Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


Nadie quiso oír sobre los presos de La Tablada

Representantes de organismos de derechos humanos quisieron entregar un pedido al Presidente. Pero no fueron recibidos por él ni por ningún otro funcionario. Lo dejaron en Mesa de Entradas.

Por Victoria Ginzberg
t.gif (862 bytes)  Representantes de organismos de derechos humanos intentaron llegar al presidente Fernando de la Rúa para pedirle por la libertad de los presos de La Tablada. Pero no fueron atendidos ni siquiera por un funcionario de mediano rango y debieron dejar una carta para el Presidente en la Mesa de Entradas. “Ante la lentitud de los caminos judicial y legislativo, y teniendo en cuenta que trece presos realizan una huelga de hambre desde hace 40 días, acudimos a usted como la más alta autoridad de la Nación para solicitarle que arbitre las medidas necesarias para cumplir con el deber del Estado hacia las recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA”, dice el mensaje destinado a De la Rúa.
Los miembros de las agrupaciones de derechos humanos trataron de acercarse a De la Rúa luego de que el jueves no se tratara la ley elaborada por el diputado frepasista Ramón Torres Molina –que permitiría la libertad de los presos– y que no haya tampoco seguridad de que la iniciativa, al menos, se considere la semana próxima. Miembros del PJ aseguraron que para apoyar esa ley esperan que el Presidente se expida públicamente sobre el tema. No hay señales de que De la Rúa vaya a hacer tal cosa, pero el senador radical, delarruista por añadidura, José María García Arecha señaló el jueves que el proyecto “no expresa el pensamiento del Presidente”.
Allegados a los presos manifestaron ayer su preocupación sobre la situación de los huelguistas, que consideraron “crítica”. El senador mexicano del Partido de la Revolución Democrática, Mario Saucedo, que vino al país para interceder por los detenidos de La Tablada, se entrevistó con el vicepresidente Carlos Alvarez, quien se comprometió a gestionar ante el ministro de Justicia, Ricardo Gil Lavedra, el tratamiento del proyecto de ley. Saucedo también se reunió con el senador justicialista Eduardo Menem, quien “se mostró reacio a que los presos sean excarcelados”, pero dijo que “aceptaría una ley donde se contemple la segunda instancia judicial siempre que no se aplique el ‘dos por uno’ (el cómputo de dos días por cada uno de sentencia cumplida)”, que permitiría que los presos queden en libertad.
Mientras estaban en el país los miembros de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Gil Lavedra se había comprometido a impulsar el proyecto de Torres Molina. Ayer, en confusas declaraciones, afirmó que “el Ejecutivo apoya que se cumpla con la recomendación de la CIDH, pero esto no quiere decir que se apoye un proyecto en concreto determinado”. aunque luego agregó que “la única manera de cumplir con la recomendación de la CIDH es a través de una norma que establezca la posibilidad de recurrir a un tribunal superior”, que es lo que establecería la iniciativa en cuestión.
El Consejo Mundial de Iglesias envió ayer una carta a De la Rúa, en la que le expresan su “profunda preocupación por la actitud tomada por el Gobierno ante la situación imperante de los presos de La Tablada”. Si bien el informe del Servicio Penitenciario Federal indica que los huelguistas “no tienen signos de descompensación clínica” –menos Enrique Gorriarán Merlo y Roberto Felicetti que los últimos dos días se negaron a realizarse los controles médicos–, los abogados y miembros de organismos de derechos humanos se mostraron muy preocupados por la salud de los huelguistas. “Me dio la sensación de que están dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias, incluso a morir si no se atienden sus reclamos”, manifestó el senador mexicano.

 

Preso por reticente

La Cámara Federal de Bahía Blanca ordenó el arresto de un militar que se negó a declarar en el juicio en el que se investiga el destino de los desaparecidos del V Cuerpo del Ejército. Se trata del suboficial principal retirado Armando Barrera y es la segunda persona que queda tras las rejas por estos motivos. El tribunal presidido por Augusto Enrique Fernández consideró que no tomar medidas ante la reticencia de este testigo implicaría renunciar al objetivo de la causa, que es la averiguación de la verdad sobre los desaparecidos. El 31 de mayo pasado los camaristas bahienses dispusieron el arresto “sin límite de tiempo” de Santiago Cruciani –denunciado como torturador del centro La Escuelita–, quien también se había negado a declarar. Cruciani sigue detenido. Su familia presentó un hábeas corpus, pero el jueves el juez federal Alfredo Manuel Rodríguez lo rechazó. “No se puede dudar formalmente de la competencia de la Cámara Federal de Bahía Blanca en la causa en la que se dispuso el arresto de Cruciani”, manifestó el magistrado. Ayer, también se presentó ante la Cámara bahiense Nélida Luchi, quien se refirió a su propio secuestro y mencionó el caso de una embarazada que tuvo familia en La Escuelita. Dijo que uno de los represores –a quien no pudo identificar-le mostró una foto de quien se había llevado al bebé.

 

OPINION

Por Daniel Drago*

El drama del Posadas

El 6 de julio, el Dr. Rafael Bielsa, síndico general de la Nación, publicó una nota de opinión que nos merece una profunda reflexión. No pretendo responder puntualmente ese artículo, que considero impecable, pero no quiero dejar de expresar algunas ideas que creo son necesarias para entender la situación que atraviesa nuestro hospital. De no ser así, correríamos el riesgo de intentar conocer una realidad histórica a través de una imagen fotográfica.
No se resuelve nada con melancólicas citas literarias que bien pueden transmitir impresiones subjetivas. Lo que se precisa son decisiones políticas claras en el marco de un proyecto de hospital que no admite más dilaciones.
Hay que escuchar a la comunidad hospitalaria sin posturas soberbias, sin prejuicios, manteniendo la debida consideración hacia nuestra institución, hacia nuestros miles de pacientes, hacia nuestros once compañeros desaparecidos y hacia la lucha de sus trabajadores que resistieron innumerables agresiones y que, pese a todo, mantuvieron al Hospital en pie.
Sabemos cómo reconstruir el Hospital. Cuenten con ello. Pero admítannos desconfiar de cualquier proyecto que no cuente con nosotros. Resistimos la dictadura, soportamos el vaciamiento en épocas de la hiperinflación, nos opusimos a los intentos privatistas del Banco Mundial, rechazamos cualquier tipo de arancelamiento, defendimos el carácter público y gratuito de la atención, denunciamos hechos de corrupción durante el menemismo y actualmente nos encontramos exigiendo una pronta y definitiva normalización del Hospital.
A diario y en condiciones difíciles –tanto nuestras como de quienes se atienden aquí–, intentamos resolver o acompañar verdaderas tragedias cotidianas de pacientes que no tienen otra contención que no sea el hospital público.
Con recortes indiscriminados esto no se va a solucionar sino que va a empeorar. Y le garantizamos que la situación va a ser entonces mucho más patética que la imagen de Tánger a la que hace referencia. Es prioritario resolver la grave cuestión presupuestaria actual. Le agradeceríamos la posibilidad de discutir públicamente el problema de la salud pública y de los hospitales en particular. Lo invitamos a conocer por dentro nuestra institución. Valoramos sus aportes y nos gustaría sumarlo a la trabajosa tarea de poner en marcha al Hospital Posadas.

* Médico de terapia intensiva de adultos. Vicepresidente de la Asociación de Profesionales del Hospital Posadas.

 

PRINCIPAL