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Ajena a los cuestionamientos más retrógrados, la industria farmacéutica acaba de lanzar en el mercado local un nuevo anticonceptivo: se trata de un dispositivo que, colocado en el útero, libera hormonas que convierten a la matriz en un órgano hostil a los espermatozoides. El nuevo método, en realidad, ya es viejo en Europa, donde ya lo usa medio millón de mujeres, pero desconocido aún en los Estados Unidos. Con una eficiencia del 99,5 por ciento, el endoceptivo presenta un beneficio secundario nada desdeñable para las mujeres: por la acción hormonal, la menstruación se vuelve manos cruenta y dolorosa. Una desventaja podría encontrarse en su costo, cinco veces superior al de su primo hermano, el DIU. Diseñado por la organización no gubernamental Population Council y desarrollado por primera vez en Finlandia por Leyras Oy, en 1990, el endoceptivo llega a la Argentina de la mano del laboratorio Schering, tras la aprobación de la Administración Nacional de Medicamentos (Anmat). Se trata de una estructura plástica de 32 milímetros por 32, en forma de T, a imagen y semejanza del DIU, pero con la diferencia de que en lugar de eliminar óxido de cobre, libera pequeñísimas dosis de levonorgestrel (LNG), una hormona de efectos progestágenos que actúa sobre el comportamiento del útero. Su principal acción es modificar el moco cervical en la cavidad uterina, lo que inhibe la motilidad de los espermatozoides. �Se produce un espesamiento del moco cervical, que se convierte en un medio hostil al pasaje de los espermatozoides, y un adelgazamiento del endometrio. Ambos factores contribuyen a evitar la fecundación�, explicó a Página/12 el obstetra Jorge Charalambopoulos, docente de la UBA y jefe de Procreación Responsable del Hospital Sardá. El médico aclaró que se trata de un �preconceptivo�, es decir, que no es abortivo. El endoceptivo, que sale a la venta con el nombre comercial de Mirena, está cargado en el eje vertical de la T con 52 miligramos de LNG, que son liberados a razón de 14 microgramos cada 24 horas. Esto hace que su vida útil sea de cinco años. �Las moléculas se liberan paulatinamente, por efecto de la humedad y la temperatura uterina�, precisó a este diario el director médico de Schering, Emilio Schlumpp. La efectividad del nuevo método podría traducirse así: sobre 100 mujeres, durante cinco años de uso, se registra menos de un embarazo. La tasa de error es de 0,5 a 0,8 por ciento, lo que lo ubica entre los más eficientes. El dispositivo está especialmente indicado para las mujeres con hijos: �Las que no han tenido niños están sujetas a tener más eventos desfavorables, aumenta la tasa de expulsión y el riesgo de tener una infección o alteraciones del ciclo menstrual�, explicó Charalambopoulos. Entre las ventajas que citó el especialista se encuentran una recuperación casi inmediata de la fertilidad una vez que es retirado; la atenuación de los efectos dolorosos de la dismenorrea; el tratamiento de trastornos hemorrágicos; la disminución del sangrado menstrual hasta en un 70 por ciento, lo que es especialmente ventajoso en los casos de anemia crónica. También puede utilizarse en el tratamiento hormonal de reemplazo (THR) en la premenopausia, lo que logra reducir los riesgos de osteoporosis, trastornos cardiovasculares y depresión, asociados con esa etapa de la vida de la mujer. Además, puede ser una herramienta terapéutica en los casos de fibromas uterinos no quirúrgicos. En cuanto a las desventajas, se advierte que la disminución de la menstruación, si no es bien interpretada, puede ser causa de angustia. �En un 15 por ciento de los casos, después de un uso prolongado, puede generar amenorrea, lo que no acarrea ningún perjuicio para la mujer�, aclaró el obstetra consultado por este diario. El endoceptivo sale a la venta a un precio de 270 pesos, a lo que habrá que sumar los honorarios del médico, cuya participación en la colocación es indispensable. El laboratorio asegura que el costo se amortiza en los cinco años de duración del dispositivo, si se compara su costo con el de otros anticonceptivos. El DIU, sin embargo, cuesta alrededor de 50 pesos,con una duración de tres años, o de cinco en los modelos de última generación.
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