Por Mariana Enriquez
Todos los miércoles a la noche, en el Salón Pueyrredón (Pueyrredón 946), hay malabaristas y contorsionistas que hacen sus números para la gente. Más tarde pueden encontrarse lanzallamas. Y toda la noche hay números de variedades con actuación, magia, humor, circo o música. El ciclo, que empezó a mediados de abril, se llama Noches de Miércoles y se realiza bajo la coordinación de Silvia Armoza (Locas como tu Madre) y Germán de Souza (Las Manos de Filippi). �La idea es revivir el formato de varieté, que no estaba vigente�, subraya Germán. Tienen un promedio de seis artistas por noche, en todas las disciplinas, y además, antes de empezar con un espectáculo, Diana Baxter inicia un reportaje público a una personalidad del ambiente (o no). Hasta el momento pasaron nombres como Daniel Aráoz, Eduardo Bertoglio, Omar Viola, Divina Gloria, Charly García y De La Guarda. El Salón se llena cada miércoles con una fauna de lo más variada que incluye la gente del mundillo rockero, estudiantes de teatro y circo, y curiosos no determinados. En un signo de los tiempos, el espectáculo se transmite en simultáneo en una pantalla ubicada al costado de la sala principal.
El grueso de los artistas proviene del Nuevo Circo, una disciplina/ fenómeno que estalló a mediados de los �90 con escuelas como el Circo Criollo y, más recientemente, la nueva movida de los malabares, con los Malabaristas del Apokalipsis y su Instituto del Kaos, y las clases del payaso Chacovachi en el Centro Cultural Ricardo Rojas. A partir de ahí, todas las escuelas de teatro empezaron a tener cursos de circo o de malabares. Una de las principales diferencias entre el circo tradicional y el nuevo circo es que no se pasa de generación en generación: es como ir a estudiar teatro, se aprende.
No es casual que el varieté sea el formato ideal para estos artistas. Germán de Souza explica que �en la época del Parakultural mucha gente que venía de las escuelas de teatro hacía varieté, o la escuela de mimo que abrió Angel Elizondo en esa época también arrojaba muchos artistas para el varieté. Pero hoy en día los que hacen teatro aspiran a otras cosas, como a tener sus puestas o a dedicarse a otros formatos, como la TV, o a integrar elencos. En cambio, el circo, como el formato que tiene es el de un número que dura de 5 a 10 minutos, es perfecto para el varieté. Toda la gente del nuevo circo o bien trabaja en la calle o trabaja para una disco, y ya tienen sus números montados�.
Por supuesto, la gran mayoría (si no todos) de los artistas del Nuevo Circo son anónimos. Y no tienen un lugar: sólo se los puede ver trabajando en la calle, o en alguna discoteca. De Souza argumenta que �el teatro, el varieté y el circo callejero no se ven respaldados por ninguna entidad, ni pública ni privada. El rock es un negocio de las compañías, y por eso crece. Pero esto es algo muy independiente, son cosas que no son comerciales. El teatro en sí no es un producto comercial. El anonimato de los grupos de teatro y circo parte desde ahí. En otros países hay fundaciones, institutos del Estado o privados que subvencionan o apoyan al circo y los espectáculos callejeros, que están declarados, en general, de interés cultural. Acá, estar trabajando en la calle es un problema. Pueden acusarte de escándalo público, o que estás interrumpiendo el paso y demás. Toda esta gente no tiene un lugar, y la idea de nuestro ciclo es dárselo, programar a la gente con su nombre y que el público pueda identificarlos, que la gente los conozca, sacarlos del anonimato.�
Y no sólo eso sino crear un público. �Hay un público de estas disciplinas �afirma De Souza�, reducido y muy exquisito, que sabe lo que está viendo. Pero la idea es popularizarlo y hacer conocer disciplinas que acá son completamente ignoradas. Como el teatro de animación, que acá no existe. La gente piensa que se trata de un animador de TV o de fiestas de cumpleaños. Y el teatro de animación está protagonizado por un artista que hace de un personaje que interactúa con la gente. En vez de actuar con otra persona y hacer una escena para el público, interactúa con el públicohablándole y haciendo chistes, o gags o mostrando técnica, habilidades, trucos. Acá hay muy buenos animadores, como Nani Cogorno o la gente del Club Calypso, que estuvieron presentes en Noches de Miércoles. Existe una demanda de este tipo de espectáculos cuando una empresa hace fiestas de fin de año, o en fechas como el Día del Niño. Pero no existe algo como ver al artista en un lugar, a no ser en la calle. Antes de nuestro ciclo no había nada que reivindique el trabajo del artista desde su nombre�. La programación de las Noches de Miércoles puede encontrarse en la página web de la revista de circo, espectáculos callejeros y nuevas tendencias escénicas La Newton, en
www.lanewton.com.ar.
|