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ALMUERZO ENTRE LOS GOBERNADORES Y EL PRESIDENTE
Todo funcionó sobre ruedas

El Presidente habló amigablemente de temas económicos (en especial sobre industria automotriz) con cuatro gobernadores peronistas y dos aliancistas. Fue un gesto de distensión con el PJ.

t.gif (862 bytes)  “Nos hemos puesto de acuerdo (con los gobernadores) en promover al sector lácteo. Puedo asegurarles que no hay yogur como el que se produce en nuestro país. Si no, pregúntenle al canciller, que no come más que yogur”, dijo el presidente Fernando de la Rúa en la conferencia de prensa realizada después del almuerzo con seis gobernadores, entre ellos los justicialistas, José Manuel de la Sota, Carlos Reutemann, Carlos Ruckauf y Adolfo Rodríguez Saá. Aunque el diálogo se centró exclusivamente en temas económicos, como el nuevo convenio automotriz firmado con el Mercosur, el Gobierno aspira a que estos encuentros puedan crear un nuevo clima con la oposición política. Clima que deje de lado el enfrentamiento que había amenazado con convertirse en la posición dominante del justicialismo luego de la movida del bloque peronista en el Senado.
El Presidente había convocado al canciller, Adalberto Rodríguez Giavarini; al ministro de Economía, José Luis Machinea, y a los gobernadores de las provincias en las que la industria automotriz tiene un papel destacado, para informarles sobre la marcha de algunas negociaciones del Mercosur, luego de la última reunión de presidentes del mercado común, realizada la semana pasada en Buenos Aires.
Además de los gobernadores peronistas de Córdoba (De la Sota), Buenos Aires (Ruckauf), Santa Fe (Reutemann) y San Luis (Rodríguez Saá), también participaron del encuentro los radicales Arnoldo Castillo (Catamarca) y Roberto Iglesias de Mendoza. Con el objetivo de que el encuentro transite por un clima distendido, la reunión se produjo en el salón chico del comedor del Palacio San Martín, sede de la Cancillería. Terrina de centolla, como primer plato; supremas de pollo con salsa a la Maryland, con una guarnición de milhojas de papa y postre helado fueron el menú que compartieron los gobernadores con De la Rúa. Menú regado con generosas botellas de vino Luigi Bosca. La excepción fue el dueño de casa, el canciller Giavarini que –corroborando la broma presidencial– degustó un plato de yogur descremado de frutilla.
Además del nuevo convenio automotor con el Mercosur, que prevé que el 30 por ciento de las autopartes componentes de los automóviles fabricados por los dos principales socios del mercado común sean de origen nacional, también se analizó la futura ley de coparticipación federal. Al finalizar el encuentro, De la Sota dijo que junto a los gobernadores de Santa Fe y Buenos Aires le habían acercado a De la Rúa un memorándum sobre la situación de la industria láctea, además de la propuesta de creación de un ente que permita promover las exportaciones del sector.
“Yo no discrimino por el color político y he recibido de ellos ese mensaje. Estamos unidos a la responsabilidad común de servir al país”, fue la respuesta del Presidente, cuando los cronistas presentes en la conferencia de prensa quisieron saber si debían interpretar a esta reunión como el inicio del diálogo político del Gobierno con los gobernadores. Encuentro que todavía no tiene hora ni fecha en la agenda del gobierno aliancista.
El buen humor y la buena onda (recurrente obsesión del Presidente en los últimos días) dijeron presente en el almuerzo con los gobernadores. Incluso hasta las disputas fueron presentadas como disidencias menores, como la “discrepancia que Córdoba tiene con la secretaria de Industria, Débora Giorgi”, como presentó De la Sota al enfrentamiento que tiene su provincia con la Nación por el arancel para la fabricación de camiones.

 

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