETROBRAS NO SE RINDEN
Tironeos por una manguera

El acuerdo entre Repsol YPF y la brasileña Petrobrás para el intercambio de activos (refinerías y estaciones de servicio) instalados en Argentina y Brasil sigue demorándose. Pese a las versiones cruzadas en los últimos días, en relación a la caída de las negociaciones o al cierre de la operación, según la fuente, ayer seguían los tironeos entre Madrid y Brasilia en torno del precio de los activos en juego, según confió a Página/12 una fuente de Repsol en Buenos Aires.
�Lo único concreto, hasta el momento, es que el plazo que finiquitaba el 30 de junio fue prorrogado y se sigue negociando�, señaló la fuente. �El único punto en discusión es la valuación económica de las estaciones de servicio y la refinería que cada una de las empresas cedería a la otra�, precisó el vocero, que recordó que, de no arribarse a un acuerdo, Repsol YPF dejaría en manos de un banco de inversión la colocación de la red de estaciones Eg3 y la refinería en Bahía Blanca que pertenecieran a Astra. �Petrobrás no estaría excluida de esta convocatoria de candidatos�, sugirió la fuente. 
El último fin de semana, una información originada en Madrid indicaba que la operación se había dado definitivamente por caída, al vencer el plazo previsto para las negociaciones. Ayer, el diario económico brasileño Gazeta Mercantil dio la versión contraria: dio por cerrado el acuerdo y anticipó que entre ayer y hoy se haría público. Esta última versión incluye, como parte de la operación, la cesión a Repsol del 20 por ciento de un proyecto para la producción de petróleo en el campo Albacora Leste en Brasil perteneciente a Petrobrás. 
�No sabemos de dónde salen esas versiones, pero no descartamos que haya intereses en un sentido u otro jugando detrás de las mismas�, indicó la fuente de Repsol YPF al ser consultada por este diario. Al tomar la posesión de YPF, la española Repsol se obligó a desprenderse de los activos que había capturado al absorber la petrolera Astra (800 estaciones de servicio y una refinería) para reducir su posición dominante en el mercado local. Dicha obligación coincidió con la intención de la petrolera española en ingresar al mercado brasileño y, paralelamente, el objetivo de Petrobrás de participar en el mercado argentino. Las negociaciones ya llevan diez meses y siguen trabadas en el valor que cada empresa asigna a los activos propuestos para el intercambio.


opinion
Por José J. Rigane *

Un decreto no da trabajo

Está claro que ninguna ley, por sí sola, posibilitará la creación de fuentes de trabajo o acrecentará los empleos actualmente existentes. Prueba de ello es que el propio ministro Flamarique, cuando informó a las cámaras sobre las bonanzas de su proyecto �que hoy rige bajo el número 25.250� manifestó que las leyes por sí solas son insuficientes en ese aspecto.
La limitación hasta un máximo de 30 horas extraordinarias mensuales y 200 anuales buscaría reforzar la idea que juntamente con los contratos precarios impuestos por la ley 25.250 hará bajar la tasa de desempleo, ya que supuestamente los empleadores, al ver limitada la disponibilidad horaria, cubrirían ese faltante con contratos bajo el régimen de �a prueba�. En teoría ello aparenta ser cierto; sin embargo, cabe hacer las siguientes precisiones:
1. La limitación de horas extras no crea nuevas fuentes de trabajo, sino que lo que pretende es que ingresen nuevos trabajadores a fuentes ya existentes, implementando una paradoja: por un lado, ingresarían nuevos trabajadores al mercado laboral, lo que sería positivo; por otro, esos nuevos trabajadores, al ingresar sin efectividad, serán una presión al trabajador que tiene un empleo estable y derecho indemnizatorio, lo que es malo.
2. La limitación será, seguramente, una mera expresión de deseos, ya que actualmente la mayoría de las empresas no registra las horas extras, sino que directamente obligan a trabajarlas, dándose incluso en muchos casos que ese trabajo ni siquiera se paga �en negro�, violándose el límite legal de jornada semanal de 48 horas. Si no existe un férreo control por parte del ministerio competente, la disposición legal es inaplicable, como sucede en la actualidad. Como consecuencia del achicamiento de la planta de empleados del Estado, prácticamente no existen cuerpos de inspectores que controlen, prevengan y obviamente sancionen la violación del límite de la jornada horaria. En definitiva, estamos ante una nueva ficción.
3. Por último, el achicamiento de horas extras trae una nueva paradoja, cual es la baja del salario real del que tiene empleo. Producto de la recesión, las suspensiones y límites en las horas extras en complejos fabriles, como la industria automotriz, ya son moneda corriente, por lo tanto tampoco se observarán en este aspecto nuevos ingresos al mercado laboral, ni aun en condiciones más precarias.
En definitiva, la medida tendrá pocos efectos prácticos si no existe un férreo control del cumplimiento legal por parte de las autoridades estatales y la implementación de nuevas reglas que por lo menos justifiquen el crecimiento del mercado interno.

* Secretario general FETERA/C.T.A.

 

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