El País de Madrid
Por Juan Jesús Aznárez
Desde México, D.F.
La rebelión de la vieja guardia del Partido Revolucionario Institucional (PRI) contra el presidente mexicano Ernesto Zedillo, a quien atribuyen la histórica derrota electoral del pasado domingo, es un hecho, arrecia, y los más exaltados le retiraron su obediencia como jefe máximo del partido. �El presidente Zedillo ha perdido su capacidad de conducción, ha dejado de ser el líder moral del PRI. No debe mandar un minuto más�, arengó Manuel Bartlett, ex ministro de Interior y ex gobernador de Puebla. Las recomendaciones del �dinosaurio� fueron ovacionadas en una de las reuniones en curso.
El gobernador de Tabasco, Roberto Madrazo, se perfila como núcleo de la oposición interna, desde la que el cacique de Yucatán, Víctor Cervera, clamó contra �los traidores�. Las presiones obligaron a Dulce María Sauri a reconsiderar su renuncia como presidente de un partido sumido en un ríspido y creciente cruce de reproches, que debió suspender la reunión de su Consejo Político, integrado por 300 miembros, debido a los choques sobre su convocatoria y agenda. �Los procesos internos los decidió él; Ernesto Zedillo perdió; se derechizó el PRI, se desdibujó su ideología, se antepuso su autoridad en la vida interna del partido. Por eso el presidente, hay que decirlo sin hipocresías, ya no manda.� �¡Tomemos nuestra responsabilidad!�, pidió quien fuera ministro de Interior y presidente de la autoridad electoral durante el escandaloso escrutinio de las presidenciales de 1988, ganadas por Carlos Salinas de Gortari (19881994).
�Soy más priísta que ustedes�, reaccionó el jefe de gobierno en una reunión con 19 de los 20 gobernadores del partido, alguno de los cuales lo acusó de haber abandonado el partido para pasar a la historia como el presidente de la transición de México.
Los procesos a los que se refirió Bartlett fueron, principalmente, la salida de Mariano Palacios Alcocer de la presidencia del PRI en 1999, su sustitución por José Antonio González, y después por Sauri, y la convocatoria de primarias para elegir al candidato presidencial del partido, en las que Labastida venció al propio Bartlett, Madrazo, y Humberto Roque, ex presidente del partido. La disputa interna del pasado mes de noviembre fue posible después de que Zedillo renunciara a la antidemocrática práctica conocida como �el dedazo�, ejercida por todos los presidentes desde 1929, la directa designación de su sucesor. Las elecciones posteriores eran un trámite.
�El dinosaurio no está tan vivo. La democracia interna ya arraigó�, declaró Labastida a este diario poco antes de su derrota en las presidenciales. Sin embargo, el lagarto jurásico está achacoso pero no ha estirado la pata, y el vapuleo electoral lo ha rejuvenecido. Agrupada en la adversidad, la vieja guardia no acató la decisión tomada en el entorno presidencial de alejar a Dulce María Sauri, y a Esteban Moctezuma, secretario general, para abrir paso a una comisión de notables encargada de marcar el rumbo de un movimiento hundido en la confusión y en las discrepancias. El propósito es que Francisco Labastida tenga una influencia decisiva sobre ese grupo rector. La bronca es mayúscula, y los más pesimistas temen que la pérdida del poder desencadene una descomposición como la ocurrida en Perú cuando el añejo APRA perdió las elecciones o, más recientemente, la desbandada ocurrida en los venezolanos Acción Democrática (AD), socialdemócrata, y COPEI, democristiano, barridos por las sucesivas victorias de Hugo Chávez después de cuatro decenios de hegemonía bipartidista. El priísmo trata de evitar esa descomposición acelerada. Los gritos, de momento, son muchos. Sabino Bastidas, jefe de asesores de José Antonio González, apoyaba la salida de los actuales dirigentes del CEN: �¡El domingo, el PRI perdió todo! ¡Debemos irnos, no podemos caer en la balcanización�. El erudito Vicente Fuentes se remontaba a la historia. �No olvidemos que el general Cárdenas (presidente Lázaro Cárdenas, 1934-40) evitó hace 60 años que la derecha encabezada por Almazán se apoderara del gobierno.� En esta ocasión, la lideró Vicente Fox desde el centro a la izquierda menos militante y más harta del PRI, para imponerse por dos millones y medio de votos más al PRI, que ocupó la izquierda, el centro y la derecha para mantenerse 71 años en el poder.
