Terremoto
y terciopelo
Cuando el candidato del derechista Partido Acción
Nacional (PAN) Vicente Fox ganó los comicios presidenciales del
domingo pasado en México llegaron a su fin 71 años de triunfos
del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI). Fox se reunió
esta semana con el actual presidente Ernesto Zedillo y aseguró
que habrá una transición de terciopelo.
La Jornada
La irritación ciudadana contra el PRI-gobierno aclara parcialmente
la votación favorable a Fox, mas no en su cabalidad. El otro frente
hay que buscarlo más allá de la frontera norte. Las no pocas
publicaciones de intelectuales y periodistas estadounidenses lo dicen
desde hace años. La permanencia de un partido de gobierno, el PRI,
desde 1929 hasta el pasado junio, es un hecho político contrario
a la concepción de la democracia proclamada en la Casa Blanca.
Para los norteamericanos, el gobierno representativo, la alternancia en
el poder y el mercado libre, son los elementos sustantivos de la democracia,
y México violaba estos paradigmas políticos con un partido
de Estado que impedía la representatividad y la alternancia. (Horacio
Labastida)
Reforma
Los mexicanos se sacaron el domingo un as en la manga, un porcentaje oculto
de votos a favor de Fox que ninguna encuesta había descubierto
del todo. No sólo el electorado eligió con franca ventaja
a su presidente y con ello evitó un conflicto, sino que además
eligió, de manera diferenciada, a un Congreso plural donde ninguna
fuerza tiene por sí sola la capacidad para imponerse a las demás.
La madurez mostrada por los electores ha de ser uno de los grandes activos
políticos de México. Está por llegar una nueva cultura
política. La ciudadanía trazó con sabiduría
el nuevo mapa político de México y la ruta por la que las
fuerzas democráticas habrán de transitar. (Adolfo Aguilar
Zinser)
Excelsior
Largo fue el proceso y quizás podemos pensar, con Hegel, que a
la acumulación de los cambios cuantitativos sigue el salto al cambio
cualitativo. El partido aquel, el régimen, desgantándose,
se carcomió; se hizo historia la Revolución que, según
sus rapsodas, no concluiría mientras no se cumplieran sus propósitos.
Y se produjo el vuelco cuando la palabra de orden es la democracia, recibido
con los bien vistos y oídos vivas. Lo aprovechó un demagogo
de la derecha. En la circunstancia de sus días, pudo tener razón
don Benito Juárez con su frase de que el triunfo de la reacción
es moralmente imposible, pero no para todas las situaciones. Sí,
moral o no, es posible. (Javier Romero)
Camp David
II: el regreso
El premier israelí Ehud Barak y el líder
palestino Yasser Arafat intentarán reimpulsar el proceso de paz
de Medio Oriente en la residencia presidencial norteamericana de Camp
David. Allí, Menajem Begin y Anwar elSadat sellaron en 1978 la
paz egipcio-israelí. Pero las probabilidades de éxito de
esta reedición de un clásico del Medio Oriente son escasas.
Jerusalem Post
Las palabras Camp David tienen casi un status místico
en el diccionario de Medio Oriente. Camp David es al proceso de paz lo
que el Jardín del Edén fue para la humanidad: el lugar donde
comenzó todo. Al igual que el Jardín del Edén, la
opción no será quedarse e irse no será en circunstancias
saludables. La diferencia con lo ocurrido hace 20 años es enorme.
Camp David I estuvo precedido de una visita de Anwar el-Sadat a Jerusalén
y por 10 meses de negociaciones, durante las cuales nunca se le ocurrió
a Sadat lanzar una amenaza para el caso de que Israel no satisfaga sus
demandas. En cambio, Yasser Arafat lanzó demandas imposibles de
cumplir para escalar la tensión antes de la cumbre. (Editorial)
Haaretz
El futuro Estado palestino puede nacer o no en Camp David. Pero el futuro
y el destino de Israel se determinará aquí y ahora, en la
manera en la que el gobierno maneja las cosas. Respecto de que los jóvenes
religiosos están exentos del servicio militar, Ehud Barak había
dicho en campaña a mí no me interesa la aritmética
de una coalición ni tampoco lo que piensen estos jóvenes.
