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Favores. El peso de Rodríguez Saá en la interna partidaria es relativo. Aunque su postura consideró ayer que la etapa de Menem está finalizada es todo símbolo. Nadie olvida que el año pasado, haciendo honor a los deseos del ex presidente, hizo tándem con el hipermenemista Jorge Asís para desafiar a Duhalde-Ortega, que aparecía como la fórmula consagrada.
Creencias. El gobernador de San Luis quiso ser prudente al hablar de la jubilación de Menem, anteponiendo a cada frase la palabra creo. Pero, aun así, no dejó lugar a dudas. Creo que Menem ha cumplido una excelente etapa para el justicialismo y creo que su etapa está prácticamente finalizada. Cuando le preguntaron sobre la viabilidad del proyecto Menem 2003, también se mostró fuertemente creyente. Creo que no, dijo.
Real. Rodríguez Saá se hizo eco de la estrategia Duhalde-Ruckauf de reemplazar a Menem de la conducción del partido, pese a que tiene mandato hasta setiembre del 2002. En su lugar quiere que haya un cuerpo colegiado, integrado por gobernadores, presidentes de partido de cada provincia y jefes legislativos. Y que ellos sean las voces del PJ ante la Alianza. Duhalde reiteró ayer lo que la semana pasada le dijo a Página/12: El poder real en el peronismo lo tienen los gobernadores.
Sintonía. Curiosamente, en sintonía con el ex gobernador se muestran Eduardo Bauzá y otros senadores menemistas, que escucharon atentamente cómo la mayoría de los mandatarios provinciales rechazaron la idea de Menem de realizar una interna el 8 de octubre. Por eso, no se descarta que el miércoles, en la reunión del Consejo Nacional Justicialista, se congele la iniciativa.
Estrategia. Ruckauf aguardará ahora pacientemente para volver al ruedo en agosto, apenas finalicen las vacaciones de invierno. Pero, mientras tanto, va logrando adeptos en su estrategia de realizar las internas del partido en el 2001, en forma simultánea a la elección de candidatos para cargos legislativos. Menem ya fue, dijo, por ejemplo, el gobernador de Santa Cruz, Néstor Kirchner.
Millones. Ningún menemista reconocerá en público la debilidad de Menem. Es más, recurrirán públicamente al argumento que Ruckauf les regaló: nadie se anima a una interna con Menem porque tienen miedo de perder. Es lógico que los gobernadores tengan parte del poder real del PJ, pero los peronistas somos más de 4 millones, dijo el hipermenemista Alberto Kohan para relativizar el peso de los mandatarios provinciales.
Distritos. Menem no tiene únicamente la resistencia de Duhalde y Ruckauf, como caras del PJ bonaerense. Tampoco comulgan con él dirigentes de los otros tres distritos importantes del país. Si bien en la Capital el PJ está intervenido, el Peronismo que Suma ya pidió el retiro de Menem. Y José Manuel de la Sota, en Córdoba, y Carlos Reutemann, en Santa Fe, ya tomaron distancia de la idea de una interna abierta para octubre.
Senador. Sin pelarse abiertamente con Menem, Reutemann aspira a quedarse con los despechados del menemismo. En su intimidad considera que el ex presidente no llegará al 2003. Pero también está convencido de que no se quedará quieto. Por eso lo imagina trabajando para reposicionarse en la interna partidaria desde un lugar de fuerza: por ejemplo, lanzándose como candidato a senador por La Rioja.
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