Con el partido dividido en dos corrientes, Zedillo cuenta, entre otros, con la lealtad de Francisco Labastida, Diódoro Carrasco, secretario de Gobernación (ministro de Interior), Dulce María Sauri y Esteban Moctezuma, Arturo Montil, gobernador del estado de México, y Emilio Gamboa, secretario técnico del Consejo Político Nacional. Sus más enconados adversarios se agrupan con Bartlett, Madrazo, José Murat, gobernador de Oaxaca, Juan S. Millán, gobernador de Sinaloa, René Juárez, gobernador de Guerrero, Ulises Ruiz, dirigente del partido en Oaxaca, y Manuel Andrade, candidato a gobernador de Tabasco.
opinion
Por Noé Jitrik |
Es la continuación de lo peor del PRI
Estas elecciones, evidentemente, son un hecho nuevo en la historia de México, tanto por la afluencia de votantes como por la forma en que se han hecho, aparentemente transparentes y garantizadas. Y porque ganó una suerte de movimiento que ha puesto al PRI en una situación de descontrol respecto de lo que parecía eterno. Ahora, esto hace pensar retrospectivamente, en el sentido de que quizás, si no hubiera habido control del voto y fraude, tal vez hace rato que el PRI debía compartir el poder.
Pero, por otro lado, quien se beneficia de esta situación es un movimiento de tipo personalista, que remite a situaciones semejantes en otros países de América latina como Perú y Brasil, y que parece responder más a las expectativas de cambio que a una congruencia programática o a una tradición política que pudiera ser aceptable, promisoria o que hiciera vislumbrar un futuro un poco mejor.
En este cambio que ha habido, y en el que seguramente la masa de votantes obró de una manera espontánea y libre, se puede observar un juego entre un presente �que aparece muy dramático desde el punto de vista de la decisión tomada� y un pasado borrado. Es decir, todo parecía indicar que el PRI era el autor de terribles crímenes, cosa que así fue, pero se dejó totalmente de lado que el PRI fue el partido que construyó el México moderno y todas las características actuales: el ser un país más seguro, más definido, con una política exterior inquebrantable, con una actitud clara respecto de los exilios del mundo (por ejemplo el español, el argentino, el uruguayo y el chileno), que consolidó el laicismo, con un sistema escolar muy fuerte. Pero evidentemente eso no contó en la conciencia de los votantes en este momento. Es como si no hubieran hecho una suma y una resta sino solamente una resta.
Por otro lado, las críticas que se le podrían hacer al PRI dentro de una línea conceptual semejante a la que fundó al partido, es decir, heredera de la revolución mexicana, empezaron hace algunos años con Cuauhtémoc Cárdenas y su movimiento, que fue un desprendimiento del propio PRI. En realidad, podría decirse que Cárdenas, cuando se va del PRI y funda el PRD, no hace más que profundizar una de las líneas que estaban en el PRI, en contra de las otras que parecían dominantes o hegemónicas. Pero los frutos de ese esfuerzo no son recogidos por el PRD sino por alguien que tiene una mentalidad más bien de derecha y que parece volver a hacer presentes los términos académicos de izquierda-derecha.
