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HABLAN LAS CHICAS DE SAN MIGUEL
�Muchos policías han hecho pases conmigo�

Página/12 habló con tres mujeres que trabajaron en los prostíbulos allanados. Cuentan la vida en esos boliches y también en otro que sigue abierto en San Miguel. Y explican su relación con la policía.


Por Alejandra Dandan

t.gif (862 bytes) Carmela cuenta que una vez entró a la comisaría de San Miguel para denunciar las amenazas del dueño de un cabaret. �No me la querían tomar; los policías decían que era un problema para todos: para Vicente, para los boliches�. Carmela trabajó en Imagina, uno de los boliches allanados por la Justicia esta semana en el marco de una investigación sobre la red de prostitución en tierras de Aldo Rico. Hasta el lunes, fue empleada de Vicente Serio, dueño del negocio, y ahora uno de los cinco detenidos de la causa. Página/12 entrevistó a Carmela y a otras dos chicas de Paraguay. Entre ellas hay menores. Conocían bien el negocio de Serio y el soporte que liberaba la noche del cabaret: �La semana pasada �dice Soledad� tuve un pase con el milico que hizo el allanamiento�. El complejo Serio no es el único funcionando en la zona. La fiscalía investiga ahora uno de los night clubs de la ruta ocho donde hay entre 60 y 70 mujeres, entre ellas menores, en condiciones de semiesclavitud. Carmela, Soledad y Ana han estado allí. Hablan de encierros bajo llave y de un régimen donde �trabajar y dormir� se alternaba con multas, golpes y cucharitas de químicos estimulantes. Ese local aún no fue allanado. 
Hace una semana, cuando el grupo Halcón entraba en Imagina, Carmela estaba en el comedor. �Me había resbalado �dice�, me caí pasada de copas y me torcí el tobillo�. No hubo tiempo para reponerse. A partir de allí siguió una sucesión de trámites que terminan ahora, mientras cierra despacio la puerta de un hotel de San Miguel donde duerme con dos amigas. Está malhumorada, como buena parte de la tropa regenteada por Don Vicente. Nada de lo que los medios han llamado esclavitud, dice, tiene relación con su patrón. Esa defensa que hace de Serio tiene que ver con su historia: antes de llegar a Imagina pasó por otro prostíbulo donde el nivel de abuso y maltrato fue tan grande que éste le pareció casi una fiesta. 
Hace cinco meses, Carmela entraba a ese boliche, reabierto en octubre del �97 sobre la ruta ocho. Hacía días había dejado el Dorado, el pueblo de Misiones donde su mamá trabaja de mucama. Allí quedó su hijo que se alimenta gracias a los envíos de billetes de a cien facturados en noches de cabarets suburbanos. 
Hasta allí no conocía el negocio, ni la trama.
�El primer mes lloraba �dice�, la primera vez, fue salir del pase y llorar durante una hora. Era horrible. Quieras o no quieras se te hace rutina.
Carmela es poco más grande que una nena, tiene los dedos llenos de anillos. Está en una mesa de bar en San Miguel, a pocas cuadras de la ruta y del cabaret donde terminó golpeada. Esta noche, mientras habla, ese club está abierto. No hay chicas menores trabajando, dicen los vecinos, las han trasladado. El viernes volvieron oportunamente a Paraguay y Brasil. Otras están �encerradas� en la pensión del dueño de casa, el resto atiende. Pero esta noche las coperas andan de jean y están tapadas. En la caja atiende el dueño.
�Fue todo bien hasta que el dueño quiso tener una relación conmigo -dice Carmela�. Después no me dejaban salir ni a la esquina. Era trabajar y dormir, trabajar y dormir. Y nadie hizo nada. Yo no quise estar con el tipo y aguanté hasta que un día trató de besarme. Bueno, me dijo, �vos querés guerra, vas a tener guerra�. Ese día empezaron las multas, fueron de 200 y llegaron a 500.
�¿Por qué motivos? 
�La copa ahí tiene límites de tiempo. Por una copa de 20 pesos, tenés de 15 a 20 minutos para tomártela. Una cerveza te la tenés que tomar en 15 minutos, sola o con el cliente. Si pasaste un minuto, tenés una multa. Hayun tipo con una antenita y una radio que vigila a las chicas en el salón. Controla a qué hora retiras el ticket de la caja y a qué hora empezó a tomar el punto: donde te pasaste, tenés una multa de 100 pesos.
