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EL TRIUNFO DE FOX SEGUN EL ANALISTA LORENZO MEYER
�Como la toma de la Bastilla�

Hace una semana el pueblo mexicano proclamó el fin de más de 70 años del PRI en el poder. Aquí, una entrevista a uno de los más prestigiosos analistas políticos mexicanos y la opinión del líder de la izquierda mexicana.

Fox se toma las manos: no puede creer que haya derrotado al PRI.


Por Darío Pignotti
Desde México D.F.

t.gif (862 bytes) �Como en un cuento tradicional, el lunes los mexicanos nos despertamos y el dinosaurio ya no estaba allí, pero lo que nos pasó en México el domingo no es cuento�, celebra el conocido investigador mexicano Lorenzo Meyer. �Los mexicanos pudimos romper con el maleficio del régimen priísta, aunque no debiéramos confiarnos del todo porque los dinosaurios andan por allí.� 
El Colegio de México es una referencia latinoamericana como think tank y formación académica en ciencias políticas e historia. Enclavado al sur del valle de México, el Colegio ocupa un monumental complejo absolutamente gris con textura de piedra. Una estructura metálica cuelga del último piso como un haz modernista perforando la armonía de su arquitectura. En su escritorio del cuarto piso del Colegio, el doctor Meyer recibió a Página/12 al finalizar la primera semana de la elección que �cambió la historia de México�. Para algunos, el domingo significó la caída del Muro de Berlín, para otros el presidente electo Vicente Fox representa la restauración conservadora enemiga de los valores de la Revolución. 
�Ni una cosa ni la otra, no creo Fox que rebautice a Leningrado como San Petersburgo porque no es tan reaccionario y porque no tiene tanta ideología. Y tampoco creo que esto sea la caída del Muro. Yo usaría la imagen de la toma de la Bastilla en Francia, cuando la plebe asaltó una cárcel donde sólo había unos pocos presos porque ya la historia había impuesto la caída del régimen. (El actual presidente Ernesto) Zedillo sería como la monarquía decadente francesa, que cuando vio cómo estaban las cosas se colocó la escarapela y se proclamó democrático�, dice Meyer. 
�En términos históricos, ¿qué ocurrió el domingo?
�Fue el estallido de una contradicción insalvable entre el marco formal de una democracia irreal y la realidad de un autoritarismo. Por muchos años, el PRI pudo sostenerla porque había llegado al poder por las armas y eliminando a todos sus adversarios, primero a los de la Revolución y luego a los internos, como los terratenientes, la Iglesia, etc. El PRI se había acostumbrado a sentarse a la mesa del poder solo y a servirse en cuchara grande, mientras a los demás les daba las sobras. Eso funcionó mientras pudo dar respuestas a los obreros con el empleo, a los campesinos en sus ejidos y a los empresarios con controles tarifarios.
�¿Qué hizo estallar esa contradicción? 
�El fin del control estatal de la economía en 1982. Con la llegada de los tecnócratas, la economía pasa a ser impuesta por los neoliberales y por el exterior. Entonces el régimen pasa de un autoritarismo incluyente a otro excluyente. El régimen pierde así su legitimidad pragmática. Si antes ya había perdido la legitimidad democrática, ahora no le queda nada. Allí se va plantando la transición. Esto comenzó con la nacionalización fallida de la banca del gobierno de López Portillo (1976-1982).
�¿Ahí es cuando resurge el Partido Acción Nacional (PAN, de Vicente Fox?
�Sí. El gobierno de López Portillo quiso irse con la gloria y no vio los tiempos que venían. Eso rompió la alianza histórica del PRI con el gran capital nacional y justificó la reaparición del PAN como vehículo de esa oposición de las clases empresariales.
�¿Cuánto tiene Fox de panista?
�No mucho, le diré. Los panistas clásicos eran unos señores que miraban a los demás mexicanos por sobre el hombro, como diciéndoles �qué poca cosa son, qué paganos con sus fiestas y sus supersticiones�. Un panista típico era hijo y nieto de panistas. En cambio, Fox es panista de primera generación, alguien que sabe lo que es un pobre y no le tiene miedo. Tal vez porque ése es su lado populista.
�¿Está asegurada la gobernabilidad de Fox?
�Por ahora, sí. Fox tiene a la clase media, a la clase empresarial y a la Iglesia de su lado. Y tiene a los dos partidos de oposición en una terrible guerra interna, así que por el momento el único enemigo de la gobernabilidad es el crimen organizado y el Estado corrupto.
�¿Qué hará Fox?
�Fox dice que no se va quedar en la oficina, dice que va a estar saliendo al pueblo. Yo creo que no tiene idea clara de lo que le va a pasar, no tiene un proyecto claro. Creo que se necesita tener buena fe para lanzarse contra el monstruo, tiene que haber algo moral, porque si fueran iguales que sus adversarios nunca se hubieran ido a la oposición. Irse a la oposición en México como se fueronFox y Cuauhtémoc Cárdenas les da algo de generosidad. 
�¿Qué sucederá con el PRI?
�La verdad, aún no se sabe y es difícil saberlo. La guerra se dará entre los �dinosaurios�, los viejos políticos, y los �tecnócratas� como Zedillo y (Francisco) Labastida.
�¿Los narcos votaron al PRI?
�Seguro.

