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 La estadounidense Venus Williams conquistó el primer Grand Slam de su carrera al vencer 6-3, 7-6 a su compatriota Lindsay Davenport en la final de Wimbledon. En tanto, la juvenil rafaelina María Emilia Salerni consiguió ayer el primer título en singles de un tenista argentino sobre el césped del All England al derrotar 6-4, 7-5 en la final de certamen de juniors a la ucraniana Tatiana Perebiynis. Tras eliminar a su hermana Serena en semifinales, Venus no tuvo demasiadas complicaciones para derrotar a Davenport en una hora y 23 minutos, y convertirse en la primera tenista de raza negra que consigue el título del Abierto de Inglaterra desde que lo ganara Althea Gibson en 1958. �Es realmente agradable saber que he trabajado muy duro en mi vida para llegar aquí�, remarcó Venus, quien se llevó un premio de 651.500 dólares. �Cuando me iba a la cama, soñaba con ganar un Grand Slam, pero cuando despertaba me dada cuenta de que era una pesadilla. Ahora, cuando despierte, no tengo que pensar más que eran sólo malos sueños�, aseguró la mayor de las Williams con una gran sonrisa. La que completó un torneo sensacional fue María Emilia Salerni. Tras un receso por la lluvia cuando el partido estaba 4-4, la rafaelina impuso su juego y se quedó con autoridad con el torneo. �Se me ha cumplido un sueño. Trabajamos duro para el césped. Se me escapó en Roland Garros, por lo que quería la revancha, y se me dio. Ganar en la Catedral del tenis es lo más grande que me podía pasar�, señaló �la Pitu� ni bien finalizó el encuentro. Luego de perder la final de Roland Garros, Salerni se preparó especialmente para cumplir una buena tarea en Wimbledon, por lo que su satisfacción por el triunfo era inmensa. �Hice un trabajo previo en cancha rápida, que es lo más parecido que tenemos al césped. No es igual, pero a mí me gusta jugar en pasto. Así que hemos venido a Wimbledon preparados. Roland Garros es el torneo de los argentinos, nos encanta a todos. Pero Wimbledon es la Catedral. Aquí nació la historia, así que tiene un significado especial�, señaló Salerni. Para la juvenil argentina, la victoria en Wimbledon es un incentivo de cara a lo que resta de la temporada, en la que pretende quedar como número uno de juniors y meterse entre las 200 mejores profesionales. �Voy a tratar de seguir siendo como soy, no creo que tenga que cambiar. Cuando uno hace las cosas bien y hace lo que quiere, no necesita estar compitiendo, manipulando fuera de la cancha. Lindsay Davenport no cambió, fue número uno del mundo, es buena persona y es un buen modelo. La competencia en juniors cada vez es más difícil y, por lo poco que veo en profesionales, me parece que es un mundo muy duro�, remarcó Salerni, que dedicó el triunfo a sus padres. �Mis padres están haciendo un esfuerzo muy grande para que pueda jugar y quiero agradecerles públicamente. Gracias a la raqueta he crecido mucho, estoy haciendo lo que me gusta y se lo debo a ellos�, señaló.
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