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ALFREDO ODORISIO CUENTA COMO SERA LA NUEVA ETAPA DE AMERICA, CON CARLOS AVILA AL FRENTE
“Los medios recalcan realidades, no las construyen”

El desembarco del dueño de TyC, que compró el canal en una operación no del todo clara, derivará en una serie importantes cambios en la pantalla. El confirmado gerente de programación dice que el 2000 será un año de transición, luego de un ajuste importante, y que el año próximo empezará el crecimiento.

Por Mariano Blejman
t.gif (862 bytes)  La familia de Carlos Avila –dueño de TyC– compró el 80% del paquete accionario de América TV. Con esa transacción, uno de los magnates de los medios, Eduardo Eurnekian, dio un paso al costado para dedicarse de lleno a la empresa Aeropuertos 2000, que hoy está en problemas: se la acusa de no pagar una deuda de 53 millones de dólares, en medio de una crisis de intereses que incluye un enfrentamiento con el Exxel Group. Fuentes del canal garantizan que, antes de su salida del canal, Eurnekian se encargó de pedir a buena parte de los programas que cargaran, como fuese, con el Exxel. En ese contexto Alfredo Odorisio fue confirmado como responsable de la pantalla del canal, aunque ahora en un Comité de Programación que completan Carlos Avila y su hijo Juan Cruz. En esta entrevista con Página/12 Odorisio cuenta como están las cosas en el canal que marcha cuarto en la puja por el rating.
–¿Sirve un canal para hacer negocios externos a los medios, como dicen los enemigos de Eurnekian?
–Que yo sepa, no. Nunca tuve instrucción de ninguna especie para que un negocio externo funcionara. Lanata hacía de goma a Menem y a De La Rúa. No creo que el canal sirva para eso. Un canal no puede cambiarle la imagen a la gente cuando le gusta o no una figura. En eso tienen mucho más peso los medios gráficos. En la TV la gente busca entretenimiento. Lanata es un showman periodístico; en cambio, si uno lee sus columnas tienen un contenido sólido político.
–¿Eurnekian está alejandosé del negocio de los medios?
–No, Eurnekian está tratando de concentrarse en Aeropuertos 2000. De todos modos, según el acuerdo, él se queda cerca de los noticieros. Así que de alguna manera sigue, pero se concentra en los aeropuertos.
–Pero usted no ignora que los medios pueden construir realidades.
–Pueden recalcarlas más que construirlas. Los medios instalan situaciones que yo vivo como irreales... En un momento se hablaba de que Aeropuertos 2000 debía un año de canon y hoy en realidad está en discusión cuánto debe. Yo conozco el tema y corresponde que se diga lo que corresponde. Se deben 53 millones, unos porque no se pudieron explotar las instalaciones y otros por una serie de trabajos que no estaban previstos. Entonces esa irrealidad se transforma en realidad en los medios.
–¿Y por qué piensa que sucede eso?
–Porque muchas veces hay una falta de educación e información en los comunicadores. Es muy difícil saber de todo bien. En la Argentina hay una gran tendencia a hablar de todo. Es el país con los mejores todólogos.
–¿Sólo por eso, no hay otro tipo de intereses?
–No sé. A mí me pone mal cuando sé una realidad y la distorsionan. Yo intento no ser todólogo. Soy un gran charlatán, me gusta el arte de la palabra, pero no hablo de lo que no sé. Pero lo de Aeropuertos 2000 lo conozco, porque estoy al lado de la gente que lo maneja.
–¿Cómo está el canal en lo económico?
–En el 2000 seguimos con una programación acotada. Nosotros venimos practicando un ajuste en el canal y llegamos a un nivel casi de equilibrio total. Curiosamente, tenemos un costo de programación que cuesta la mitad que hace un año y medio y subimos en rating un 12% más que el año pasado.
–¿Participó de los proyectos de la Ley de Radiodifusión?
–A la actual no la conozco con precisión, pero me gustaría meterme cuando empiecen a generarla. Es necesaria una nueva ley...
–Dicen en el Comfer que están en eso...
–Sí, están en eso. Pero ¿cuánto tiempo hace que dicen que están en eso? –También quieren las multas en relación con los contenidos.
–Estamos empezando a recibir algunas pautas, pero todavía no quedaron firmes. Creo que se va a generar un sistema mucho más razonable. Lareglamentación del Comfer era ridícula, con multas absurdas y cifras locas que ningún canal estaría en condiciones de pagar.
–Y que ningún canal pagó nunca.
–De alguna forma se pagaron. A veces en segundos al Estado..., no digo que no se hayan pagado, yo no me manejé cercano a eso, pero sé que se pagó en segundos muchas veces. Había cierta irracionalidad de las cifras y todo eso hace el asunto desprolijo. La TV argentina es deficitaria y es muy difícil lograr equilibrio presupuestario. En los esfuerzos a hacer para el equilibrio tenemos que resignar muchas cosas. Resignamos proyectos por costos de programación. Programamos con un poquito más de un millón por mes: si tuviéramos más plata haríamos cosas más ambiciosas.
–¿Para eso va a servir Avila?
–Avila trae un valor agregado, que es haber hecho lo que hizo con TyC. Eurnekian le dio una fuerza increíble y logramos sacar al canal de un estado casi calamitoso.
–¿Y cuál es el perfil actual del canal?
–Nosotros hacemos un canal que tiene el 90 y el 95% de programación en vivo. “Mirtha Legrand”, “Rumores”, “Movete”, “Gente que busca gente” y los tres noticieros son en vivo. Hasta las 22 no tenemos un segundo de lata. Y los martes y jueves va en vivo “Día D”. El perfil nuestro, según lo indican las mediciones, es netamente periodístico, al que le hemos incorporado algunas cosas de ficción.
–Pero no hace ficción.
–El canal no está hoy en condiciones de hacer ficción. Si Artear y Telefé se llevan el 80% de la torta publicitaria, mientras que Azul y nosotros tan sólo el 20%, eso hace que tengamos que hacer esfuerzos muy grandes. Esta lucha desigual nos lleva a que no podamos hacer ficción.
–¿Qué opina de la medición de rating?
–Es la que tenemos. Desde el punto de vista tecnológico no es una medición lo suficientemente buena, pero nada más que eso. No le adjudico imágenes o fantasías de otro tipo. Nosotros le pedimos a Ibope que por lo menos haya 800 People Meters, ya que ahora hay 700 y las mediciones son sobre 600 porque siempre se pierden datos. Pero es lo que hay. Creo que la medición no está bien dividida con los hogares que tienen cable o los que no tienen. En los hogares con cable llegamos muy bien, y eso es importante comercialmente, porque el que no tiene cable es porque no le gusta la televisión, o porque no tiene un peso por día para pagar el cable.
–Da la sensación de que América es un canal de prueba...
–Hay un caso emblemático que es “La Biblia y el Calefón”. Nosotros lo creamos, lo hicimos crecer y en el mejor de los momentos desafortunadamente se fue. La riqueza de otro canal nos lo arrebató.
–“CQC” también negoció con el 13, pero se quedó.
–Eso decían ellos. A lo mejor fue una presión para sacar mejor contrato del ‘98 para el ‘99. Y consiguieron un muy buen contrato.
–¿Qué piensa de la televisión argentina, en general?
–Tiene valores muy atractivos. Las producciones de Pol-ka, todo lo de Tinelli en el humor. Hay buenos programas periodísticos, Lanata, Grondona. “Vulnerables”, el humor de Guinzburg, el de “TV Registrada”.
–¿Cómo es su relación con Eurnekian hoy?
–Es un amigo. Nos conocemos hace 10 años y la relación más cercana es de hace 3 años. Me siento querido, porque confió muchísimo en mí. Y esa confianza se la hemos devuelto con un canal en equilibrio.

