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Los presos del MTP aceptaron suspender la huelga de hambre
Ahora Diputados tiene la palabra

Los presos de La Tablada suspendieron el ayuno a la espera de que el 3 de agosto Diputados apruebe la ley que les reconoce derecho a la doble instancia. Fue tras una reunión en Devoto con funcionarios, legisladores y organismos de derechos humanos

Patricia Bullrich, Rodolfo Yanzon (el abogado de los presos) y Carlos Imizcoz entran a Devoto. Los presos los esperaban acostados en sus camas en una sala amplia, pintada a la cal.

Por Eduardo Tagliaferro y Felipe Yapur

En una sala amplia, pintada a la cal y donde se acomodaron las diez camas con los detenidos por el asalto al cuartel de La Tablada �que cumplían 46 días de huelga de hambre� se reunió la comitiva integrada por parlamentarios y las subsecretarias de Derechos Humanos, Diana Conti, y de Política Criminal, Patricia Bullrich, en la cárcel de Villa Devoto. El gobierno traía el compromiso de dar preferencia legislativa al tratamiento de la ley que les permitiría revisar su situación jurídica. El gesto fue considerado suficiente para que los detenidos suspendieran la medida de fuerza hasta el próximo 3 de agosto, cuando se reanuden las sesiones legislativas.
Poco después de las 21 llegaron a la cárcel los diputados aliancistas Juan Pablo Cafiero, Horacio Pernasetti, Marcela Bordenave y Cristina Guevara, los representantes de organismos defensores de los derechos humanos y los abogados de los presos, Rodolfo Yanzón y Marta Fernández. Junto con ellos llegó una asesora del senador puntano Alberto Rodríguez Saá, quien también presentó un proyecto en la Cámara alta. La reunión fue corta, apenas duró veinte minutos. Ambas partes llegaron a compromisos: el Gobierno a impulsar en Diputados el tratamiento de la ley, ya sea la de Ramón Torres Molina como sus modificaciones y la del Senado que impulsa Rodríguez Saá, quien por boca de su asesora se comprometió a convocar a una sesión especial.
�Iniciamos una huelga para que se fijen en nosotros�, dijo Enrique Gorriarán Merlo, quien hizo las veces de portavoz de los detenidos. Gorriarán destacó dos hechos que fundamentaron la decisión de levantar la medida de fuerza: el gesto mostrado ayer tanto por el Gobierno como por los representantes del Congreso, y en segundo lugar que la huelga no buscaba perjudicar ni al Gobierno ni al sistema democrático.
El clima de la reunión, según varios de los participantes, fue franco y directo. �Nosotros no prometimos nada que no podamos cumplir�, dijo Cafiero al tiempo que aseguró que los detenidos �entendieron que nuestra respuesta era satisfactoria aunque parcial�, ya que todavía resta que el Congreso vote la ley prometida. 
Conti indicó a Página/12 que �existe el compromiso de lograr la mejor ley posible y de que el Gobierno no la vetará. El levantamiento es una muy buena decisión�.
Para el Gobierno, la decisión de los detenidos fue �una conquista sin condicionamientos� y la interpretaron como �un levantamiento definitivo�. Sin embargo, los abogados de los presos resaltaron a este diario que �la medida de fuerza simplemente se suspendió hasta el próximo 3 de agosto cuando los diputados aprueben la ley reclamada�. 
Un punto que generó más de una discusión en el bloque de diputados de la Alianza fue la interpretación de la regla del dos por uno que le permitiría a la mayoría de los presos, salvo Gorriarán y su mujer Ana María Sívori, recuperar su libertad. Para los familiares de los presos y sus abogados el tema no es preocupante, ya que entienden que es un derecho imposible de negar. Esto coincide con la opinión de varios juristas consultados por este diario, quienes además destacaron lo discutible que es aplicar retroactivamente los efectos de una ley.
Los 46 días de huelga de hambre dejaron profundas huellas en la humanidad de los detenidos. Gorriarán perdió más de 16 kilos, Roberto Felicetti 17, Sívori 16, Sergio Paz 23, Carlos Motto 13, Claudia Acosta (desde el 10 al 13 de julio) 1 kilo, Miguel Angel Aguirre 11, Luis Díaz 10, Gustavo Mesutti 13, José Moreira 15, Claudio Rodríguez 10, Claudio Veiga 9 y Fray Antonio Puigjané (desde el 5 al 13 de julio) medio kilo.
Las huellas que esta huelga dejó en el Gobierno son de menor peso. Aunque el justicialismo pretende lograr que la responsabilidad política recaiga por completo en el Ejecutivo, un punto los une: ninguno quisiera ver libres a los presos. Además, cuando el conflicto amenazaba conjaquearlo logró postergar la resolución, pero ésta es una historia que comenzará a develarse a partir de agosto.