Un sistema similar de multas regía en los boliches de Serio, según declararon las 34 mujeres que trabajaban allí. El mecanismo se vuelve un perverso método de control: la acumulación de deudas las obliga a sostener un juego manejado por los patrones.
�En una noche tuve una sola multa de 500 pesos. Me prohibió estar con un cliente que esa noche me había pagado un champagne, lo más caro del boliche, 80 pesos. Lo empecé a putear y me dijo: �Vos te callas, porque yo te desfiguro la cara�. Trató de saltarme para pegarme y lo pararon los encargados. Ese día decidí irme. Como no me dejaban, en la pensión donde estaba rompí el espejo, grité, pateé toda la pared.
�¿Quién te impedía salir?
�Uno de los que trabajaban ahí. Como vieron que no me calmaba lo llamaron. Ese día me cagó a trompadas. Me pegó hasta que vinieron los encargados: me mataba si no lo sacaban. 
Esa pensión está a media cuadra del night club. Funciona como alojamiento para la mayor parte de las mujeres del patrón. Por la pieza pagan cinco pesos al día. Aparte, van los gastos de comida y la ropa comprada a una amiga de la casa. No hay permisos de salida.
�Lo más lejos que salís es la perfumería de la vuelta y la peluquería y al locutorio. A Carrefour vas, pero con un remise: el dueño tiene una radio en el boliche y el remisero te lleva y espera. 
�¿La pensión es cerrada?
�Había una persona que casi siempre estaba. Pero igual las puertas se llavean. En la pensión, apenas las chicas entraron a dormir, se pone llave en la puerta principal. Y la abren a la una o dos de la tarde, que es la hora que se levantan a almorzar y van al boliche. 
Allí había un lapso obligatorio de contrato. �El tiempo mínimo �dice Carmela� que te tenés que quedar son 40 días: franco no existe. Son 40 días adentro�. El bar salón está abierto desde la 3 de la tarde, se cierra entre las cuatro y las seis. 
Después de aquella paliza recibida, las piernas flacas de Carmela empezaron a pasearse en Imagina. Salón y trato, dice, eran mejores. Sus nuevos patrones incluso la acompañaron hasta la seccional de Bella Vista. �Siguieron las amenazas del tipo aquel. Estela, la mujer de don Vicente, me acompañó a hacer la denuncia, porque ya no podía ni salir a la calle. Pero no querían hablar conmigo, hablaban con ella. Le decían que no me querían tomar la denuncia porque era problema para todos: que era problema para Vicente, que era problema para los boliches. Que por culpa de una pendeja podían hacer problemas a los boliches. Al fin hubo que conseguir un abogado y hacer un quilombo terrible. Me la tomaron, pero no quedó como denuncia, quedó como exposición.
�¿Cómo era el acuerdo de trabajo con Serio?
�El nos cobraba diez pesos diarios de comida: eso sí, comas o no comas te lo cobraba. Por las copas, el trato es 50 y 50. La idea de las chicas en los tragos es sacar siempre los más caros. Una sidra le sale al cliente 30 pesos y un Fresita 60, eso va todo 50 y 50. 
�¿Los clientes pagan la habitación?
�No, lo que pagan es el pase. Y ahí también vas 50 y 50. Nosotras trabajamos por �plaza�: llamamos así a los 30 días, que es el tiempo que te pone Don Vicente cuando llegás. En esos 30 días tenés un franco cada 15, quiere decir que tenés un día entero para hacer lo que vos quieras. 
Como consecuencia del escándalo político generado por los informes, esta semana el Ministerio de Seguridad bonaerense pasó a disponibilidad a los tres comisarios bajo cuyas jurisdicciones se hallaban los negocios de Serio. Existían, según consta en la causa, pagos a reparticiones políticasy policiales que facilitaba la cobertura a los boliches. Carmela y las otras tres mujeres reconocieron a este diario esa relación.
�He conocido muchos policías �dice Carmela�. Muchos han hecho pases conmigo. Ojo y que después no me vengan a jeringuearme preguntándome los nombres.

