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Habrá cuatro subsecretarias en el gobierno de la Ciudad. Una de ellas es Chiernajowsky. |
Por Santiago Rodríguez 
Aníbal Ibarra echó mano a un enroque de último
momento y resolvió ayer designar a Liliana Chiernajowsky en la Subsecretaría
de Coordinación del gobierno porteño en lugar de Ariel Schifrin,
a quien impulsará como presidente del bloque de la Alianza en la
Legislatura. Así, en un solo movimiento, Ibarra –quien mañana
presentará a sus colaboradores junto a Cecilia Felgueras– le
da a la esposa de Carlos “Chacho” Alvarez un espacio en su gestión
y abre las puertas de su gabinete a las mujeres, que venían reclamando
por ello. Otras tres subsecretarías que dependen directamente de
Ibarra quedarán también en manos femeninas.Antes de partir de gira por Berlín, Londres y Barcelona, el futuro jefe de gobierno porteño tenía resuelto nombrar a Schifrin como su subsecretario general. Schifrin es uno de sus hombres de mayor confianza y en los últimos años lo acompañó como secretario administrativo de la Legislatura, un cargo desde el cual manejó el presupuesto de ese cuerpo. La alternativa de designar a Chiernajowsky en su lugar comenzó a barajarla durante su viaje por Europa. Ayer arregló primero el tema con su propia tropa y después terminó de cerrar el asunto con Felgueras, durante una reunión que mantuvieron a última hora de la tarde en su despacho de la Legislatura. “El pase a la Subsecretaría General le permite a Aníbal destrabar la situación de Liliana sin reabrir la discusión del gabinete”, explicó a Página/12 un dirigente cercano al futuro jefe de gobierno. “A la vez, la presencia de Schifrin en la Legislatura resuelve el problema de la conducción del bloque, que será más que delicada en los primeros tiempos”, agregó. Chiernajowsky ocupó el segundo lugar en la lista de legisladores de la Alianza, aunque en los últimos tiempos dejó trascender su deseo de abandonar la Legislatura. Intentó hacer pie en Descentralización –otra de las subsecretarías que dependerán directamente de Ibarra– pero perdió a manos de Felgueras, quien nombró allí a su mano derecha, Daniel Siciliano. Fuera del Ejecutivo la única posibilidad que le quedaba –y también a Ibarra por su significado dentro del Frepaso porteño– era ocupar la conducción del bloque de diputados aliancistas. Schifrin no logró entrar como legislador pero las salidas de Raúl Fernández para asumir como secretario de Gobierno y la de la propia Chiernajowsky le permitirán acceder a una banca. Su elección como jefe de la bancada aliancista cae de maduro porque no hay otro diputado que pueda hacerle sombra. “Aunque a mediano plazo lo imagina en el Ejecutivo, Aníbal confía ahora en su capacidad de negociación para resolverle de entrada algunas cosas en la Legislatura”, comentó un aliancista. Para descomprimir los reclamos por la falta de presencia femenina dentro de la primera línea de la próxima administración porteña, Ibarra y Felgueras también decidieron cubrir con mujeres las otras tres subsecretarías que están en la órbita de la Jefatura de Gobierno. Las elegidas de Ibarra son:  Comunicación: Verónica
Torrás, asesora suya desde el ‘91. Se encarga de fijar la línea
de su discurso y durante la campaña trabajó con Antonio De
la Rúa, con quien tejió una excelente relación. Legal y Técnica: Alejandra
Taddei, trabajó en la Legislatura con Eduardo Jozami y después
se hizo cargo del equipo de asesores legislativos de Ibarra. Actualmente
se desempeña en el Consejo de la Magistratura. Servicios Generales: Lía
María, está a cargo del Area Operativa de la Legislatura.
Es una de las personas de confianza de Schifrin y trabajó en la campaña
de Ibarra.
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