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Por Claudio Scaletta A pesar de las idas y vueltas de último momento, finalmente se firmó ayer el Código de Buenas Prácticas Comerciales, aunque, como estaba previsto, con la notable ausencia de Carrefour. La ausencia de la firma díscola enojó al ministro de Economía, que la acusó de incomprensión e intolerancia. Wal Mart no figuró por desinteligencias burocráticas, pero informó que comparte el Código y lo suscribirá a la brevedad. La reunión estaba prevista para las 13.30 horas. En el Salón Blanco de la Casa Rosada esperaban los viejos contrincantes, empresarios de la industria agroalimentaria y dueños y representantes de las grandes cadenas supermercadistas. Pero no estaban todos. Ya eran las 14 horas y la firma del Convenio de Buenas Prácticas Comerciales se retrasaba. La presencia de Juan Cordon, vicepresidente del díscolo Carrefour, hizo pensar que, finalmente, el convenio tendría el mejor de los comienzos. Pero, a poco de llegar, Cordon fue llamado aparte por el presidente, Fernando de la Rúa. En la mesa lo esperaban, además del jefe de Estado, el ministro de Economía, José Luis Machinea, el secretario de Defensa de la Competencia, Carlos Winograd alma mater del acuerdo, y el presidente de la Coordinadora de Industrias de Productos para la Alimentación (Copal), Alberto Alvarez Gaiani, entre otros. Los rostros eran adustos y la discusión fue fuerte. En el Salón Blanco los asistentes ya habían abandonado el clima formal. Eran las dos y media de la tarde y las negociaciones de último momento continuaban retrasando el acto. Carrefour pretendía firmar el acuerdo, pero dejando sentada su oposición al polémico punto de las ofertas por debajo del costo. Le dijimos que firmen todo o que no firmen nada, comentó a Página/12 uno de los participantes de la trastienda. El vicepresidente de la multinacional francesa, antes de retirarse, sólo atinó a justificar que no tenía autoridad para tomar la decisión. La interna por la administración de Tía y Norte, recientemente adquiridas por Carrefour, también estuvo presente en la jornada: el convenio tuvo la firma de Víctor Pereyra, representante de los dos supermercados todavía gerenciados por el grupo Exxel. En diálogo con este diario, antes de ser llamado por De la Rúa, Cordon evitó los puntos polémicos y destacó que el interés de su empresa son los consumidores. Queremos acordar con los proveedores un Código de Buenas Prácticas, pero que contemple también los intereses de los compradores, explicó. Carrefour, que luego de la adquisición de Tía y Norte, controla el 30 por ciento de las ventas del sector, argumenta que, desde su instalación en el país, su política es establecer los precios más bajos y que pretende mantener ese compromiso dentro del código. El ministro de Economía no pareció compartir esta perspectiva. Durante su discurso de cierre de la ceremonia consideró que la ausencia de una de las cadenas se debió a que esta firma ha mostrado mucha incomprensión e intolerancia. Más aun teniendo en cuenta que éste es un acuerdo consensuado entre las partes y que todos están cediendo algo. En este punto, las empresas proveedoras argumentan que la exposición de sus productos a precio de liquidación destruye el prestigio de sus marcas, construidas durante años merced a importantes inversiones de capital y no están dispuestas a aceptarlo, salvo en circunstancias especiales y mediante su consentimiento expreso. Con respecto de Wal Mart, la otra firma ausente, el ministro consideró que sólo se trató de un malentendido de las últimas horas, que seguramente solucionaremos rápidamente. Según pudo saber este diario, la ausencia de la multinacional estadounidense se debió a desinteligencias burocráticas entre la casa matriz y sus representantes locales. No obstante, la puerta para que firmen quienes no lo hicieron permanecerá abierta durante 30 días, mientras que el código comenzará a regir dentro de 60.
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