 


 

LA HERENCIA ECONOMICA Y SOCIAL QUE RECIBIRA FOX
Los números bien, las personas mal

El País de Madrid
Por Juan Jesús Aznárez
Desde México D.F.

El gobierno mexicano declaró conjurado el peligro de una nueva crisis financiera nacional, problema que tradicionalmente irrumpe en los relevos de presidente. Portavoces oficiales subrayaron que el Ejecutivo entrante -el gobierno de Vicente Fox� recibirá el 1º de diciembre unas cuentas estables, una estabilidad económica a prueba de bombas y un país claramente encarrilado en la senda del crecimiento. 
A las dos semanas del traspaso de poder entre Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) y Ernesto Zedillo (1994-diciembre 2000) se produjo una brusca devaluación del peso, quiebras empresariales y bancarias en cadena y millones de mexicanos perdieron parte de su capacidad adquisitiva. �Nadie se moverá ni hará las maletas hasta el 30 de noviembre�, tranquilizó Carlos Noriega, subsecretario de Hacienda. 
El presidente electo, Vicente Fox, deberá decidir si aprovecha la línea de crédito de 20 mil millones de dólares aprobada el año pasado por el FMI para salir al paso de fugas de capital y de trastornos financieros derivados de la incertidumbre política. Las reservas en divisas de México ascienden a 32 mil millones de dólares, después de haberse quedado sin nada a finales de 1994 y de verse obligado a pedir más de 40 mil millones de dólares en préstamos. La transición parece fluida y los gobiernos entrante y saliente harán conjuntamente los presupuestos del 2001. 
México padece todavía la pobreza de 40 de sus 100 millones de habitantes, una sostenida caída de la capacidad adquisitiva de los salarios y los lastres son todavía monumentales. �La recuperación todavía no se siente con igual vigor en todos los hogares�, señala el analista Víctor Felipe Piz. Millones no lo sienten ni poco ni mucho. 
El desequilibrio es consecuencia de la imposibilidad del sistema de crear empleos a la misma velocidad que lo que demanda el crecimiento demográfico y la masiva entrada de jóvenes en el mercado laboral, penetrado hasta el tuétano por la economía informal y callejera. México, con sus pequeñas y medianas empresas necesitadas de financiación para salir del bache, ha ordenado sus grandes cuentas. Sin embargo, redujo el déficit fiscal y el ahorro interno, que en 1994 representaba el 14,7 por ciento del PBI y que se espera que a finales de este año suba hasta el 21,7 por ciento. Además, la estricta política monetaria aplicada por el Banco de México y el crecimiento del sector exportador colaboraron en la mejoría de las principales variables macroeconómicas. 
La entrada de capital fue también masiva, pero una buena parte de carácter especulativo. El PBI creció cinco puntos de promedio en los últimos años. La inflación, según el Banco de México, puede situarse en torno a los 10 puntos, comparada con el 12,3 por ciento del año pasado, y el déficit por cuenta corriente de la balanza de pagos es la mitad del registrado en 1994. Afortunadamente para México, los precios de los combustibles no han experimentado los descensos de los ochenta y no se avizoran devaluaciones. México firmó el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, y es ya una potencia exportadora de crudo y manufacturas, consecuencia en parte de los bajos salarios pagados en las maquiladoras, las cadenas de montaje establecidas por el capital extranjero en la frontera norteamericana.

