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El peluquero de María Julia, un 
as con las tijeras y las tarjetas 

Diego Impagliazzo declaró ayer ante el juez Juan José Galeano en la causa en la que se investiga el presunto enriquecimiento ilícito de María Julia Alsogaray. El coiffeur aseguró que le devolvió a su �cliente� toda la plata que gastó con la extensión de la tarjeta de crédito que le hizo la funcionaria. Pero, las cuentas no cierran. 

Con el cabello recogido, llegó ayer a Tribunales el peluquero de 29 años protegido de Alsogaray. Impagliazzo dijo que se sentía como de �la familia� de la ex funcionaria menemista.

Por Irina Hauser

t.gif (862 bytes) El peluquero de María Julia Alsogaray, Diego Impagliazzo, no se acuerda cuánto gana ni cómo hizo para devolverle a la ex secretaria de Recursos Naturales la plata que gastó �en algunos casos más de 20.000 pesos mensuales� con la extensión de su tarjeta de crédito American Express Gold. Pero jura que le devolvió puntualmente cada peso. Eso es al menos lo que dijo ayer, cuando fue a declarar al juzgado de Juan José Galeano en la causa en que investiga a Alsogaray por supuesto enriquecimiento ilícito. El testimonio del coiffeur hace pensar a los investigadores que podría haber operado como testaferro de la ex funcionaria. 
El último informe que entregaron a Galeano los peritos de la Corte Suprema, reveló que María Julia había llegado a gastar 41 mil pesos en un mes con una sola de sus seis tarjetas de crédito (dos MasterCard, dos Visa, una Dinners y una American Express). Más aún, mientras en todo 1990 desembolsó 4800 pesos con ese método de pago, en 1998 la cifra escaló a 228.000. Cuando sea indagada como sospechosa el próximo 8 de agosto tendrá que explicar de dónde sacó el dinero para abonar todo eso. Pero también deberá justificar cómo hizo en sus trece años como funcionaria para incrementar su patrimonio en 2 millones y medio de pesos, la cifra que calcularon los fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia. 
Impagliazzo �que les cortó el pelo, entre otras, a Valeria Mazza, Natalia Oreiro, Liz Fassi Lavalle, Florencia Raggi y Silvina Chediek� usó desde 1996 hasta diciembre de 1999 una extensión de una de las tarjetas de la ingeniera con la que gastó alrededor de 130.000 pesos. Los pagos más altos, cargados a la cuenta 3764-101888-71005, fueron hechos en Nueva York entre 1997 y 1998 e incluyeron, además de varios viajes, alojamiento en un hotel por 10.000 dólares, una pintura por 4000 y compras de ropa por 1000. El �joven manos de tijera�, de 29 años, declaró ante la Justicia que se considera como de la familia de María Julia, él mismo le había pedido una extensión de su tarjeta ya que, sostuvo, aún no podía tener la propia. Eso sí, desde que consiguió una a su nombre, en 1998, sus resúmenes mensuales de pagos no superaron los 300 pesos. En aquella ocasión declaró ingresos por 3000 pesos.
�Sólo hablo de mi trabajo, soy peluquero�, dijo ayer Impagliazzo, con su pelo largo atado y engominado, en las escalinatas de los tribunales federales de Retiro. A puertas cerradas, en el cuarto piso, no dio muchas más precisiones cuando lo interrogaron bajo juramento de verdad. Dijo que no recuerda cuánto ganaba hace cuatro años y que, acerca de sus ingresos actuales sólo puede afirmar que está inscripto como monotributista en la categoría que abarca entradas superiores a 12.000 pesos por mes. También aseguró que le devolvió a la ex funcionaria cada centavo, algo que no deja de asombrar a los investigadores, que creen que era demasiado dinero para el poder adquisitivo de un coiffeur. La pregunta del millón, entonces, es si acaso él disfrutaba de los gastos que hacía y/o si en realidad eran de Alsogaray. 
De esta forma, Impagliazzo estaría en riesgo de convertirse en cómplice en el expediente contra María Julia. Una suerte similar correría el padre de la ex secretaria, Alvaro Alsogaray, quien escrituró una donación de 800 mil pesos a favor de su hija pero recién dos años después de haberla concretado. Los fiscales y el juez estudian si esa fue una maniobra para que la mujer justificara parte del aumento de su riqueza. Lo mismo analizan sobre un pago de 500.000 pesos que dice haber recibido de Astilleros Alianza por su asesoría como ingeniera, aunque esa empresa estaba quebrada. El 3 de agosto será indagado el dueño de la firma, Arnaldo Martinenghi, un amigo del ex presidente Carlos Menem. 
El medio millón de pesos que María Julia recibió de Pincar, una empresa familiar que casi no tenía movimientos financieros, es otro punto oscuro de la pesquisa. Igual que la incorporación a su patrimonio de 300.000 pesos de fondos secretos del Gobierno. De acuerdo con las cuentas de lafiscalía, la ex encargada del medioambiente argentino no está en condiciones de justificar 1.800.000 de los 2.500.000 que posee. 

 

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