 

 

El fantasma de Bobby Sands

Los trece presos por el ataque al cuartel de La Tablada cumplieron 46 días de huelga de hambre. Al principio, advirtieron: �O salimos caminando o salimos con los pies para adelante�. Comenzaron a debilitarse, perdieron peso y sufrieron desmayos, mareos y descompensaciones. Entonces fueron internados en el hospital de la cárcel. Ayer, después de no ingerir comidas ni beber líquidos con sales durante 46 jornadas, decidieron suspender la huelga de hambre. A esa altura nadie podía omitir el recuerdo de Bobby Sands, el líder del Ejército Repúblicano Irlandés quien murió después de 66 días de huelga de hambre. Fue el 5 de mayo de 1981. 
En diciembre de 1980, siete miembros del IRA iniciaron una huelga de hambre en la cárcel de Maze, en Belfast, para que se los considerara presos políticos en vez de delincuentes. Bobby Sands había sido elegido interlocutor en las negociaciones, que fracasaron. Entonces Sands decidió iniciar otra huelga de hambre. Dos semanas después, otros nueve presos dejaron de ingerir alimentos. Los diez reclamaban derechos que habían tenido los presos políticos hasta 1976. A pesar de los pedidos de clemencia del Cardenal Primado de Irlanda O�Fiaich y del líder opositor inglés Michael Foot, Margaret Thatcher no quiso hacer concesiones. Sands murió en en el hospital prisión de Long Kesh. Sus nueve compañeros, Patsy O�Hara, Raymond McCreesh, Francis Hughes, Kevin Lynch, Joe MacDonnell, Kieron Doherty, Martin Hurson, Thomas McElwee y Michael Devine fallecieron entre el 12 de mayo y el 20 de agosto de ese año. 

 

 

Cuatro miradas sobre el desempeño del Congreso

Ramon Torres Molina*.
�Compromiso�

�Desde el punto de vista parlamentario, existe un serio compromiso de los diferentes bloques en el tratamiento del tema de los presos por el copamiento del cuartel de La Tablada, ya que ayer se votó una preferencia para la próxima sesión. Esto es positivo y significa un avance respecto de posiciones anteriores donde los distintos bloques, salvo el de la Alianza, se negaban a dar quórum. Pero eso no tiene relación con la realidad que nos presenta una huelga de hambre que duró 45 días y cuyos ritmos fueron distintos a los de la práctica parlamentaria. Entiendo que la Cámara debió haber dado una solución al problema en el día de ayer. Además, hay que tener en cuenta que existe una demora por parte del Estado argentino de casi tres años en dar respuesta a las recomendaciones de la CIDH.�

* Diputado de la Alianza. Autor del proyecto modificatorio de la Ley de Defensa de la Democracia. 

Susana Perez Gallart*.
�Preocupación� 

�Nosotros, como Asamblea, creemos que se debe cumplir la recomendación de la CIDH. Hemos estado con ellos y les manifestamos nuestra preocupación. Y ellos también nos manifestaron la suya, todo esto antes de que los presos comenzaran la huelga de hambre. Creemos que la aprobación del proyecto que se trataba ayer era una vía idónea y todavía esperamos que se apruebe el 3 de agosto. A nuestro entender, ésa es la solución más rápida teniendo en cuenta que el Poder ejecutivo no quiere dictar indultos. Les pedimos a los diputados que no obstaculicen la solución de un problema que a todas luces es muy grave. Nuestro país es miembro de la Organización de Estados Americanos. Debemos ser un Estado de Derecho y atenernos a las recomendaciones internacionales. Hay que buscar rápidamente una solución a este conflicto.�

* Vicepresidenta de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos.