 

 

opinion
Por Mempo Giardinelli

Pobrecito México

La inocultable felicidad de mis hijas y de la mayoría de mis amigos mexicanos debería hacerme pensar que el cambio que significa la derrota del PRI es auspicioso para México. Sin embargo, tras 25 años de seguir de cerca la vida política y social de aquel país, el resultado electoral del domingo pasado no consigue entusiasmarme.
Cuando el descrédito de las dirigencias políticas ha sido amasado con levaduras como la priísta o la menemista es muy difícil �si no imposible- creer en las promesas de los aventureros. Después de Alberto Fujimori en Perú, Fernando Collor de Melo en Brasil, Abdalá Bucaram en Ecuador y nuestro riojano hincha de River me siento escaldado como gato al que le tiraron con agua hirviendo. El señor Vicente Fox me parece un hombre audaz y decidido, pero también un político advenedizo cuyo origen ideológico (conservador, ultracatólico y pronorteamericano) me impide ilusión alguna. 
Es verdad que 71 años de falsa democracia, solapado autoritarismo y corrupción generalizada tampoco me convencieron jamás, y en este caso la figura emblemática del PRI era la más pálida de toda la historia del partido �tricolor�. Pero, honestamente, no sé si en este caso el supuesto �bueno� por conocer no acabará siendo peor que el malo conocido.
La aparente opción �que dizque era de izquierda� terminó tercera por obra y gracia de las acusaciones, zancadillas y demás trapisondas que -puesto que era una alianza de izquierda� sus dirigentes no dejaron de cometer una por una en el mejor estilo de las izquierdas latinoamericanas.
Habrá que ver ahora cómo reacciona aquel extraordinario país cuando Vicente Fox y sus muchachos de la Coca Cola empiecen a aplicar ajustes feroces y censuras preconciliares. Habrá que verlos cuando los globalizadores les ordenen hacer allí lo que aquí hizo Menem y ahora hacen De la Rúa y Machinea.
La sensación que me gana en estos días es la de que mi amor por México continuará siendo contrariado �como desde hace un cuarto de siglo� por la tenaz y caprichosa realidad. Ojalá yo me equivoque, pero no dejo de pensar en aquella paradoja que fue tan popular poco antes de la Revolución Mexicana: �Pobrecito México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos�.

 

 

El camino desde La Realidad al
Marlboro Country de Vicente Fox

Por D.P.