Hay algo que no podría afirmar con seguridad, porque una cosa es una modalidad, un temperamento, unas ganas de hacer algo respecto de la realidad y aventurarse en declaraciones, y otra es el poder en las manos, pero, de acuerdo con los antecedentes y desde el punto de vista de lo que fue Fox y el grupo que lo apoya, creo que ahora se puede esperar un retroceso del laicismo, una limitación a la cultura científica y universitaria, un cambio en la perspectiva de política exterior y un mantenimiento de lo que fue lo peor �por lo menos desde mi perspectiva� del PRI. Es decir, la liquidación de los pequeños grupos de media y baja burguesía y la limitación del proletariado y los miserables en favor del apoyo, la complicidad y la sumisión al capital financiero. De manera que en mi estado de ánimo respecto de estas elecciones veo la situación muy sombría. No me gustan mucho los resultados, pese a que la elección fue clara y limpia, y que finalmente la gente votó lo que quiso votar.
* Escritor, docente e investigador de la UBA. |
opinion
Por Alcira Argumedo |
Fox y un país explosivo
En principio, creo que esta caída del PRI sigue una lógica muy similar a lo que ha sucedido con la mayoría de las fuerzas políticas latinoamericanas en los últimos 15 años. Por primera vez en América latina se instauran modelos económicos fuertemente regresivos en lo social y muy antipopulares con consenso de mayorías. Este es un tema nuevo porque antes, en general, este tipo de modelos se aplicaba a través de dictaduras militares.
La particularidad del PRI estuvo en dos elementos básicos. Por una parte, su tradición revolucionaria, aunque ya desde los años 40, básicamente hacia el fin del gobierno de Lázaro Cárdenas, se trata de una revolución que se va derechizando, volcándose hacia la reforma. De todos modos, lo que no hay que despreciar es la inteligente capacidad de descompresión social que tuvo el partido tanto a través de una serie de redes y cacicazgos que iban detectando conflictos y descomprimiéndolos, como por la formación de cuadros con una gran capacidad de cooptación. Una de las características más conocidas del PRI era detectar a los estudiantes más izquierdistas de la universidad que se perfilaban como jóvenes inteligentes, ofrecerles facilidades y conseguir que terminaran siendo miembros del PRI.
Ahora, esa dinámica cae, y esto da cuenta de la crisis política global en América latina. De alguna manera, estos modelos antipopulares tienden a desarticular los consensos. Yo creo que esta caída se enmarca en lo que ha sido la disolución de consensos como los de Alfonsín, Carlos Andrés Pérez en Venezuela, Collor de Melo y Sarney en Brasil, Alan García en Perú, Bucaram y Mahuad en Ecuador, y el mismo Salinas de Gortari en México. En el caso de México, la paradoja es que se derrota al PRI con un partido tradicionalmente de la derecha y creo que acá lo que ha jugado, como en otros países, es el mal menor. Me parece que la disminución del voto al PRD de Cárdenas tiene mucho que ver con la mayor credibilidad acerca de la posibilidad de derrotar al PRI que tenía Fox en ese momento.
El gran problema es qué pasa ahora con México. Porque yo creo que el país, con un modelo neoliberal salvaje, donde además se desarticulan las formas de descompresión social que utilizaba el PRI, puede ser un México explosivo. La sensación que tengo es que Fox recibe un país que puede estar signado por estallidos sociales durante su mandato, en la medida en que, paradójicamente, este desplazamiento y desarticulación de las metodologías de descompresión y control social que tenía el PRI daría lugar al crecimiento de una fuerte presión social de la pobreza, especialmente desde los sectores campesinos e indígenas que han sido los más golpeados desde comienzos de los años 80.
Socióloga y docente de la UBA. |
SuperFox y la reforma del Estado
Por J.J.A.
Desde México D.F.
Públicamente comprometido contra la corrupción y el abuso de poder, el presidente electo Vicente Fox acometerá reformas sustanciales en México. Una de las principales afecta a la poderosa Secretaría de Gobernación (Ministerio de Interior), la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía) y a los cuerpos de policía adscritos. Se creará una nueva Secretaría de Seguridad y Justicia que absorberá a todos los cuerpos de seguridad federales. Esto supone que Interior dejará de tener funciones policiales y de investigación, competencias que acumularon un elevado grados de corrupción y de confusión. �No hay peor mezcla�, recalcó Fox ante un nutrido grupo de corresponsales extranjeros. También se creará una Comisión de Transparencia, cuya tarea será investigar los crímenes cometidos por el Partido Revolucionario Institucional (PR) durante su larga hegemonía. En principio, se espera que el principal objeto de la comisión será el muy cuestionado ex presidente Carlos Salinas de Gortari.
