Por Fernando Cibeira
 El ex presidente Raúl Alfonsín volvió al ruedo con un discurso en el que mezcla el alineamiento público con el Gobierno con los ataques al Fondo Monetario. Las críticas a las políticas de los organismos internacionales de crédito le dieron ayer la posibilidad de meter una cuña: �El país no puede crecer rebajando los sueldos�, lanzó. En su carácter de presidente de la UCR se reunió por la tarde con el ministro del Interior, Federico Storani, en una curiosa etapa del diálogo iniciado por el Gobierno, que hasta ahora se había desarrollado con la oposición. �Algunos lo llamaron �pan con pan�, y tienen razón�, admitió Storani sobre la reunión entre oficialistas. Alfonsín cumplió con su papel: �Después de diez años de neoliberalismo, no se puede pensar que no hay que tomar medidas dolorosas para salir de ese desastre�, lanzó.
Hoy, el ex presidente tendrá a su disposición un nuevo escenario cuando hable durante la Convención Nacional de la UCR, que se reunirá a partir de las 15 para elegir a sus nuevas autoridades. Con Alfonsín nunca se sabe pero seguramente insistirá en sus críticas al Fondo y mechará su intervención con pedidos de medidas que ayuden a la reconstrucción de la �burguesía nacional�, un término marxista que adoptó para hacer referencia al empresariado. �Se ha extranjerizado todo y acá necesitamos una clase empresaria que confunda sus intereses con los del país�, es el argumento que Alfonsín viene utilizando en sus últimas reuniones políticas.
Alfonsín sugirió ayer la necesidad de renegociar las metas fiscales con el FMI. Siempre aclarando que la opinión era �a título personal�, es decir que no hablaba en representación de la UCR y menos en nombre del Gobierno, dijo: �Creo que hay que adecuar eso, si no el país no puede crecer rebajando los sueldos y la justicia social no tiene nada que ver con eso�. Para eso pidió �devolver la capacidad de decisión a la política� porque ahora �somos más bien rehenes de nuestra deuda externa�.
El ex presidente también se cuidó de salvar la figura del ministro de Economía, José Luis Machinea, de quien asegura conocer su pensamiento progresista. Por eso, luego de proponer que se establezca un impuesto a los plazos fijos de las empresas, advirtió que lo decía con conocimiento de que Machinea estaba de acuerdo con la medida.
Por la tarde, Alfonsín concurrió a la Rosada en el marco del diálogo político iniciado por el Gobierno. Estuvo acompañado por los jefes radicales de los bloques legislativos �los senadores José Genoud y Raúl Galván, y el diputado Horacio Pernasetti� y otras autoridades partidarios como el gobernador del Chaco, Angel Rozas, y el ex ministro del Interior, Enrique �Coti� Nosiglia. Storani los esperaba con el viceministro, Carlos Becerra, y el subsecretario César Martucci.
Según uno de los asistentes, Alfonsín ponderó que el diálogo político se hubiera centralizado a través del Ministerio del Interior. �Es cierto, a él no le gustan que se abran muchos kioscos del diálogo�, certificó un colaborador suyo. También sugirió que desde el ministerio se hiciera de nexo entre los bloques legislativos y los partidos políticos. Obviamente, que Storani recibió encantado la sugerencia.
En la rueda de prensa posterior, Alfonsín sorteó sin despeinarse que le preguntaran por los ñoquis en el Senado y la aparición de su histórica secretaria privada, Margarita Ronco, en las listas que difundió el vicepresidente Carlos �Chacho� Alvarez. �Lo de Alvarez le dio bronca porque quien está en política tiene que saber las formas en que se financian los partidos�, revelaron cerca suyo. En público, Alfonsín se comportó con clase. Defendió a su secretaria pero recordó que es el Estado el que debe sostener la política.
|
