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LA SIDE PREPARA UN GRUPO PARA CUSTODIAR A DE LA RUA DESPLAZANDO A LA FEDERAL
Fernando, protector de Fernando

De Santibañes ideó el armado de un grupo de elite que se encargue de la seguridad del Presidente, al estilo del Servicio Secreto norteamericano. El grupo ya se entrena en Campo de Mayo. Pero esa tarea la cumple la Policía Federal. Nadie informó aún al Ministerio del Interior.

Fernando de Santibañes quiere que un grupo de elite de la SIDE cuide la seguridad de De la Rúa. Desde la recuperación de la democracia, la custodia del Presidente estáen manos de la Policía Federal.

Por Sergio Moreno

La idea es formar un grupo de elite para que custodie al Presidente. Armar un Servicio Secreto al estilo de los famosos �sordos� que cuidan la integridad del Presidente de Estados Unidos, esos patovicas de gafas oscuras, conectados a sus centrales por un auricular clavado en una oreja y micrófonos en sus mangas que corren al lado del hombre más poderoso del mundo. Esos que adquirieron celebridad internacional gracias a películas norteamericanas de variada calidad. Así lo imaginan en la SIDE, más precisamente en su dirección de Contrainteligencia, donde ya se ha reclutado al personal que está tomando costosos cursos de entrenamiento en Campo de Mayo, a razón de tres por semana. El único problemita que tiene esta iniciativa de la SIDE es que resucitará una vieja historia de rencores y recelos: la custodia del Presidente ha estado y está a cargo de los archirrivales de los espías civiles, la Policía Federal, a la que los hombres de la SIDE deberán desbancar si quieren que los agentes que están formando corran al lado de Fernando de la Rúa.
El proyecto que se está llevando adelante fue una idea de Fernando de Santibañes, un hombre deslumbrado por el funcionamiento y la eficiencia de las instituciones norteamericanas. La idea se hizo carne en la cúpula del área 85, la Dirección de Contrainteligencia del organismo, con sede en la calle Estados Unidos al 4000 y está siendo comandada por el mayor retirado del cuerpo de Ingenieros del Ejército Alejandro Brousson (ver aparte).
El modelo adoptado para este grupo de elite (que se hará cargo de cuidar la vida del Presidente si logran desplazar a la Policía Federal) no guarda demasiados secretos: es una copia devaluada del Servicio Secreto de Estados Unidos, un organismo que tiene a cargo la seguridad del presidente, vicepresidente, sus familiares inmediatos, ex presidentes y vices durante toda su vida (así como también a sus hijos menores hasta cumplir los 16 años), dignatarios extranjeros y todos aquellos que el gobierno norteamericano considere necesario. Esta fuerza, además, brinda protección a los candidatos a presidente y vice en los meses previos a las elecciones presidenciales (ver aparte).
Clint Eastwood encarnó el personaje de uno de estos agentes en el más reciente �y exitoso� film (conocido en la Argentina con el título En la línea de fuego) sobre estos esforzados muchachos a quienes se entrena para cubrir con su cuerpo el de su custodiado en caso de que alguien le dispare.
A diferencia del cuerpo de elite de la Unión (creado en 1865 y asignado a las custodias presidenciales en 1901, después del asesinato del presidente William McKinley), que depende del Departamento del Tesoro, el grupo argentino estará conducido, obviamente, por la SIDE. 
El proyecto de conformación del servicio secreto criollo está avanzado. El área 85 abrió el reclutamiento a todos los agentes de la SIDE que quisieran participar del emprendimiento y tuvo buena recepción, fundamentalmente entre los agentes �operativos� de `La Casa�. De los 73 espías que se anotaron sólo quedaron 40. Los 33 restantes no pasaron el test psicológico (no obstante, siguen cumpliendo sus funciones habituales en la Secretaría).
Los cursos se realizan por tandas. Es un intensivo entrenamiento que se realiza en el Primer Cuerpo de Ejército, en Campo de Mayo. Los enrolados acuden a los cursos con equipamiento completo �armas, uniformes de combate, manuales� y una de las rutinas que deben atravesar (además de todo tipo de tácticas de defensa personal) es la del tiro al blanco: deben salir capacitados como expertos tiradores por lo que cada recluta tiene que disparar al menos trescientos tiros cada uno, con armas cortas y largas.