Alberto Rodriguez Saa*.
�Una infamia�

�Esta postergación en el tratamiento de la ley, este volver a pasar por alto el tema de la violación a los derechos humanos es lisa y llanamente una infamia. Según el informe de la CIDH, en la causa de La Tablada, la Argentina está cometiendo violación a los derechos humanos por todas las causas que ya conocemos. La situación de los presos es desesperante, porque ellos están haciendo valer sus convicciones personales y la sociedad debería conmoverse a través del Parlamento. Debe tratarse este tema rápidamente para que la Argentina no quede pegada a esta situación. El Estado argentino debe responder ya: cada hora, cada minuto que pasa estamos aumentando la violación.� 

* Senador nacional. Autor del proyecto de modificación del Código Procesal para abrir una instancia de revisión en todos los casos de violación de derechos humanos.

Martin Abregu*.
�Irresponsable�

�Es importante destacar que el problema de fondo es que el Estado argentino en su conjunto no ha asumido en plenitud la obligación de cumplir con las recomendaciones de los organismos internacionales de derechos humanos. La responsabilidad de dar importancia a lasobservaciones de la CIDH es del Poder Ejecutivo, pero alcanza especialmente al Congreso, que hace años que debería haber enfrentado la situación. La Ley de Defensa a la Democracia no respeta la Convención Americana sobre Derechos Humanos y hay que tener en cuenta que la urgencia del Congreso de hoy es el producto de su pasividad desde el �97, cuando se conoció el informe de la CIDH. En la medida en que el Estado argentino no entienda la necesidad de cumplir los compromisos que él suscribió, debe estar preparado para que su imagen internacional se deteriore.�

* Director ejecutivo del Centro de Estudios Legales y Sociales.

 

 

Un nuevo proyecto de ley tras un 
duro debate dentro de la Alianza

Se acordó modificar el proyecto Torres Molina excluyendo a los presos del beneficio del �dos por uno�. Para imponer esa propuesta los radicales vencieron en una votación a los frepasistas. El acuerdo con el PJ es tratar el nuevo texto en el recinto el 3 de agosto.

Precisión: Los radicales sostienen que Gil Lavedra reconoció que hay �cierta inconstitucionalidad�  en el artículo agregado por Stubrin.

Ricardo Gil Lavedra, ministro de Justicia, reunido con la Comisión de Labor parlamentaria.
Se comprometió a participar de la redacción del proyecto definitivo de la ley.

Por F. Y.

