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Por Ariel Greco 
La Ley de Fideicomiso para la administración de los clubes en
concurso de acreedores o quiebra, que el Congreso aprobó el jueves
y que evitará el cierre de Racing y de Deportivo Español,
levantó muchas polémicas y voces encontradas, ya que los especialistas
la tildan de oportunista y demagoga. Sin embargo, el senador justicialista
Hugo Sager, autor del proyecto, rechazó las críticas y dijo
a Página/12 que la ley surgió como una necesidad para preservar
la continuidad de las instituciones, más allá de los beneficios
políticos que se puedan obtener.“Esta ley no viene de ahora –aseguró Sager–. Fue estudiada durante mucho tiempo por especialistas de diferentes ámbitos y no surgió como algo oportunista. El proyecto es de julio del ‘99 y, si bien se beneficia Racing, la idea es que sea productivo para todos los clubes. Hasta ahora tenían que cerrar o vender, aunque con este proyecto tienen una nueva oportunidad”, remarcó Sager, que es legislador por el Chaco desde 1997. Uno de los puntos más cuestionados del proyecto aprobado es el de los acreedores. Si bien se les respeta la deuda original y se les otorga un certificado que se puede cambiar en el mercado, es poco probable que eso sea sencillo, ya que la garantía será de un club en quiebra. Además, de esta manera no hay posibilidad de conseguir un avenimiento y la única forma de que las deudas puedan llegar a cancelarse es a partir de las ganancias que genere el club, algo que en la práctica no sucedió en ninguno de los casos. En cambio, para Sager es la mejor opción para los acreedores. “No creo que sea malo para ellos, al contrario. Con esto se les garantiza que, en tres años, si el club da superávit cobran todo, y si no la situación es igual a la actual. Se liquidan los bienes y se rematan”, comentó el senador, que aclaró que para que una institución pueda estar encuadrada dentro del proyecto se debe garantizar que con la nueva administración no se genere un déficit que aumente el pasivo. Claro que hay una cuestión que más allá del proyecto no parece tener solución. ¿Qué podrá modificar este órgano de tres personas que administrará el club (un abogado, un contador y un experto en manejo deportivo), para que empiece a tener superávit? Allí las respuestas de Sager no son tan convincentes. “Habrá que apelar a la responsabilidad e idoneidad de las tres personas que nombre el juez a cargo de la quiebra”, respondió el senador, que también aclaró que en el órgano fiduciario no podrá participar ningún dirigente que haya actuado en alguna de las tres últimas comisiones directivas previas a la quiebra. Casualmente coincide con el número de gestiones cuestionadas de Racing, aunque Sager intenta restarle trascendencia a ese dato. “No tiene nada que ver con la situación de Racing. Acá se estudió cuál era la mejor opción. Se pensó hasta que no pueda integrarlo una persona que perteneció a una CD de cinco gestiones anteriores”, señaló. Los interesados en participar de la futura administración de Racing se podrán anotar en el Instituto Bonaerense del Deporte, aunque antes de que los candidatos se presenten, ya comenzaron a sonar nombres para cada uno de los tres cargos. Norberto Pontoriero como asesor deportivo, Luis Porcelli como abogado y la síndico Liliana Ripoll surgieron como posibles interesados, aunque los dos primeros no cumplirían con los requisitos necesarios, ya que intervinieron en las últimas administraciones del club.
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