Tal vez por esa razón el entrenamiento sea tan oneroso: un agente que está realizando las rutinas confió a Página/12 que la SIDE debe desembolsar cada treinta días una cifra que oscila entre los 25.000 y 30.000 pesos para la capacitación de estos agentes y que las sumasprovendrían de los fondos reservados que maneja la Dirección de Contrainteligencia para realizar sus operaciones. 
Los cursos se realizan por grupos, los lunes, miércoles y viernes en Campo de Mayo; el lunes último, 3 de julio, comenzó uno nuevo. Si los agentes pasan positivamente las pruebas a las que se los somete, en dos meses más el equipo de futuros �sordos� criollos pueda estar listo para entrar en funciones.
Pero, antes, la SIDE deberá vencer un escollo no menor. Históricamente, la �Unidad Custodia� del Presidente de la Nación ha estado en manos de la Policía Federal, a través del Ministerio del Interior. El proyecto de De Santibañes pretende que sus servicios secretos cuiden la vida del Presidente en el área de riesgo cercana, relegando a la Federal a la seguridad del �anillo exterior�, es decir, los alrededores de los sitios donde se encuentra el jefe de Estado.
Es de suponer que, de haber acuerdo entre los funcionarios políticos -De Santibañes por la SIDE y Federico Storani por Interior� y el presidente De la Rúa, el cambio de dependencia de las custodias pueda realizarse. Pero no parece que ello vaya a ocurrir; para empezar, Storani no ha recibido información del secretario de Inteligencia del Estado ni de ninguno de sus subalternos. El ministro del Interior confió a Página/12 que �nadie me comunicó nada, oficialmente. Cuando ello ocurra, opinaré�.
Es un hecho que la propia Federal pondrá el grito en el cielo: los azules no están de acuerdo en resignar espacios de poder, menos aún en manos de sus rivales locales de la SIDE. Entre los policías y los espías civiles existe una inquina desde comienzo de los tiempos, más precisamente, desde que fue creada la SIDE durante la primera presidencia de Juan Domingo Perón. La Federal desdeña las labores que hacen sus primos de la calle 25 de Mayo, resalta lo que consideran como su ineficiencia, envidia su presupuesto �aun después de la dieta que le aplicó el ex banquero amigo del Presidente� y, más aún, la discrecionalidad con que lo maneja.
Un alto funcionario de Interior señaló a este diario que la iniciativa de la SIDE acarreará más de un problema en el Gobierno. �La `Unidad Custodia� está compuesta por gente muy especializada y capacitada -relató�. Hasta hay un par de abogados, todos están especialmente entrenados, varios estuvieron en Interpol, y manejan idiomas. No son policías comunes.� 
No es la primera vez que otra fuerza del Estado quiere hacerse del sitio para custodiar el Presidente. No bien asumió la Alianza, desde el Ejército se realizaron algunos movimientos sinuosos para desplazar a los federales. La �Unidad Custodia� suele chocar con la Casa Militar que tiene sede en la Rosada. En diciembre del año pasado, los policías elevaron algunas quejas por el trato que les dispensaban los militares, mientras que desde el Ejército se enviaban señales de querer reemplazar su presencia en los alrededores del Presidente. Inclusive, intentaron que los desplazamientos de De la Rúa por el país se realizaran en los helicópteros de esa fuerza armada.
Antes de que las chispas se transformaran en fuego, Storani medió en el conflicto y el propio Presidente puso las cosas en orden; los embates cesaron y la Federal se quedó con la custodia.
Ahora, la avanzada, esta vez silenciosa, está en manos de la SIDE. Ante consultas realizadas por este diario, en Gobierno no creían que los empeños de los espías se viesen gratificados. �Esto es armar un problema donde no lo hay �dijo un político que se sienta a la mesa del Gabinete�. Además, me parece que en este momento las acciones de la SIDE están en baja, ¿no?.�


Claves

La SIDE está entrenando a un grupo de elite con el fin de hacerse cargo de la seguridad del Presidente.
El reclutamiento se realizó entre agentes de la secretaría y hay 40 de ellos haciendo cursos, los lunes, miércoles y viernes, en el Primer Cuerpo de Ejército, en Campo de Mayo.
Fernando de Santibañes fue el padre de la idea, una copia económica del Servicio Secreto norteamericano.
Las tareas de reclutamiento y armado del equipo de espías recayeron en el mayor (R) Alejando Brousson, actual jefe de Contrainteligencia �área 85� de la SIDE.
Brousson fue desplazado del Ministerio del Interior, durante la gestión de Gustavo Beliz, cuando se supo que esa cartera espiaba a sindicatos, alumnos y docentes de colegios secundarios.
Desde hace mucho tiempo y hasta la actualidad, la seguridad del Presidente es responsabilidad de la �Unidad Custodia� de la Casa Rosada, un grupo de la Policía Federal.
La Federal y la SIDE se guardan una vieja inquina que aumentará a partir de la pelea por la custodia presidencial.
El ministro del Interior, Federico Storani, aún no ha sido informado oficialmente de la iniciativa del ex banquero amigo de De la Rúa. 

Un militar en ascenso

Fernando de Santibañes tuvo la idea, pero su concreción está en manos de otro hombre: el director de Contrainteligencia �área 85� de la SIDE, Alejando Brousson, mayor retirado del arma de ingenieros del Ejército, que tiene una larga y sinuosa trayectoria en el mundo del espionaje. Este ex militar fue la víctima principal de un escándalo desatado en 1993, cuando Gustavo Beliz era el ministro del Interior de Carlos Menem. En ese entonces, salió a la luz que el ministerio realizaba actividades de espionaje ideológico en sindicatos, organizaciones sociales y a estudiantes y docentes de colegios secundarios. La implementación de tales labores recaía en la Dirección de Inteligencia de la cartera política, conducida por Brousson.
Beliz lo eyectó de su cargo, pero Brousson no se quedó en la calle. El militar fue reciclado en la SIDE de Hugo Anzorreguy y rebautizado con el nombre de guerra �Antonio Busquet� (cada agente que ingresa a la secretaría debe adoptar un alias; por lo general el nome de guerre respeta las iniciales del nombre original). Una vez en �La Casa�, el Señor 5 del menemismo le asignó tareas no menores: por lo pronto formó parte de la �Sala Patria� (hasta llegar a ser el número dos), un grupo que, al mando del agente Patricio Feeny �alias Fonseca� estaba encargado de los asuntos más sensibles de la secretaría, como ser la investigación del atentado a la AMIA. La �Sala Patria� era la Dirección 34 de la SIDE, que luego devino en Dirección de Terrorismo Internacional. Brousson fue uno de los responsables de tender la celada �conjuntamente con la inteligencia mexicana� al ex jefe militar del ERP y el MTP Enrique Gorriarán Merlo, en el DF azteca, donde pasó seis meses organizando el operativo para cazar al guerrillero.
Una vez hecho el cambio de mando de Anzorreguy a De Santibañes, Brousson fue ascendido a director de Contrainteligencia, una de las áreas más sensibles de la SIDE. En la secretaría defendieron el nombramiento con el argumento de que �Brousson es un funcionario con muchos años en �La Casa� y merece toda la confianza�, según dijeron el pasado 22 de marzo a Página/12, cuando este diario reveló el ascenso. A tanto asciende esa confianza que el militar retirado fue uno de los encargados, junto con la consultora Maika Palacios, de organizar el recorte interno por el cual más de 1000 servicios de diverso pelaje fueron dejados cesantes en febrero pasado.

 

 

BREVE HISTORIA DEL SERVICIO SECRETO DE EE.UU.
Algunas sutiles diferencias

Por S.M.