 


 

EL RELATO DE DOS PARAGUAYAS
Sólo quiero irme�

Por Marta Dillon

�Yo, si gano plata en un boliche, no voy a ir a mentir a otra chica. Yo le invito y si quiere trabajar ella viene, no se trae engañada. Hay otras personas que sí, que van y dicen si querés casa de familia. A mí eso no me gusta, nunca me gustó�. En contra de su voluntad, Ana es locuaz. Dice lo que en apariencia debería callar y su amiga Soledad la reprende en guaraní. Ese es el único momento en que Sonia, los ojos rojos y la voz ahogada de tanto llorar, entiende de qué se habla. Las tres son mujeres paraguayas que rondan los 20 y esperan volver a su país. Están en la Oficina de Asistencia a la Víctima del Delito, pero ni siquiera lo saben: �Qué me importa, yo lo que quiero es irme y que me den mi ropa, porque no nos dieron nada los milicos�. Hasta hace poco menos de una semana vivían y trabajaban en los prostíbulos allanados; lo único que tienen claro ahora es la bronca por el esfuerzo perdido. �Si querés juntar plata, tenés que hacer pases toda la noche �se queja Soledad�, yo me estaba ya por ir a Paraguay y ahora tengo que volver con las manos vacías�.
Ellas cuchichean en guaraní y parece que les encantara compartir el secreto de esa lengua. A simple vista pretenden escandalizar insistiendo en cuánto les gusta su trabajo: �Lo que hago se trata de sexo y es muy fácil. Primero el muchacho te tiene que invitar a una copa, después charlás y si después quiere pasar, pasa, y si no se va a la mierda�. Soledad es la que maneja mejor el español. Tiene el pelo largo y castaño y lleva una boina por la que, según dice, la podrían reconocer. Pero parece que esa posibilidad de alguna manera la divierte, a los 20 años puede decir que no le gusta trabajar y que jamás lo hizo en una casa de familia, como si ésa fuera la única alternativa posible a la prostitución.
Hace dos años que da vuelta por los �cabarets� y le interesa dejar claro que el mejor es Hawaii, su último destino. �Es que en los otros, con platillo y cucharita te hacían tomar la droga�, dice. Ella, igual que Ana, de la misma edad, quiere saber por qué la policía fue al lugar donde ellas hacían �lo que querían�. �Si hubieran ido a los otros, hubieran encontrado droga y muchas menores, porque de ahí sí que no se podía salir y te ponían multas de 50 y 100 pesos si te quedabas durmiendo en lugar de atender�.
Ana y Soledad creen que hay alguna conspiración en contra de quienes ellas consideran sus benefactores y se ríen a los gritos cuando se acuerdan de los policías que hicieron los operativos: �Los milicos son los que más vienen, si había uno que ya no me acuerdo cómo se llamaba que me miraba y me miraba cuando fue el operativo y yo me acordé que había pasado conmigo la otra vez�, dice la primera.
Sonia, en cambio, no se puede reír. Acaba de reencontrarse con su hermana, de 16, de quien la separaron cuando pusieron a la menor bajo la tutela de un juez. Sonia balbucea el español, es la mayor del grupo, y, traducción mediante, dice que llegó hace seis días, que no alcanzó a trabajar y que su hermana la fue a buscar a Ciudad del Este. En guaraní se escucha con insistencia la palabra quilombo. En castellano usan cabaret.
Insisten en que quede claro que sabían a qué venían: �Si pasaba un tiempo y tenías la plata, te podés ir y volvés con otra chica. Así las buscamos nosotras, porque a mí me trajo una prima�, cuenta Soledad.
Pero el trabajo no es igual de fácil para todas. Una de las 34 chicas que ejercían la prostitución en San Miguel y que fueron amparadas por la Ofavi tiene sífilis avanzada y dos están embarazadas. La explicación es fácil: �Si pasás sin preservativo, te dan 50 o 100 pesos más�. Una diferencia importante si se considera que �cada pase de diez minutos vale 20 pesos�. Ellas se quedan siempre con el 50 por ciento y tal vez el principal motivo de enojo es que estaba a punto de llegar el día de pago, un día feliz que se presenta cada 40 de trabajo sexual.
Si no fuera por el llanto de Sonia, podría creerse que las chicas fueron arrancadas del paraíso. �Hacíamos lo que queríamos, dormíamos hasta que teníamos ganas y si no querés no bajás al salón. Nada más que ganás menosplata�, dice Ana, que la última vez que cobró sólo recibió 400 pesos y los tuvo que gastar en ropa porque de Paraguay llegó con lo puesto. Ahora esperan volver a su país �hasta que esto se aclare�.

 

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