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�Nunca tuvimos una buena relación con los ministros de Justicia�

El juez Adolfo Bagnasco sintetizó el pensamiento de sus colegas sobre el documento, revelado ayer por Página/12, que critica la lentitud judicial en las causas anticorrupción.

Por Adriana Meyer
t.gif (862 bytes)  Aunque intentó ocultar su molestia, Adolfo Bagnasco –el más político de los jueces federales– se puso el traje de vocero y aceptó las preguntas de este diario sobre el documento reservado que circula en oficinas oficiales, revelado ayer por Página/12, con profusas críticas a la mayoría de los jueces por su papel en el lento juzgamiento de los ex funcionarios menemistas.
–¿Cómo cayó en la Justicia la revelación de la existencia del non paper?
–Creo que ese non paper circula dentro del Ministerio de Justicia. No se puede hablar del Gobierno en general. Por eso su titular tendrá que hacerse cargo de dar las explicaciones que corresponde. No a los jueces que están involucrados ahí sino a la sociedad por una manifiesta intromisión en temas judiciales por parte del Ejecutivo. Ese poder puede tomar conocimiento de cuestiones que le parezcan relevantes, pero la ley le marca el camino para cualquier observación que tenga: el Consejo de la Magistratura o si no una denuncia penal. No es la primera manifestación de intervención harto manifiesta del Ejecutivo que hay en seis meses.
–¿Cuáles otras hubo?
–Han circulado papeles de funcionarios que piden datos personales de jueces, lo cual excede las atribuciones del cargo de quien lo hace.
–¿Podría ser más específico?
–Se trata de averiguación de datos personales que están a disposición, pero son sensibles e incluso están protegidos por el hábeas data. La reforma constitucional del ‘94 intentó evitar el manipuleo de esta información porque son datos privados. Los funcionarios que se dicen democráticos deberían tener más cuidado. Hay una tendencia de un sector del Gobierno de meterse en cuestiones ajenas a su competencia para presionar, extorsionar a los jueces o hacer una operación política.
–¿Con qué objetivo?
–Para que decidan lo que ellos quieren en las causas judiciales.
–¿Quiénes pidieron qué datos de quiénes?
–No estoy en condiciones de decirlo. Las máximas autoridades del Gobierno lo saben porque los hemos puesto en su conocimiento.
–¿Los jueces federales van a hacer algún planteo conjunto?
–Acá hay una intención desde el Ministerio de Justicia de hacer una diferenciación. Es el famoso “divide y reinarás”, clasificando arbitrariamente a algunos de “probos” y a otros de “réprobos”. Han decidido tomar una buena posición respecto de la Corte y a la Cámara y señalar como señores feudales a los jueces de primera instancia. Nunca hemos tenido una buena relación con los ministros de Justicia. Pero esta administración tiene como condimento hacer circular documentos secretos sobre expedientes que son públicos, haciendo adjetivaciones antojadizas y con un desconocimiento muy grande de lo que surge dentro de los expedientes. Varias veces se han reiterado este tipo de cuestiones. Creíamos que esto iba a cambiar, hicieron una campaña en base a la independencia del Poder Judicial, invitaciones a la residencia de Olivos y otros gestos. Hay gente que quiere desacreditar seguramente para poder justificar sus propias limitaciones.
–De usted dicen que es “una de cal y una de arena”...
–Debe tener un fuerte componente de albañilería. No se me ocurre qué significa... Si el enojo viene porque una oficina determinada (N. de R. Oficina Anticorrupción), no puede ser querellante hay mecanismos de apelación. Yo interpreté que los intereses del Estado están siendo representados por el ministerio público. Me parece bien que quieran meter presos a los corruptos, pero hay que hacerlo conforme a derecho.

 

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