La Guerra de Secesión norteamericana acababa de terminar, el país se unificaba al ritmo impuesto por los vencedores del norte y sus instituciones �las yankees� se afirmaban luego de la devastación. Como parte de la reconstrucción institucional de la Unión, en julio de 1865 fue creada la División del Servicio Secreto de Estados Unidos, una rama del Departamento del Tesoro, con el fin de combatir la falsificación de dinero. A lo largo de la historia, el United States Secret Service fue ampliando su radio de acción tras sucesivas aprobaciones del Congreso. La escabrosa historia de magnicidios que atesoran los Estados Unidos hizo que el USSS se erigiese en custodia permanente y exclusiva de los presidentes de ese país: fue el asesinato de un presidente lo que le dio al servicio esas atribuciones y el de un candidato a presidente lo que hizo que comenzasen a custodiar también la vida de quienes pueden llegar ocupar el cargo más importante en el país más poderoso del mundo. 
Entre sus funciones, el Servicio Secreto de EE.UU. debe:
Custodiar al presidente y vicepresidente de la nación, a sus familias y a sus hijos, mientras sus padres ocupen estos cargos.
Custodiar a los ex presidentes y ex vices por el resto de sus vidas, una vez que dejaron sus magistraturas, así como también a la familia cercana de éstos y a sus hijos hasta que cumplan los 16 años de edad.
Custodiar a los presidentes de otros países cuando visitan Estados Unidos.
Custodiar a los candidatos a presidente y vice durante los meses previos a la elección.
El Servicio Secreto, nacido para combatir a los falsificadores de dinero y al contrabando, amplió su radio de acción a partir de una muerte: en 1901, el presidente William McKinley fue asesinado y el Congreso dispuso que el organismo se constituyese permanentemente en custodia presidencial. Desde 1894, el USSS custodiaba part-time al presidente Stephen Grover Cleveland.
El primer hombre de esta fuerza que murió cumpliendo con su trabajo fue Joseph A. Walker, el 3 de noviembre de 1907, investigando un episodio de fraude de tierras en el oeste del país. Un año después, el presidente Theodore Roosevelt transfirió ocho agentes del Servicio Secreto al Departamento de Justicia: tal fue el núcleo a partir del cual se creó, posteriormente, el Federal Bureau of Investigations (FBI).
En asesinato de John F. Kennedy impulsó al Congreso a extender la cobertura de seguridad a su viuda, Jackeline Bouvier y a sus hijos. Cinco años después, en 1968, el crimen de Robert Kennedy, hermano del presidente también muerto a tiros y seguro candidato a la presidencia, impulsó a otorgar mayores responsabilidades al USSS: a partir de entonces, el Servicio Secreto comenzaría a proteger a los aspirantes a la primera magistratura norteamericana.
Además de sus tareas de custodia, el Servicio Secreto es una estructura compleja que se encarga del seguimiento y caza �junto con el FBI� de los fugitivos más buscados, de combatir los delitos de falsificación de dinero, de investigar lo que es dado en llamarse �crímenes electrónicos� -telecomunicaciones, Internet�, y de evaluar las amenazas a la seguridad, actividad concentrada en el NTAC (National Threat Assesstment Center).
La copia nacional, pergeñada por Fernando de Santibañes, es más modesta y económica: sólo pretende estar alrededor de Fernando de la Rúa para cuidar su vida, un lugar que, al menos por ahora, lo ocupan otros.

 


 

El agente Sánchez Reisse fue absuelto y está libre

Estaba imputado en la causa que investigaba el secuestro extorsivo del empresario Fernando Combal, durante la dictadura. La resolución del juez Eduardo Daffis Niklison será apelada.

Leandro Sánchez Reisse, agente del tenebroso Batallón 601 de Ejército durante la dictadura.
La causa Combal duró 21 años. Ayer, su principal imputado fue sobreseído y salió en libertad.