El último gran terremoto mexicano había sido en 1985. Aquel 21 de setiembre, la ciudad de México amaneció entre escombros y vidas que se tragó la tierra. De entre las ruinas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), otro México surgió el domingo pasado cuando Vicente Fox Quesada estrenaba como primer presidente ajeno al PRI en 71 años. Apodado �muchacho Marlboro� por sus dotes de cowboy, Fox acabó protagonizando el sismo que sacudió 71 años de poder. �Transición de terciopelo�, publicitaron los hombres de Fox quien el lunes, presuroso, se reunía con el presidente Ernesto Zedillo para rubricar una alianza política de conveniencia entre dos que quieren llegar al traspaso del mando (1 de diciembre) sin sobresaltos. Pero a pesar del marketing foxista, el escenario es más complejo. E incluye a ese México deprimido representado por Chiapas y dirigido por el subcomandante Marcos desde la localidad selvática de La Realidad. 
Con el colapso del PRI pasan a retiro prácticas como el dedazo, con que el presidente saliente bendecía a su heredero garantizando la continuidad. Si algo quedó develado enla primera semana de actividades del futuro presidente Fox es una nueva forma de dedazo, o dedillo si se prefiere, con el que se garantiza la continuidad neoliberal a pesar de la caída del régimen político. Con Fox está asegurado el modelo de integración subordinada de México al NAFTA y con ello la �estabilidad� exigida por los Estados Unidos y el poder financiero que el lunes premiaba con un incremento de seis puntos en la Bolsa. Como para no dejar dudas de que en economía todo seguirá al dedillo, Fox insinuó que el actual ministro de Economía, Miguel Angel Gurría, podría estar en su equipo de gobierno. 
Al presidente electo Vicente Fox se le reconoce un pasado personal limpio, una tardía filiación política en 1988 y el ser alguien que forjó su destino, un �self made man� que de ranchero llegó a gerente de la Coca Cola y luego a gobernador/gerente del importante estado de Guanajuato. Ahora Vicente Fox se apresta a gerenciar México: �seleccionando a los mejores hombres y mujeres como se hace en las empresas�, según sus palabras. Tal vez ese recetario pueda sanear una administración ineficiente pero no basta para dar cuenta de una nación que acaba vivir un corte histórico. Cayó un régimen. En México, la historia tiene una densidad arqueológica y la política un signo de muerte. �Los volcanes muertos proclaman que su quietud no es una póliza contra la catástrofe, sino el anuncio de un próximo estremecimiento�, escribió Carlos Fuentes.
En su desbandada, el PRI ve como su cohesión y disciplina se extinguen, a pesar de que sigue controlando 20 provincias y es primera minoría en el Senado y probablemente en la Cámara de Diputados. Pero con la diáspora del PRI, acaba un tipo de contrato social que mezclaba cacicazgos, prebendas y violencia, pero que fue funcional todo este tiempo. Fox deberá recrear un nuevo consenso fundado probablemente en su perfil de caudillo neoconservador y contrarrevolucionario, si se repara en su oposición a los principios sociales y valores laicos de la Revolución Mexicana. Es difícil saber qué país se avecina, adivinar cómo será el �Marlboro Country� que se trae ese jinete de metro noventa entre sus alforjas. De momento, el mapa electoral muestra un México fracturado entre el norte de la utopía americana y la miseria del sur. En Chiapas, Guerrero, Tabasco y Oaxaca se impuso el PRI más jurásico, echando mano del acarreo, el fraude y la coerción. 
Según las crónicas llegadas de La Realidad, el poblado zapatista donde reside el subcomandante Marcos, los patrullajes militares y las amenazas no cesaron el domingo. Todo siguió igual en esa región militarizada. �El problema de Chiapas se arregla en 15 minutos dando a cada uno un vocho(Volkswagen), una tele y una changa�, prometió el �muchacho Marlboro� en campaña ¿Podrá Vicente Fox acercar su Marlboro Country a La Realidad?

 

 

opinion
Por Cuauhtémoc Cárdenas *

¿Cuáles son nuestras tareas?

