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Llach de reunión en reunión para
calmar a los diputados aliancistas

Molestos por la �incomunicación� con el ministro de Educación, Juan José Llach, y preocupados por el �avance de ideas neoliberales� en su propuesta de Pacto Federal Educativo II, los legisladores de la Alianza lograron un diálogo cara a cara para introducir cambios. 

El ministro Juan José Llach tuvo que negociar sus propuestas con la Comisión de Educación de Diputados. 


Por Nora Veiras

t.gif (862 bytes) �En la situación actual y muy a nuestro pesar, la ausencia de comunicación con el señor ministro no nos permite definir la línea orientadora de nuestros proyectos y posiciones frente a los que no nos pertenecen, porque no tenemos clarificado cuáles son los lineamientos que conducen a la política educativa del gobierno nacional.� El presidente del bloque de Diputados de la Alianza, el frepasista Darío Alessandro, y el titular de la bancada radical, Horacio Pernasetti, leyeron las cartas que les remitieron los legisladores aliancistas de la Comisión de Educación y, de inmediato, organizaron una reunión con el ministro Juan Llach. �No podemos bancar un nuevo conflicto�, se sinceró Pernasetti cuando todavía está latente el terremoto interno que provocó el apoyo al recorte salarial a los estatales. Ya hubo dos encuentros en el Palacio Sarmiento que sólo sirvieron para medir la tensión en un diálogo de sordos. Los diputados advierten que, �si no hay cambios acordes a nuestra plataforma, es imposible que se apruebe en la Cámara el proyecto de Pacto Federal Educativo II� que Llach presentó a sus pares provinciales. Anoche, los legisladores volvieron a conversar con el ministro. 
Encabezados por el radical Juan Carlos Millet, ex rector de la Universidad de Rosario y presidente de la Comisión de Educación, los diputados decidieron la avanzada cuando se enteraron por la página web del ministerio del contenido de las �Bases para el Pacto...�. La asignación de �un porcentaje creciente de los recursos directamente a las escuelas, hasta llegar al 95 por ciento en el año 2003. Asignar los presupuestos a las escuelas de modo directamente proporcional al número de alumnos y a sus carencias educativas� fue uno de los postulados que encendió el alerta. 
�Juan está volviendo a su ideario. Esta propuesta bordea las escuelas charter�, sintetizó un aliancista. En la página 367 de su libro Educación para todos, el ex viceministro de Domingo Cavallo propone que �el presupuesto de los colegios y escuelas se fijaría en función de una cápita deseada por alumno (...). El sistema tendría ciertas analogías con las charter schools, pero las escuelas se mantendrían en la órbita del sector público. Además, la reforma se aplicaría mandatoriamente a todo el sistema, con lo que se evitarían los problemas de sesgo de selección y equidad frecuentemente asociados con las charters�. 
Durante la primera reunión en el edificio anexo a su despacho, los diputados Alfredo Bravo, Adriana Puiggrós, Eduardo Macaluse, Isabel Foco y Alicia Colucigno, entre otros, le recriminaron a Llach que reivindicara nuevamente las ideas que plasmó en su libro y que contradicen la propuesta electoral de la Alianza. En la segunda reunión, que tuvo lugar el miércoles pasado, los legisladores le dejaron un texto titulado �Pacto Federal II: los puntos críticos� en el que señalan que �si el subsidio va directamente a las escuelas quedarían extinguidas las políticas públicas de las jurisdicciones (...). La asignación del presupuesto proporcionalmente al número de alumnos profundiza la segmentación, desconociendo las experiencias internacionales existentes que señalan que no hubo mejoramiento de la calidad educativa� y recuerdan que �Chile aplicó una política que combinó descentralización de los servicios, desarticulación de los sindicatos docentes y distribución del presupuesto educativo de acuerdo a la demanda efectiva. Sin embargo, el resultado no fue la mejora de la calidad sino el debilitamiento del sector estatal, la aparición de un �tercer sector� de baja calidad y la fragmentación del conjunto del sistema educativo�.
Los diputados marcaron también sus diferencias con la propuesta ministerial para que cada escuela realice la �difusión pública de los resultados alcanzados (en las pruebas de evaluación) a través de un folleto institucional obligatorio�. Los aliancistas sostienen que �estemecanismo se sustenta en la visión según la cual los padres o consumidores precisan acceder a la información que les permita la libre elección de escuelas, lo que no sólo supone que todos los padres son consumidores que eligen libremente sino también que de la competencia entre escuelas surgirá el mejoramiento de la calidad educativa�.
La reformulación de la carrera docente con la exigencia de �postítulos� para ejercer el cargo y la incorporación de incentivos salariales atados al presentismo, el rendimiento de las escuelas y la capacitación, entre otras variables, es otro de los puntos conflictivos de la propuesta de Llach. Por ese camino, la Nación avanzaría en la derogación de hecho de los estatutos docentes provinciales. Los ministros de las distintas jurisdicciones también plantearon sus reparos en la última reunión de Consejo Federal y el malestar llegó a tal punto que se suspendió el plenario convocado para el viernes pasado. 
Anteayer, Millet recibió un fax del ministerio con apreciaciones genéricas sobre los cuestionamientos al proyecto de Pacto Federal Educativo que, de inmediato, hizo circular entre sus pares de la comisión. Con quince puntos nuevos de críticas detalladas, la delegación se reunió nuevamente anoche con Llach. La unanimidad del rechazo de los legisladores se enfrentó con una apreciación del presidente Fernando de la Rúa que descolocó al diputado rosarino. En la cena del bloque aliancista que compartieron en Buenos Aires News, el Presidente le sugirió a Millet que no atacaran a Llach. Por eso se sorprendieron cuando anoche el titular de la cartera educativa se mostró proclive a introducir cambios en la propuesta.


Los tiempos se alargan, la plata no

Para financiar el Pacto Federal Educativo II, el ministro Llach propone la creación de un llamado �Fondo Sarmiento� destinado a la educación básica y cuya duración será de 15 años. La Nación deberá aportar anualmente un porcentaje de los incrementos de sus ingresos por recursos coparticipables, pudiendo imputar los recursos del Fondo de Incentivo Docente de los programas de educación básica y los préstamos de organismos internacionales; estas dos últimas fuentes deberán sumar como mínimo 400 millones de pesos anuales. La contrapartida de las provincias y de la Ciudad de Buenos Aires será creciente hasta alcanzar un valor igual en el año 2003.
La realidad otra vez desbarata la teoría. En la actualidad hay provincias que no usan los préstamos PRICE porque no pueden poner la contrapartida. Al incluir el aumento de los salarios docentes entre los destinos de los fondos, el monto propuesto aparece como exiguo. Basta como dato que el Fondo de Incentivo -.vigente hasta mediados del 2003� cuenta con 660 millones de pesos anuales para pagar un �incentivo� de apenas 50 pesos por mes a cada docente. 
Claro que siempre vale apelar al ingenio. Llach consideró que el Pacto Federal Educativo firmado durante el menemismo �fracasó� porque la Nación no pudo cumplir con el objetivo de inversión. Las provincias reclaman 800 millones de pesos pendientes de los 3000 prometidos en 5 años. Para el ministro no es una deuda pendiente �a pesar de que una ley ratificó el acuerdo entre la Nación y las provincias� sino un �fracaso� por un compromiso que no se pudo asumir.

 

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