Por Mónica Flores Correa
Desde Nueva York
La cuenta regresiva para el lanzamiento del cuarto libro de la serie de Harry Potter comienza hoy y concluye esta medianoche en Estados Unidos. Es decir, el conteo termina, como corresponde en honor al personaje, a la hora en que las brujas y los brujos salen a complicarle un poco la vida a los mortales. Millones de chicos en Estados Unidos y en Gran Bretaña, donde también se publicará el libro mañana, esperan el momento de reencontrarse con Potter, el pequeño héroe mago de esta serie de cuentos infantiles escritos por la escocesa J. K. Rowling, que logró la proeza no poco �mágica� de que una generación de chicos comience a interesarse algo más por la lectura y no tanto por los jueguitos de las computadoras.
Más de cinco millones de libros de Harry Potter y la copa de fuego saldrán a la venta en los primeros minutos del sábado, según lo establecido por algunas librerías que abrirán sus locales especialmente a medianoche para este acontecimiento, o en las primeras horas de la mañana. Muchas librerías también realizarán fiestas de Harry Potter, con vendedores disfrazados de brujos que servirán a los pequeños compradores cereales con leche de unos enormes calderos, teóricamente destinados a contener pócimas hechiceras muy poco tranquilizadoras.
El libro es el cuarto de una serie que hasta el momento ha vendido treinta millones de copias en todo el mundo y que ya fue traducido a más de 30 idiomas. Harry Potter fue tapa del diario New York Times, es la estrella de una película y sus aventuras estuvieron más de 100 semanas en la lista de bestsellers del mismo diario. No sólo eso: el extraordinario éxito de la saga que, según Rowling, se desarrollará en siete libros, hizo que el matutino neoyorquino iniciase una lista semanal especial dedicada únicamente a los bestsellers infantiles.
Gracias a la comercialización de libros vía Internet, la historia que aparecerá mañana produjo un suceso virtual paralelo: la librería online amazon.com tenía, a las 19 de ayer, 324.463 pedidos del libro, y planea movilizar unos nuueve mil camiones para satisfacer la demanda. El fenómeno Potter �es algo que pasa sólo una vez por generación�, según reconoció Diane Roback, editora de libros infantiles para Publishers Weekly. Pero el fenómeno también ha sido ayudado por una concienzuda estrategia publicitaria, en cuya concepción intervino activamente la escritora Rowling, una madre soltera que estaba en la miseria cuando empezó a imaginar a Potter, y que ahora es considerablemente rica.
Un muro de silencio y secreto tan impenetrable como los planes de Voldermort, otro de los personajes de la serie, protegió el argumento de este cuarto libro, espoleando la curiosidad de los seguidores del chico huérfano que aprende sus conocimientos esotéricos en una escuela para brujos. Sólo en los últimos días se supo que uno de los personajes de la serie muere, y que Potter mostrará por primera vez interés en el sexo opuesto. Bloomsbury, la editorial británica, hizo un trabajo de marketing perfecto. El título de la historia se mantuvo primero en secreto y luego fue repentinamente dado a conocer. Nadie, ni críticos ni lectores, tuvieron acceso a ejemplares de La copa de fuego. Hubo, por supuesto, algunas excepciones. Entre ellas, la más publicitada fue la de una niñita de ocho años que en los suburbios de Washington DC consiguió un ejemplar por error de los empleados de la librería, que habían puesto el libro en uno de los estantes a la vista del público.
�Preparamos todo con gran secreto y por cierto, nos hemos divertido mucho�, comentó Colette Whitehouse, vocera de Bloomsbury. Y muchísimo más se van a divertir los editores con las prodigiosas ventas que ya se pronostican. Además de los cuatro países de habla inglesa donde el libro se publicará primero .-a los dos mencionados se agregan Canadá yAustralia�, también se venderá en otros 106 países y se espera que esta vez las aventuras del huérfano y mago se traduzcan a 49 idiomas.
¿Quién es esa mujer?
Si bien no parece tan potente como la de su personaje, la historia de Joanne Rowling bien podría ser argumento de otra novela. Ex estudiante de literatura clásica y francés, la escritora nacida en Edimburgo en 1966 trabajó para Amnesty International en Londres, donde conoció a un periodista portugués. Radicada en Portugal, tuvo una hija pero se separó casi inmediatamente después, por lo que volvió a Escocia con la firme intención de dedicarse a la literatura. Sus dos primeras novelas no interesaron a ningún editor, y lo mismo ocurrió con nueve editoriales que no encontraron ningún atractivo en la historia del niño brujo. Finalmente, cuando ya era acosada por la miseria lisa y llana, Rowling firmó un inesperado contrato de cerca de 300 mil dólares con Bloomsbury. La edición de Harry Potter y la piedra filosofal, primer título de la serie, confirmó la inversión, llegando inmediatamente al puesto número uno de las listas de venta británicas y alzándose con el premio Smarties, el más prestigioso de la literatura infantil. En Argentina, los dos primeros episodios arrasaron con siete ediciones consecutivas de Emecé. |
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