 

La relación con el poder
–¿Cómo es su relación con el Gobierno?
–Tengo mucha gente amiga. Acá vienen muchos funcionarios, lo veo a Darío Lopérfido, me cruzo con Graciela Fernández Meijide, también con Carlitos Ruckauf, con quien somos amigos de toda la vida. Duhalde nos dio campañas, promociones y defendió el canal de su provincia. Pero al alto nivel no lo manejo yo. Con Menem, por ejemplo, no me veía .
–No era lo mismo con Alfonsín...
–No, con Alfonsín me veía todo el tiempo. Alfonsín es tan querible, tan honesto, tan íntegro que cuando llega y me da un abrazo, me gusta. Es uno de los grandes impolutos argentinos.
–El estuvo en su casa, se sabe, el día que ganó las elecciones.
–Exactamente: el 30 de octubre del ‘83, Alfonsín pasó la noche en mi quinta. Se fue a dormir la siesta como candidato y se despertó a las 7 como presidente. Y después estuvo instalado como 15 días en mi casa.
–¿Usted es radical?
–Milité en la época universitaria en el radicalismo. No soy un militante. Tengo muchos amigos radicales.
–Y durante el gobierno de Menem, ¿cómo fue su relación?
–Desde el cargo que tuve acá pasaba por los funcionarios que venían a los programas políticos. En el noticiero de Llamas de Madariaga están permanentemente los funcionarios. Teníamos y tenemos a Jorge Lanata, también. En este canal tuvieron pantalla todos los sectores políticos argentinos, con el mismo respeto. El menemismo, el peronismo ortodoxo, la Alianza, Cavallo.


Las cifras del Martín Fierro
–¿Coincide con la versión que dice que se usó a América para bajar el precio de la transmisión de los Martín Fierro, en junio del ‘99?
–Nosotros ofrecimos lo mismo que habíamos ofrecido en 1998. Los que bajaron los precios fueron los otros. Ofertamos 280 mil pesos sin siquiera imaginar que podíamos ganar. Una hora antes de la entrega del pliego, Matías Patañan me dijo “hay que presentarse en Aptra”. Entonces yo le pregunté: “¿Cuánto ofrecimos en el ‘97?”. “260 mil”, me dijo, y después dijo que no podíamos ofrecer más de 280 mil. “Bueno, dale”, le dije, y salió 20 minutos antes de que cerraran la recepción de ofertas, con un remise. Fue para cumplir. Lo más curioso es que ganamos e hicimos una transmisión para la que quizás no estábamos preparados. Y salimos derechos.
–Y efectivamente bajó el precio, porque en 1997 Telefé pagó 650 mil y desde entonces nunca más pasó los 280 mil.
–Es que la cifra era insostenible.

 

 

 

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