Hubo reuniones maratónicas y fuertes discusiones, en especial en el interior del bloque de la Alianza. También una tensa reunión entre todos los bloques y el ministro de Justicia, Ricardo Gil Lavedra. En definitiva la Cámara de Diputados selló un trabajoso acuerdo para su próxima sesión, tras las vacaciones de invierno. El 3 de agosto se tratará el proyecto de ley que permitirá revisar las condenas de los presos por el asalto al cuartel de La Tablada. El nuevo texto de la norma, que excluye a los presos del beneficio del �dos por uno�, contará con el aporte del ministro de Justicia quien ayer participó de la reunión de Labor parlamentaria. Ese precario compromiso, en cuya elaboración no participó ningún miembro de la Cámara de Senadores (dominada por el peronismo) bastó para posibilitar que los presos suspendieran su medida de fuerza.
Durante la corta sesión de ayer, los representantes de los bloques de la Alianza y justicialista, Horacio Pernasetti y Miguel Pichetto respectivamente, mocionaron el tratamiento para la primera sesión de agosto de esta polémica norma. Antes de llegar a esa decisión, la Alianza debió sufrir una vez más un largo y accidentado debate interno. El miércoles por la noche los diputados aliancistas se encontraron por primera vez para discutir el proyecto de Ramón Torres Molina. Y como en los últimos encuentros, las opiniones estaban divididas aunque existía, según reconoció una legisladora del Frepaso, �la voluntad de darle un corte a este tema. Votaríamos la ley y así lográbamos que los presos levanten la huelga y cumplíamos con el requerimiento de la CIDH�.
Hablaron casi todos. Los discursos �fundamentalmente de los radicales� planteaban algunas dudas sobre si la norma a debatir permitiría o no a los presos obtener la libertad. Para éstos �según confió un legislador radical� era un tema �prioritario� porque entendían que �el ataque a La Tablada le había hecho mucho daño al gobierno de Raúl Alfonsín�. Al parecer este argumento obligó a algunos correligionarios, como Melchor Cruchaga, a justificar su firma al despacho de mayoría del proyecto de Torres Molina. Este recordó que había consultado previamente con Alfonsín como presidente de la UCR y, como había obtenido el visto bueno, rubricó el dictamen. En cambio, Marcelo Stubrin advirtió que su dictamen en minoría deja expresamente dicho que el tiempo de condena no podía ser considerado como prisión preventiva y por lo tanto los detenidos en Devoto continuarían en sus celdas. En pocas palabras, para los presos de La Tablada no corría el beneficio del �dos por uno�, que significa el cómputo de dos días por cada uno en prisión después de los tres años sin sentencia firme. La posición de Stubrin �que tiene en su historia parlamentaria la responsabilidad de haber realizado en 1984 el discurso argumental de la Ley de Defensa de la Democracia� generó más de un reproche, tanto dentro como fuera del bloque. Por caso, el abogado de los huelguistas, Rodolfo Yansón, dijo que �debería estudiar Derecho�.
El radical bonaerense José Dumon incursionó en la �maquiavélica� estrategia del justicialismo que, con el anuncio anticipado de su rechazo a la norma, �obliga a la Alianza a pagar el costo político de esta amnistía encubierta que resultará la ley si permite la libertad de los detenidos�. A su vez, algunos miembros del Frepaso la emprendieron contra de la propuesta de Stubrin. Estos argumentaron que agregar un artículo que impidiera el beneficio del �dos por uno� a los huelguistas era �lisa y llanamente inconstitucional�. �Sin duda el ataque al cuartel es repudiable desde cualquier punto de vista. Pero esto no es motivo para violar la Constitución al prohibir un beneficio jurídico que le corresponde a cualquier argentino�, argumentó el socialista Jorge Rivas.
Cerca de la medianoche los integrantes del bloque oficialista se retiraron para continuar el jueves por la mañana. Sin duda, el cansancio había hecho mella en algunos y la paciencia era poca. Desde el comienzolos argumentos fueron más duros y menos diplomáticos que la noche anterior ya que incluyeron algunos insultos. Varios radicales arengaron sobre la necesidad de que se incorpore el artículo de Stubrin. Los más efusivos fueron Mario Negri, Juan Carlos Passo, Betriz Leyba de Martí y Sara Picazo. Esos discursos y algunos llamados telefónicos habrían logrado hacer cambiar de idea, por ejemplo, a Cruchaga quien trocó su posición al sostener que �de acuerdo con estudios de importantes juristas, una ley no puede cambiar una sentencia firme en no firme. Sólo la Justicia puede realizarlo a través de un recurso de revisión�. Como las posiciones permanecían enfrentadas y nada hacía prever que se llegaría a un acuerdo, un frepasista mocionó que se votara. Y así lo hicieron. La modificación al proyecto Torres Molina triunfó por 60 a 32. El grupo que ganó estaba conformado en su totalidad por radicales, dejando a la superficie una división partidaria que avizora un nuevo y conflictivo escenario.
Mientras algunos frepasistas analizaban votar en general la modificación realizada a la norma y en contra cuando se traten los artículos en particular, otra reunión se llevaba a cabo: la de Labor parlamentaria, tan conflictiva como la anterior. 
Cuando comenzaron a discutir la inclusión de esta ley en el orden del día, el representante del PJ, Pichetto, recordó que su partido entendía que éste es un tema de Estado y por lo tal no era posible que el Poder Legislativo se haga cargo de una situación tan conflictiva, y lanzó una pregunta que complicó la reunión: �¿El proyecto de Torres Molina es del Ejecutivo?�. Para evitar largas discusiones se decidió convocar al ministro de Justicia. Gil Lavedra llegó poco después. Oficialmente el ministro reconoció que �el Gobierno lo que quiere es cumplir con el requerimiento de la CIDH y, por lo tanto, cualquier norma que cumpla con ello es suficiente�. Los radicales sostienen que Gil Lavedra reconoció que hay �cierta inconstitucionalidad� en el artículo agregado por Stubrin y que por lo tanto �enviará un paper con algunas recomendaciones para que salven los inconvenientes�. Según el PJ, el ministro habría dicho que �el Gobierno no quería tener a los presos en libertad�, pero que era preciso encontrar una norma que cumpliera con los requerimientos internacionales. Estos aprovecharon para reiterar su oposición a votar una ley a menos que viniera con la firma de un ministro. Pero al parecer, el paper prometido fue suficiente como para acordar el tratamiento definitivo de la norma una vez que los diputados regresen de sus vacaciones invernales.

 

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