El ex agente de inteligencia Leandro Sánchez Reisse recuperó ayer su libertad después de que la Justicia lo absolviera �de culpa y cargo� en la causa en la que aparecía imputado por el secuestro extorsivo del empresario Fernando Combal, ocurrido en mayo de 1979. La medida �que no se encuentra firme porque fue apelada ante la Cámara del Crimen� la dictó el juez de instrucción Eduardo Daffis Niklison, quien así puso fin a una investigación de más de dos décadas, plasmada en un voluminoso expediente de más de 30 cuerpos y alrededor de 6000 fojas.
Sánchez Reisse estuvo preso en varias oportunidades por el secuestro de Combal realizado durante la dictadura militar y sumó en total unos cuatro años de prisión. La última vez que se lo arrestó por esa causa �también estuvo detenido por otros secuestros y por su presunta participación en el robo de cuadros de los museos rosarinos Estévez y Castagnino� fue en setiembre del �98. Desde entonces permaneció alojado en el Escuadrón Buenos Aires de la Gendarmería, donde compartía su cautiverio con presos Vip de la talla del ex juez Francisco Trovato y el ex titular del PAMI Víctor Alderete.
La resolución dictada por Daffis Niklison concluye �absolviendo libremente de culpa y cargo� a Sánchez Reisse y a Rubén Osvaldo Bufano, también imputado en la causa del secuestro de Combal. En un fallo de más de 120 páginas, el juez hace un pormenorizado análisis de las diligencias hechas desde que Combal denunció haber sido secuestrado en la esquina de Aráoz y Santa Fe, en el barrio de Palermo, mientras viajaba en un taxi.
El financista Combal fue secuestrado el 8 de mayo de 1979. Un día después su familia pagó un millón de dólares de rescate, Combal fue liberado y Sánchez Reisse se marchó al exterior. Los secuestros extorsivos fueron la especialidad de este ex agente del Batallón 601 de Inteligencia, conocido también como �El Marqués� o �Lenny�, y fue en un intento por cobrar uno de ellos en Ginebra que se lo detuvo por primera vez. Bajo el cargo de �tentativa de chantaje� se lo alojó en una cárcel de Suiza, de la cual se fugó en 1985. Entonces, Sánchez Reisse se refugió en Estados Unidos, donde contaba con la protección de la CIA. Sus lazos con los espías norteamericanos databan de fines de los �70, época en la que junto a Raúl Guglielminetti integró el Grupo de Tareas Exterior (GTE) del Ejército, que se dedicó, entre otras cosas, a adiestrar a los contras nicaragüenses que luchaban contra el gobierno sandinista de ese país.
En 1987 la CIA le soltó la mano a Sánchez Reisse, quien entonces fue detenido y extraditado a la Argentina. Después de un tiempo en prisión, recobró su libertad amparado en una polémica resolución judicial y abandonó el país sin dejar rastros. La policía española lo encontró en 1995 en un lujoso hotel de Cádiz y lo detuvo; fue trasladado a Buenos Aires y quedó otra vez a disposición de la Justicia.
Los defensores oficiales de Sánchez Reisse y Bufano siempre calificaron el caso de Combal como un �autosecuestro�. La versión del financista es que sus secuestradores le vendaron los ojos, lo golpearon y lo liberaron 18 horas después �previo pago del rescate� en cercanías de avenida Del Tejar y General Paz.
Daffis Niklison concluyó que no se podía acreditar que los hechos hayan ocurrido tal como los relató Combal. �La verdad sobre lo realmente acontecido quedará en la memoria de sus participantes�, sentenció el juez.
Un hecho que llamó la atención de los funcionarios judiciales fue que el presunto taxista que transportaba a Combal �y que declaró como testigo�, hubiese sido hallado recién a los 7 años de iniciadas las investigaciones. Las mismas fuentes confirmaron que la fiscal Alicia Noemí Martín apeló la resolución del magistrado, por lo que deberá ser ahora la Cámara del Crimen la que resuelva, en definitiva, si la confirma o la revoca.
En su fallo, Daffis Niklison tuvo un párrafo dedicado a la querella (Combal). Allí aludió a las �innumerables e improcedentes� medidas solicitadas en el transcurso del expediente, a las que calificó como �dilatorias e inconducentes por su falta de vinculación operativa�.

 

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