Barak traicionó a aquellos que votaron lealmente por él,
hizo de quienes no votaron por él sus aliados y echó a quienes
sí lo hicieron. La presión de Barak en el Parlamento para
que la eximición de los jóvenes religiosos del servicio
militar se mantenga es el equivalente de George Bush diciendo lean
mis labios. Después, Bush perdió las elecciones. (Yoel
Marcus)
The Independent
Los palestinos llegan a la cumbre de Camp David pletóricos de pesimismo.
Llegan buscando un reconocimiento simbólico de Israel de que el
nuevo Estado palestino estará basado en los términos de
la resolución 242 de las Naciones Unidas que restaura los
límites anteriores a junio de 1967, aunque seguramente van
a conseguir aun menos que símbolos. También buscan un reconocimiento
también simbólico, por supuesto del derecho
a retornar de los refugiados palestinos. El riesgo es que estos asuntos
oscurezcan la discusión sobre la cualidad de la nueva sociedad
palestina.
No creo que la gente haya luchado aquí por tantos años
para acabar convirtiéndose en un estereotipo de Estado árabe.
Son las palabras de Raiji Sourani, director del Centro Palestino de Derechos
Humanos en Gaza.
Los misiles
que fallaron
El sábado, un test clave del escudo antimisiles
norteamericano en la rediviva Guerra de las Galaxias fracasó: un
misil interceptor no dio en el blanco. Es la tercera prueba que falla,
y el ensayo era crucial para la construcción de una defensa estratégica
que costará 60.000 millones de dólares en su primera etapa.
The Washington Post
El fracaso del sábado del sistema antimisiles del Pentágono
no significa la impugnación de las razones que sostienen la financiación
de ese sistema. Una de las razones la recordó generosamente el
gobierno comunista de China, que reclama el derecho de bombardear la democrática
Taiwan y no quiere que nadie se interponga en su camino. Pekín
se opone a que Estados Unidos erija una defensa continental que reduciría
la capacidad china de amenazar con misiles nucleares. Y sin esa defensa,
esperan los líderes chinos, Washington no acudiría en auxilio
de los taiwaneses en el supuesto de una crisis. Escuchar a los chinos
es comprender una de las razones que apoyan la construcción del
escudo misilístico. Hay otras. (Editorial)
The Christian Science Monitor
Hay un importante factor en el apoyo interno a los misiles antibalísticos.
Una parte de la opinión pública norteamericana no aceptó
nunca la Revolución Comunista china de 1940. No abandonaron nunca
el sueño de que los chinos de Taiwan algún día saldrían
de su exilio en la isla y gobernarían en el continente. Esta escuela
de pensamiento tiene buena representación en el Congreso, lo que
explica buena parte de la oposición a establecer relaciones comerciales
normales con China, el impulso de la asistencia militar a Taiwan, las
alarmas por el espionaje chino y, en suma, el rechazo a todo cuanto mejore
las relaciones entre Washington y Pekín. También hay otro
factor de apoyo. Son las empresas contratistas de defensa que están
dispuestas a contribuir a desarrollar el misil: se llaman Boeing, Lockheed
Martin, Raytheon, y TRW. (Pat M. Holt)
The New York Times
Una de las razones por las que el gobierno norteamericano favoreció
el sistema de defensa antimisiles fue para proteger al vicepresidente
y candidato presidencial Al Gore contra las acusaciones de que la administración
Clinton fue débil en asuntos de Defensa. Pero incluso esa ventaja
política se disipó. Los defensores republicanos del sistema
misilístico van a criticar todo lo que Clinton hizo para implementarlo.
Después de meses de preparación, el fracaso fue significativo
para el Pentágono y sugirió que hubo más precipitación
que auténtica preparación. (Michael R. Gordon)
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