En el ámbito judicial, la Procuraduría será reorganizada y sustituida por una Fiscalía que será sólo acusatoria. Por lo tanto, también se dividirán las dos funciones que hoy realiza la PGR y que contribuyen a la confusión, corrupción y el abuso de poder. Actualmente, la PGR tiene funciones policiales, acusatorias y �de juzgamiento jurisdiccionales�. �Le vamos a quitar estas últimas. Sólo será acusatoria�, prometió Fox. �Los policías pasan a la Secretaría de Seguridad y Justicia. Y como tercer paso, habrá jueces de instancia que harán la tarea jurisdiccional para llevar la acusación de la Fiscalía ante el Poder Judicial�. Al ser integrada en la Secretaria de Seguridad y Justicia, la denostada Policía Judicial Federal (PJF) �pasará por un filtro donde no permitiremos que vaya nadie que tenga antecedentes de corrupción o mal comportamiento: se trata de un proceso a fondo contra la corrupción, la impunidad y el crimen organizado�. El presidente electo también prometió acabar con la corrupción durante su mandato los seis años. �Es un compromiso total�, subrayó. Por otra parte, es tanta la desconfianza en los militares del Estado Mayor Presidencial que el candidato no aceptará su protección hasta la investidura del primero de diciembre. �Tenemos un grupo especial que hemos seleccionado cuidadosamente desde hace años, un equipo que fue entrenado en Israel, y que conoce perfectamente al candidato�, informó Carlos Rojas, encargado de la seguridad de Fox.
La Comisión Nacional de Transparencia prevista por el nuevo gobierno para investigar los delitos PRI tendrá tanto trabajo, y los obstáculos serán tantos, que no se puede esperar que la administración de Fox se entregue sin cuartel a las pesquisas. Carlos Salinas, presidente entre 1988 y 1994, será, de todas formas, una de las personas susceptibles de ser investigadas por la nueva instancia. �En esta Comisión de transparencia tiene que hacerse el ejercicio sobre Carlos Salinas y de haber evidencias, de encontrarse cosas criminales comenzará el proceso para presentar las acusaciones�, declaró Fox al diario Reforma. �Lo que he dicho es que estas comisiones deben hacer sus averiguaciones. Si hay delitos que perseguir, por supuesto que debe seguir la acción de la Justicia�. Precisó, no obstante, que se acabó el México del presidencialismo, y que cuando asuma entrará en vigor plenamente la separación de poderes. �El Poder Ejecutivo no juzga�, declaró Fox, quien ya fue invitado a la Casa Blanca por el presidente Bill Clinton.
Sin embargo, el presidente electo subrayó que �la prioridad es la concordia, y si la concordia implica perdón y olvido en cosas que ya no pueden aclararse, ahí quedarán�. Es probable entonces que allí quedarán impunes, si no aparecen nuevas pistas, los asesinatos del cardenal Juan Jesús Posadas, del candidato presidencial en 1994 Luis Donaldo Colosio, laextraña muerte de uno de los próceres del PAN, Manuel Cloutier, en 1989, y de muchos mexicanos sin renombre que perdieron la vida a manos de asesinos sospechosos de haber obedecido al costado criminal del sistema priísta.
Otros escándalos son financieros. El último sobresalto ocurrió a comienzos de 1995, durante el desembolso de un rescate bancario de 85.000 millones de dólares. Muchos banqueros y empresarios aprovecharon las generalizadas ayudas para lucrarse con ellas en complicidad con funcionarios e interventores. Algunos, desde Australia y otros refugios, se declaran inocentes, y manifiestan que entre el oficialismo que ahora promete justicia se encuentran varios culpables del fraude.
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