Por Martín Granovsky
�Hace 20 años, luego de la crisis del petróleo, el mundo discutía cómo serían las cosas 20 años después, y después de 20 años lo único que hay sobre la mesa es la exuberancia financiera�, se quejó el ex ministro de Hacienda de Chile Alejandro Foxley. Y dejó una pregunta y una respuesta: �¿Cómo serán los próximos 20 años para Brasil, Chile y la Argentina? Creo que al contestar surgirán nuestras dificultades para plantear ideas fuerza�.
Foxley fue uno de los ponentes en el seminario �Políticas progresistas en las Américas�, que organizaron el último fin de semana en Santiago de Chile la Fundación Chile XXI de Ricardo Lagos y el Progressive Policy Institute de Bill Clinton. La Fundación fue el principal think tank que diseñó políticas para el actual presidente chileno. El PPI es una de las apuestas de Clinton para representar en el continente la marca británica de una tercera Vía entre el Estado de bienestar y el neoliberalismo. De paso, como cualquier presidente, Clinton busca ampliar sus contactos hacia el futuro, útiles en América latina tanto para hacer política como para hacer lobbying. En Santiago lo representó su hombre Kenneth �Buddy� Mc Kay.
Los participantes argentinos �los diputados Darío Alessandro, Jesús Rodríguez, Marcelo Stubrin y Nilda Garré, el asesor presidencial Luis Stuhlman y el director de la Biblioteca Nacional, Francisco Delich� volvieron con la certeza de que al gobierno le falta un think tank y la convicción habitual en estos casos: siempre es muy interesante hablar con los norteamericanos, y ampliar contactos, pero la agenda de debate termina siendo limitada por las grandes diferencias reales.
�Las instituciones públicas tienen que dar poder a los ciudadanos para que actúen por sí mismos�, decía por ejemplo un párrafo del paper del PPI. Historiaba también que a principios de siglo la concentración del poder económico en grandes corporaciones estimuló a que los ciudadanos reclamaran una mayor centralización del poder político para hacerles frente. El mayor poder del Estado hizo avanzar el progreso social, pero luego determinó que disminuyera el grado de independencia individual de muchos americanos en su condición de trabajadores o de ciudadanos, y quedaron debilitadas las instituciones cívicas.
A los latinoamericanos les dio la impresión de que esa situación de principios del siglo XX en los Estados Unidos podía ser la de principios del siglo XXI en el resto del continente.
José Miguel Insulza, actual ministro del Interior de Chile, dijo que está bien darle más poder a la gente, pero es peligroso sacarle poder político al Estado. Agregó, en defensa de la política, que �si la política no la hacemos nosotros, los políticos, no la hace nadie�. Alessandro alertó contra una democracia que no satisface las necesidades, en la que la gente se entusiasma poco porque la diferencia entre una propuesta y otra es escasa y donde no se tienen en cuenta formas de participación semidirectas.
En otro punto de su intervención, Foxley estableció tres categorías en América latina, entre México y el Caribe, los países andinos y Paraguay con problemas de gobernabilidad y las naciones del Cono Sur. Luego fijó una suerte de ecuación: a más globalización, más protección social. Para Foxley, el modelo a copiar, si es que debe copiarse alguno, efectivamente no es el norteamericano, cuyo sistema sanitario según la Organización Mundial de la Salud figura número 37 en el ranking porque deja afuera 40 millones de personas. El ex ministro recomendó �multiplicar la capacidad emprendedora� y �mejorar la asociatividad entre países�, léase integración de Chile al Mercosur.
La vulnerabilidad ante los flujos financieros resultó uno de los grandes puntos de debate. Foxley dijo que �países como los nuestros no soportan un movimiento de capitales a velocidad de Internet�. Jesús Rodríguez precisó que las transacciones diarias del sistema financiero mundial son dos vecesel PBI de Africa y una vez el de América latina. �El mercado es extremadamente volátil, con crisis frecuentes e intensas que generan grandes efectos sobre el nivel de actividad y empleo�, dijo, y señaló que el desafío es reformar el sistema de la posguerra establecido en Bretton Woods, porque �no puede ser tema de un solo país�.
Lagos jugó fuerte en el encuentro. Ordenó que medio gabinete abandonara la rutina y compartiera la discusión el viernes y el sábado e invitó a cenar a todos en un renovado Palacio de la Moneda. Todavía están de custodia los carabineros con la gorra prusiana de los nazis pero la casa de gobierno luce de blanco en lugar de marrón sucio y la gente puede cruzar el palacio como en las viejas épocas.
Este tipo de seminarios, en el fondo, sirve para ampliar las relaciones políticas y personales entre legisladores de los distintos oficialismos y funcionarios de los distintos gobiernos. Esa era la apuesta de chilenos, argentinos y brasileños, cada vez más comprometidos en una alianza regional. Esta vez les sirvió el paraguas de Lagos y, a distancia, el de Clinton.
MORENO OCAMPO ANTE LA OA
Una denuncia archivada
La Oficina Anticorrupción desestimó una denuncia presentada por el abogado Luis Moreno Ocampo contra Diana Conti, subsecretaria de Derechos Humanos, a la que acusó de interesarse en una causa por pedido del ministro de Justicia Ricardo Gil Lavedra y del jefe de la SIDE Fernando de Santibañes.
El origen de la denuncia fue un encuentro entre Conti y el fiscal Pablo Lanusse. �Hablamos de una causa en la que él era fiscal y había hecho una medida�, dijo Conti en referencia a una disputa sobre el control de acciones del Banco de Galicia, donde Moreno Ocampo representa a una de las partes, y anunció que ahora le hará juicio al fiscal por �falso testimonio�. Conti dijo que Lanusse, a quien conoce desde la investigación de la mafia del oro, le pidió que transmitiera tranquilidad a Gil Lavedra porque �él iba a ser racional� aunque �Moreno Ocampo le había pedido sacar una solicitada con su requisitoria fiscal�. �Están repitiendo lo mismo que hacía en forma horrible el Gobierno anterior�, criticó Moreno Ocampo en conferencia de prensa. Pero Fernando de la Rúa replicó que la denuncia del ex fiscal es �totalmente falsa�. La Oficina Anticorrupción dijo que según el relato de Lanusse �la subsecretaria lo fue a ver en virtud de que habría sido �mandada� por el ministro de Justicia para que preguntara -con la salvedad de que no se interpretara como ninguna injerencia judicial� si se había evaluado la trascendencia de la medida cautelar dictada en una causa del Banco Galicia�. La OA archivó la denuncia porque �las conductas denunciadas no son ilícitas�.
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