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El futuro llegó y ahora compite

La cuarta edición del Festival Internacional de Escuelas de Cine, que comienza hoy, promete un progreso en el nivel de los participantes.

Por Luciano Monteagudo
t.gif (862 bytes)  ”El material es realmente bueno, mejor que el de años anteriores, más adulto, más profesional”, se entusiasma Rafael Filipelli, director de la cuarta edición del Festival Internacional de Escuelas de Cine (FIEC), que comienza hoy y se desarrollará hasta el próximo viernes, en las instalaciones de la Fundación Universidad del Cine (Pasaje Giuffra 330), la institución creadora de la muestra. Para Filipelli, “crecieron mucho el documental y la animación, pero además la ficción ha mejorado sensiblemente, como si los estudiantes de pronto hubieran descubierto que un corto también es una secuencia; esto que decía Godard: distinguir entre hacer meramente una película y hacer cine”.
Como en sus ediciones anteriores, el festival cuenta con una sección competitiva de cortometrajes en las categorías Cine (16 y 35mm) y Video, en todos los géneros, desde la ficción al documental, pasando por la animación y el experimental. Participarán realizaciones de alumnos de diversas escuelas de todo el país y de Alemania, Brasil, El Líbano, España, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Israel, Italia, México y Suiza. En la categoría Cine, los cortometrajes serán evaluados por un jurado presidido por el director mexicano Gustavo Montiel Pagés e integrado por los cineastas argentinos Martín Rejtman y Pablo Trapero, por el crítico Claudio España, por el artista plástico Eduardo Stupía y por la actriz y directora teatral Vivi Tellas. El jurado de la categoría Video estará presidido por María Rosa Mourao, presidenta de la Federación de Escuelas de Imagen y Sonido de América Latina (Feisal) e integrado por el realizador y docente Jorge La Ferla, el artista plástico Juan Doffo y Gabriela Massuh, directora de programación cultural del Goethe-Institut. Estos jurados otorgarán dos premios, uno por cada categoría, que consistirán en 3 mil pesos para el ganador de la sección Cine y 1500 para el de Video. Habrá también una mención especial del público al mejor film y al mejor video argentinos.
Algunas de la escuelas más antiguas y prestigiosas del mundo estarán representadas, como la London International Film School de Gran Bretaña, la Femis y el Atelier Varan de Francia, o el Centro de Capacitación Cinematográfica de México. Pero, según Filipelli, hay que estar atento a las sorpresas: “Es asombrosa la calidad de las películas israelíes, formal y temáticamente. Es notable cómo, tanto en el documental como en la ficción, los cortos logran atravesar la esfera pública y la esfera privada”. Para el director del festival, “es evidente la calidad de producción de los films alemanes, se nota que hay dinero, pero está bien utilizado”.
Además de la competencia oficial, habrá varias actividades paralelas, entre las que se destacan las retrospectivas del videasta y teórico francés Jean-Paul Fargier y del músico y cineasta argentino (radicado en Alemania) Mauricio Kagel y el estreno del mediometraje mexicano-argentino Papá Iván, de la realizadora María Inés Roqué. Se trata de un documental en primera persona sobre la búsqueda que hace la directora para conocer detalles de la personalidad de su padre, Juan Julio Roqué, militante montonero, desaparecido durante la última dictadura militar. Formada en el Centro de Capacitación Cinematográfica de México (CCC), Roqué obtuvo en 1995 el primer premio del Festival de Escuelas de Cine de la FUC con Las compañeras tienen grado, un excelente documental realizado en la selva Lacandona, en Chiapas, sobre las mujeres que integran el Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

 

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