La elección del 2 de julio fue la puntilla al régimen de partido de Estado. Con esto, el Partido Revolucionario Institucional pierde su columna vertebral y su savia: la línea política fijada hasta ahora sólo y siempre por el presidente de la República y el acceso a la disposición ilimitada e ilegal del presupuesto de la Federación. 
Este hecho constituye un cambio notable en la vida de nuestro país: veremos los últimos días de un sistema político que sobrevivió por más de medio siglo y empezaremos a ver los primeros tiempos de un nuevo régimen, que en el ánimo, hoy, de la gente, abre grandes expectativas, pero que, al mismo tiempo, nos plantea fuertes incertidumbres. 
El desmantelamiento del viejo régimen lo hemos empezado a ver con el rompimiento del vínculo presidente de la República (Ernesto Zedillo)Partido Revolucionario Institucional, que no empezó el 2 de julio, sino que, por evidencias que están apareciendo, se dio desde varios meses antes, en los albores de la campaña electoral. 
Para estar seguros de que se está produciendo un cambio de fondo y no sólo de fachada, en estos meses y años próximos tendremos que ver si efectivamente se acaban las complicidades de la narcopolítica, si desaparecen del gobierno y de sus cercanías los que hacen los grandes negocios al amparo del poder público, o si solamente cambian algunas caras y algunos nombres; si se desarrolla un sistema electoral plenamente confiable y transparente, y el Estado, ahora con otros tripulantes, deja de interferir en los procesos electorales y, sobre todo, si los beneficiarios principales de las políticas públicas son los sectores de población mayoritarios y ya no un grupo reducido de financieros y políticos, que han sido los privilegiados por las administraciones de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994). 
Hasta que estos cambios, al menos, no se den, no sabremos si el viejo régimen ha sido sustituido o si sólo se ha producido la alternancia de los altos funcionarios de la Federación y del partido en el gobierno, para seguir más o menos en las mismas. 
El electorado decidió dar al país un fuerte vuelco hacia la derecha conservadora. Con qué alcances y características precisas, no se aprecia todavía. Podríamos ya afirmar que se profundizarán y ampliarán las políticas económicas neoliberales, esto es, las privatizaciones, la concentración del ingreso en pocas manos, la subordinación de nuestra economía al exterior. Estas políticas corresponden a los intereses y convicciones del grupo que llega al poder tanto como a los de los dirigentes del que lo deja. La economía y las instituciones políticas serán empujadas a adecuar su funcionamiento y sus marcos legales a esos intereses. 
Podemos esperar, independientemente de los ofrecimientos de campaña, una embestida contra la educación pública laica y gratuita: al revisar y voltear los contenidos educativos y los valores que en ellos se exaltan o se desmerecen, al tomar decisiones que tiendan a disminuir su calidad al recurrir a restricciones presupuestales y subterfugios, que más allá del discurso signifiquen en los hechos la privatización y la mayor elitización de la educación superior de carácter público. 
Mantener deprimidos los salarios y la reforma conservadora y neoliberal de la legislación laboral pueden ser otras medidas que con prioridad lleve o trate de llevar a la práctica la próxima administración, como puede ser también el mantener la desatención a los problemas del campo y de los productores rurales, a fin de que no decrezca la corriente migratoria proveedora de mano de obra barata hacia Estados Unidos. 
En este escenario podemos encontrarnos quienes formamos la oposición democrática y progresista a partir del 1º de diciembre, y aun antes, si como parece ya avizorarse, la presidencia de la República, a cargo todavía de Ernesto Zedillo, se convierte en oficialía de partes de laadministración entrante, para remitir, a partir del 1º de setiembre, iniciativas de ley al Congreso, con la intención de empezar la transformación conservadora. 
¿Qué nos corresponde hacer a quienes hoy constituimos esta oposición? ¿Cuáles son nuestras tareas? 
En primer lugar, fortalecer la unidad interna de nuestras agrupaciones; hacer más eficiente, para su acción y crecimiento, su organización; analizar con objetividad la situación del país y nuestra propia situación, y actualizar o redefinir los objetivos de nuestra acción política. 
Los miembros del PRD, en particular, deberemos abocarnos, además, a superar diferencias internas, a dejar atrás visiones de facción, a remontar actitudes derrotistas y a revisar nuestra organización, en su caso nuestros estatutos, para tomar decisiones, sobre todo aquellas de carácter estratégico y las que permitan arreglar diferencias con mayor agilidad, para dar más cohesión a la dirección del partido y lograr una mejor coordinación entre las instancias nacionales, estatales y municipales, así como con los grupos parlamentarios, para participar en mejores condiciones en las contiendas electorales, algunas ya muy próximas. 
Al PRD corresponde también dar los pasos necesarios para que la coalición de partidos que conformó la Alianza por México se mantenga en el terreno legislativo, en un Congreso federal en el que tendrán que darse acuerdos hacia uno y otro lados para aprobar las iniciativas y donde las fracciones de la Alianza por México serán decisivas. 
Otra gran tarea del PRD es buscar el acercamiento y tender puentes hacia las organizaciones sociales y grupos ciudadanos de carácter progresista y democrático, hacia otros partidos políticos, con los cuales pueda coincidirse en lo que serán los objetivos prioritarios de nuestra acción política: el rescate del ejercicio de nuestra soberanía; la defensa de nuestro petróleo como recurso estratégico de un desarrollo económico independiente; una paz con justicia y dignidad en Chiapas; la defensa de la educación pública laica y gratuita; la defensa del empleo y de un salario que recupere consistentemente el poder adquisitivo; el respeto a los derechos humanos, entre otras cosas.

* Ex candidato presidencial por la Alianza por México y el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Especial de La Jornada de México.

 

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