Por Fernando Cibeira
El ex secretario de Tesoro norteamericano, Nicholas Brady, jamás debió imaginar que en una reunión convocada en un lejano rincón de Latinoamérica �Casa Rosada, Buenos Aires� su nombre iba a estar en boca de todos los concurrentes. Sucedió ayer en el encuentro del presidente Fernando de la Rúa con los senadores justicialistas, cumpliendo un nuevo capítulo del diálogo social que impulsa el Gobierno. La mención a Brady �más específicamente a su célebre plan de refinanciamiento de deudas externas� la hicieron los senadores cuando le pidieron al Presidente �una especie de plan Brady� para sanear las cuentas de las provincias, como contrapartida de una rápida aprobación a la ley de Emergencia Económica. De la Rúa prometió poner al ministro de Economía, José Luis Machinea, a estudiar a fondo la propuesta, con lo que se podría estar en las puertas del primer avance concreto del diálogo.
A principios de la década del �90, Brady inventó los bonos de la deuda externa para los países del Tercer Mundo. Con su plan redujo y concentró las deudas, pero también pautó cancelaciones obligatorias para que los países endeudados no pudieran seguir pateando los plazos. �En la reunión, cuando hablamos de la Coparticipación federal, también planteamos el tema de los bonos provinciales y dijimos que la emergencia no es sólo para la Nación sino para las provincias�, explicó el jefe del bloque de senadores del PJ, Augusto Alasino. El Presidente le había dado la palabra al ministro del Interior, Federico Storani, para que explicara detalles de la nueva Coparticipación federal, cuando el sanjuanino José Luis Gioja lo interrumpió para lanzar su propuesta de los bonos símil Brady.
�El Presidente lo vio bien, así que no sería nada raro que si un día votamos la ley de Emergencia y logramos ponernos de acuerdo, votemos también un bono para las provincias que les permita financiar el déficit que tienen�, agregó Alasino. �La idea es salir con todo junto: si votamos la Emergencia para la Nación, también con este bono tendremos la Emergencia para las provincias�, concluyó. Deseoso de armar una relación amistosa con el mayoritario bloque de senadores opositores, De la Rúa recibió la iniciativa con la mayor seriedad.
El jefe de Gabinete, Rodolfo Terragno, precisó que �un bono Brady debe ir acompañado de un verdadero acuerdo conjunto entre Nación y provincias para que el equilibrio sea de todas las jurisdicciones�. En el Gobierno, horas después, interpretaban que la idea era muy difícil de poner en práctica. �Si para ponernos de acuerdo con una provincia tardamos meses, para cerrar algo con todas las provincias no me imagino cuánto demoraríamos�, evaluaba ayer un miembro del gabinete.
Para contribuir al buen clima que prevaleció en la reunión, fue fundamental que en ningún momento los senadores recordaran la serie de desencuentros que vienen manteniendo con el vicepresidente Carlos �Chacho� Alvarez. El propio Presidente fue quien explicó que Alvarez prefirió no participar del encuentro para que los senadores pudieran decir sin presiones lo que pensaban de él. �Con el vicepresidente hay diálogo�, aseguró Alasino. Tampoco se mencionó a los �ñoquis� que Alvarez viene jurando perseguir en la Cámara alta. Eso sí, antes de entrar a la reunión, Alasino afirmó que en el Senado �no hay� ñoquis.
El único momento tenso del encuentro lo provocó Eduardo Menem, cuando recordó una declaración del titular de la Sigen, Rafael Bielsa, quien calificó el Tango 01 de la época menemista como �un burdel�. �Usted sabe que en este gobierno la Sigen es independiente�, respondió el Presidente. �La verdad que la reunión fue buena�, evaluaba anoche un ministro. �No sé si llegaremos a algo, pero la verdad que ya nos hablamos todos los días.�
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